Alguien más autorizado que yo dijo una vez que los países islámicos están viviendo ahora la edad media de los países cristianos. Repúblicas y reinos teocráticos, donde los libros sagrados adquieren rango legislativo y gobiernan vidas y costumbres. Y como sabemos que el problema no son los dioses sino sus administradores terrenales, cada país entiende la receta divina según los criterios particulares de quienes gobiernan, y cada individuo encierra una forma diferente de contemplar a su dios. Lo malo de que los libros sagrados configuren la guía de comportamiento de los pueblos del siglo XXI es que fueron escritos hace cientos de años, con la ignorancia, los prejuicios, la falta de libertades y derechos humanos de hace cientos de años. Cuando se discutía si las mujeres poseían un alma, cuál era el sexo de los ángeles o si Adán y Eva tenían ombligo. (Meditación para hoy: ¿tenían ombligo nuestros “primeros padres”? ¿Y para qué lo querían?)
A George W. Bush su dios le susurra al oído la orden de invasión de las tierras de infieles, y en Arabia Saudí, Palestina, Irán o Yemen, los clérigos fundamentalistas convocan manifestaciones multitudinarias, que para sí las quisiera el PP, para protestar porque varios periódicos europeos hayan publicado una caricatura de Mahoma. O bien despachan una fatwa asesina, ordenan dilapidar a una mujer por adulterio, o declaran la guerra santa universal, a imitación de las cruzadas de los muy civilizados papas de siglos pasados.
Los historiadores nos cuentan que la humanidad ha atravesado varias etapas conocidas como la Edad Oscura, referidas a tiempos de los que escasean datos, sean gráficos, escritos o restos arquitectónicos, lo que hace imposible un mayor conocimiento de los hechos históricos. Pero existe para ellos una Edad Oscura por antonomasia, no por la falta de esos datos, sino por el empobrecimiento de la cultura y la ciencia humanas, en la que occidente fue gobernado y oprimido por los intérpretes de dios y sus inmutables mandamientos escritos en libros sagrados. Europa vivió bajo esa capa de hielo de la ignorancia y la intransigencia desde Constantino y su famoso Edicto de Milán, por el que se declaraba la “obligatoriedad” de ser crisitiano (año 313), hasta el amanecer del Renacimiento, pongamos hasta mediados del siglo XV, con la caída de Constantinopla. Más de mil años donde negar la existencia de dios, ya no digo atreverse con una caricatura, era el mejor pasaporte para la hoguera, después de haber pasado por el potro de tortura.
No sé si os lo había dicho una vez, pero lo repito por si alguno de vosotros todavía no se había acercado por esta bitácora: debo daros la mala noticia de que dios no existe. Lo cual, en lugar de arreglar la situación, la empeora, porque los que viven de administrar en la Tierra sus fantásticos (de fantasía, se entiende) tesoros y promesas harán cualquier cosa (y digo cualquier cosa, poneos en lo peor) para justificar su bien engrasada industria. Es como la trama de ETA en los atentados del 11M: no existió, y eso es lo que la hace más peligrosa, porque a toda costa los que quieren vivir de ella y medrar política y mediáticamente no pararán hasta que se eleve al rango de verdad revelada.
La conclusión es descorazonadora. Es un axioma histórico que cuanta más dosis de dios se inocula a las sociedades humanas, cuantos más clérigos se infiltran en sus estamentos sociales, más se empobrecen y más intransigentes e injustas se vuelven. Por eso me parece muy peligroso que las sociedades libres, y más aun sus gobiernos, se amilanen ante las amenazadas de los clérigos, procedan de las mezquitas o del Vaticano mismo. En cualquier momento podrían ponerse en marcha los mecanismos que desencadenen una nueva glaciación de las ideas, en forma de Edad Oscura. Y ya sabéis que puede durar siglos.
Amigo Pericles,Reconozco que en la Edad Media hubo aspectos que pudieran ser considerados “atrasos”, pero lo que jamás pueden pretender algunos historiadores es vendernos la moto que el medievo significó una especie de “corte” en el desarrollo de la civilización romana a manos del cristianismo, el final de futuro prometedor para el hombre. Algo parecido a la civilización azteca a manos de Hernán Cortés. ¿Hasta donde hubiesen llegado romanos si los cristianos no hubieran acabado con ellos?. Ahora bien, a este idílico planteamiento (anticlerical por otro lado), yo reflexiono: ¿qué paso con otras importantes civilizaciones como egipcios, persas, hindues, mongoles, visigodos, cartagineses, griegos, fenicios, medos, partos, hititas, tarsos, celtas…?¿por qué nadie se lamenta de que terminasen más o menos abruptamente?¿por qué esto es sólo aplicable a romanos y no a la cultura egipcia?¿no será acaso por que las propias civilizaciones caen en su propia decadencia sin remedio….?Tocas muchos puntos (filosofía, arte, ciencia…) que haría alargar esto demasiado. Sin embargo, ya que veo que estas muy puesto en arquitectura, me encantaría entrar un pelín más en detalle con esto (aunque no es mi fuerte) a ver si fue tan malo el medievo como dices.A partir del Edicto de Constantino, el número de cristianos aumenta espectacularmente y tienen que buscar lugares apropiados. Los amplios templos ya existentes, de estilo helénico, no se encuentran apropiados para el nuevo concepto de vida, y acuden a las basilicas, que como bien sabes, eran construidas para actividades comerciales. Y se empiezan a construir iglesias, no muy grandes, de sólidos muros y arcos curvos: el círculo expresa inmutabilidad, por eso los arcos románicos son semicirculares. La solidez de los muros expresa la omnipotencia de Dios Padre protector del hombre. Las ventanas son escasas y pequeñas para que invitar al recogimiento y meditación del hombre ante su Creador.Piensa que el mismo arquitecto que diseñaba basílicas y templos para el culto pagana, es el mismo que construye estas iglesias en los primeros años del cristianismo.Sin embargo, acabando la Edad Media, empieza a surgir la preocupación por el alma del hombre, la espiritualidad, y los nuevos templos empiezan a ser más espaciosos, con grandes ventanales y elevados techos para que entre la luz, símbolo del espíritu. Los arcos son de medio punto por que dan sensación de subir hacia un punto, hacia Dios. La ténica acude en ayuda del arquitecto, ingeniero o artista (o viceversa) para precisamente aligerar muros, ampliar ventanales… Las innovaciones técnicas en las artes aparecen cuando el artista las busca para expresar lo que quiere, no es fruto de la simple casualidad, capricho o ciencia. Por ejemplo, las pinturas egipcias apenas evolucionaron en miles de años, los iconos ortodoxos se siguen haciendo igual que hace cientos de siglos…Como ves, y muy a pesar de Ken Follet con sus Pilares de la Tierra, el gótico no aparece por una intuición de un artesano que pone de moda un revolucionario método para aligerar muros o construir galerías abovedadas.
08 febrero 2006 | 15:35
Estimado Johannes Paulus,Tomo buena cuenta de tus opiniones al respecto. Efectivamente, podríamos extendernos hasta la eternidad. Y esto sería para mi un placer, si no fuera porque existen otros muchos temas sobre los que opinar y, por desgracia, nuestro tiempo es limitado.Yo no creo que la civilización romana se hundiera por culpa de los cristianos. Creo que los imperios caen por sí mismos como las frutas, cuanto están maduras. Cuando ya no pueden renovarse a sí mismos, y existen otras civilizaciones a su alrededor que pujan con fuerza por ocupar su espacio, todas las civilizaciones pierden fuerza y acaban sucumbiendo. Es, como muy bien señalas, lo que les paso a los Aztecas cuando Cortés llegó al actual México (antiguo Tenochtitlan). Cortés representa la nueva civilización pujante y Moctezuma y los Aztecas (también llamados mexicas) ya estaban en franca decadencia, con todos los pueblos a los que subyugaban muy cansados de ser oprimidos. Además, sus costumbres, basadas en unos dioses que necesitaban continuamente de sacrificios humanos, estaban absolutamente corrompidas. La llegada de nuevos hombres de piel clara, que encarnaban el mito del retorno de Quetzcoalt, el que se exilió por estar en contra de tales sacrificios, y al que veían representado en los invasores y el nuevo dios del que les hablaban, facilitaron totalmente el camino a Cortés. Lo mismo pasó con los romanos, pero éstos murieron de éxito. Suscitaban tantas envidias sus logros y su prosperidad en los pueblos de su limes, que todos querían participar de ellos. Por la fuerza bruta. Esto, unido a la absoluta corrupción de su clase dirigente, precipitó su lenta caida. Los cristianos, ocuparon su lugar como nexo de unión cultural y dando cierto orden a una caída estratosférica.La Edad Media en Europa fue desde luego el tiempo del cristianismo. Y, con todos sus aspectos negativos (la misma clase dirigente ocupó los altos puestos de la Iglesia, la persecución de las herejías, la inquisición, la adopción de las supersticiones y los ídolos bajo la nuevas formas de santos, el cesarpapismo, etc.), también tuvieron sus aspectos positivos (mantenimiento de la cultura, asistencia a los más desfavorecidos mediante el mantenimiento de los hospitales y la sopa de los monasterios, etc.). Y desde luego, muestra también de su riqueza, la construcción de iglesias, catedrales, claustros y otras construcciones que encargaron a grandes artistas y que han pervivido hasta nuestros días. A pesar de no ser ya creyente, sigo disfrutando visitando el interior de estos edificios. Los sonidos, los olores, retablos, pinturas y sepulcros, entre sombras y luces, siguen produciendome un inmenso placer cada vez que visito alguno.Todo en esta vida tiene sus aspectos positivos y los negativos. Los romanos, a los que como habrás podido comprobar, admiro profundamente los tenían. Y los cristianos, también. Nadie es infalible ni perfecto. Incluso los creyentes yo lo era), ante todas las situaciones injustas que existen a nuestro alrededor, cuando no comprenden por qué un ser tan perfecto como el creador lo permite, se responden: Dios escribe recto, en renglones torcidos.Un cordial saludo y hasta otra.
08 febrero 2006 | 18:51