Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

Tengamos un 20 N en paz

El domingo se cumplen 30 años desde la muerte en la cama del dictador Francisco Franco, torturado por su yerno con un encarnizamiento médico como no se conocía hasta entonces. A aquel entierro acudió, con honores de jefe de estado, otro dictador golpista y devoto cristiano, el general chileno Augusto Pinochet, refugiado hoy en una falsa locura para rehuir sus responsabilidades en el genocidio de su dictadura.

Eran momentos en que la Iglesia del apostolado de la teología de la liberación comenzaba a ser acosada. Malos tiempos para poner en práctica el Evangelio. Muchos curas pagaron su osadía evangélica con sus vidas. Recuerdo que, años más tarde, estando en televisión española (la única que había entonces) hice un reportaje con el hilo conductor del Papa Juan Pablo II en visita pastoral por aquella América torturada. Comenzaban las imágenes del tour del santo padre dando la comunión al general Jorge Videla, golpista argentino, procesado años más tarde por crímenes de lesa humanidad; continuaba con la comunión devota del golpista general Efraín Ríos Montt, acusado del exterminio de más de 200.000 indios; seguía la piadosa eucaristía con la comunión del golpista Augusto Pinochet, acusado de asesinato múltiple y robo de las arcas públicas; y finalizaba en Nicaragua… donde, con un dedo amenazador, el Papa le negaba la bendición al poeta y sacerdote sandinista Ernesto Cardenal. Aquella imagen de Cardenal, humillado, arrodillado en el aeropuerto, ante la sorpresa de la comitiva oficial de bienvenida, dio la vuelta al mundo.

Hubo una última imagen que ya no pude utilizar para el reportaje: cuando su santidad, en su visita a la tumba de monseñor Romero, asesinado por la mafia de los terratenientes de extrema derecha, se agachaba emocionado para besar la lápida del obispo de los desheredados. Y no pude (o no quise) utilizar esa imagen porque, al subirse la manga de blanca seda, el brillo hiriente de un Rolex de oro en su muñeca ocupó todo el centro del plano.

Todos ellos, o pasaron a mejor vida, o están procesados o en la cárcel.

Han pasado muchos años, y desde entonces cada 20 N resulta poco más que un ejercicio de consuelo para un grupo cada vez más reducido de nostálgicos. Eso era hasta ahora. Y todos desearíamos que así continuase siendo. Por eso pido a la cúpula del PP que no tense más la cuerda estos días. Que sujete a la extrema derecha que ha buscado refugio en sus filas. Que distraiga al clero tramontano con alguna promesa a cumplir cuando gobiernen nuevamente. Vale cualquier cosilla para salir del paso.

El lunes, día 21, volverán a guardar el brazo en alto en el bolsillo, donde guardan las carteras. Y habremos tenido la fiesta en paz.

52 comentarios

  1. Dice ser eichmann

    en fin, me parece que eres el tipico rojete que cada año da su voto al psoe, porque para escribir semejante tonteria, en fin.. el 20-n es un acto nacional como tantos otros, el 1 de mayo o el 2 de mayo tambien se celebran como fiesta; por algo sera.ese dia murio el Franco y Primo de rivera, y como tal debemos de tener un cierto respeto hacia ese dia, ya que por desgracia nos tenemos que aguantar todos en este pais. por favor, tengan mas respeto hacia esas figuras de españa, les gusten o o no es su historia.se despide un estudiante de 15 años

    21 noviembre 2006 | 11:52

  2. Dice ser Jose Manuel

    Veo que del 20-N si nos acordamos todos los años, pero de los muertos en la guerra y despues de esta, nadie se quiere ni acordar.

    22 noviembre 2006 | 22:55

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