Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

Hace tiempo que me lo estaba buscando

Sabéis que yo no creo en el más allá. Pero tengo una manía relacionada con el día posterior a mi muerte que quizá debería ser estudiada por algún siquiatra. Se trata de una obsesión por ser un cadáver presentable, afeitado, aseado, bien vestido. Sé que para entonces no seré más que un montón de calcio, sal, cadmio, hierro, agua y no sé cuántos oligoelementos más, inconexos, sin consciencia. Pero también sé (y eso me consuela) que esta preocupación la ha padecido mucha gente a lo largo de la historia. Por ejemplo, el presumido emir omeya Alhakem I le pidió a sus criados, en medio de una batalla, que le perfumaran con algalia para que, en caso de perder la cabeza, se distinguiese inmediatamente de la de sus soldados. No quería ser una cabeza cortada cualquiera entre el montón de cabezas de soldados zarrapastrosos.

Para alguien como yo, que ha vivido de la pluma (la de escribir), parece obligada una despedida literaria, como parte del aseo imprescindible en el viaje a la eternidad. Una vez desde mi columna en el 20 Minutos os pedí que me enviarais vuestro epitafio favorito, la frase que, a modo de presentación para los visitantes del camposanto, habría de definiros para siempre. Pocos me contestasteis entonces, y nunca supe si se debía a que no queríais ser eternos, al menos en vuestra lápida, o porque no deseabais oír hablar de vuestra muerte ni en pintura ni en mármol. Si os lo habéis pensado mejor, me gustaría conoceros a través del mensaje que habéis elegido para vuestra despedida definitiva.

Creo que es Groucho Marx quien escogió para su epitafio “perdonen que no me levante”. Dorothy Parker eligió “Perdonen por mi polvo” (una estupidez, pues sus amigos aseguraban que de jovencita tenía un polvo divino). Miguel Delibes quiere cobrarse sus sufrimientos en la Tierra: “Espero que Cristo cumpla su palabra”. Unamuno (mi alma gemela) sólo le pedía al dios en que no creía que tuviese piedad “con el alma de este ateo”. Dicen que Juan Sebastián Bach eligió una coña que me cuesta mucho creer: “desde aquí no se me ocurre ninguna fuga”.

Desde hace años tengo pensado mi epitafio, aunque no sé para qué, pues mi deseo es que me incineren. Quizá, que mis deudos escriban con mis cenizas mi frase de despedida: “Aquí yace Manuel Saco. Hace tiempo que se lo estaba buscando”.

Luego, un golpe de viento acabará borrando de un soplo mi paso por la Tierra.

Pero, tranquilos, es algo que pienso dejar para más adelante.

32 comentarios

  1. Dice ser Johannes Paulus

    Querido Manuel, ¿de donde saca que Unamumo no creía en Dios…?¿es por su libro «La agonía del cristianismo…?Por cierto, debería de escrbir manuel con minúsculas, ya que si a Dios lo pone así, sepa que su nombre significa «Dios con nosotros».

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Manuel Saco

    Es verdad, qué lapsus, si el alma tampoco existe…

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser DeLeDeuda

    «la vida es breve , ¡ empuja y bebe ! »

    30 noviembre -0001 | 00:00

  4. Dice ser pepa

    Yo no quiero ningún epitafio sobre mi tumba sencillamente porque no quiero tener una tumba. Espero que cuando me muera los que queden aprovechen lo que vale -creo que ya poco, la verdad- y el resto que lo quemen. Me haría ilusión acelerar el ciclo biológico sirviendo como abono a un árbol o a una huerta, sin nombres ni fechas. Y ¡por favor! que no me arrojen al mar, ni al Tajo ni me envíen a la Luna. Nunca he entendido esta moda de ir contaminando con cenizas de cadáveres más o menos ilustres.

    09 octubre 2005 | 17:45

  5. Dice ser Valadrem

    Qué mayor satisfacción pude obtener una persona que ser incinerado para que los enemigos que nos sobrevivan no puedan bailar sobre nuestra tumba.Salud.

    09 octubre 2005 | 18:10

  6. Dice ser Sergut

    El epitafio de Groucho Marx, aunque muy ingenioso, es una leyenda urbana. Si alguien esta interesado, tiene una foto de la tumba en este enlace. http://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.cgi?page=pif&GRid=677&PIgrid=677&PIcrid=7944&ShowCemPhotos=Y&

    09 octubre 2005 | 20:53

  7. Dice ser Manuel Saco

    Gracias Sergut. Me lo estaba imaginando. La realidad a veces no tiene el menor sentido del humor.

    09 octubre 2005 | 23:31

  8. Dice ser Manuel Saco

    Papisa, me lo quedo. Se podría añadir que desde que existe el espacio/tiempo, unos 14.500 millones de años, nosotros tampoco sabíamos de nuestra no existencia, ni nos provocaba angustia no existir.

    10 octubre 2005 | 10:21

  9. Dice ser Grumete

    Aquí tenéis unos cuantos: http://es.wikiquote.org/wiki/EpitafiosYo sin duda me quedo con uno anónimo que (juas) reza: «Fui lo que eres, serás lo que soy.»

    10 octubre 2005 | 10:45

  10. Dice ser olvido

    «aquí yace alguien que fue agua»

    10 octubre 2005 | 10:47

  11. Dice ser yo

    Tú, alma gemela de Unamuno??? Por favor….!!

    10 octubre 2005 | 11:19

  12. Dice ser Papisa Juana

    Manolo, yo no creo en la muerte.¿Quien muere? No yo, sino el cuerpo.La muerte es algo que el yo no puede conocer ni experimentar de primera mano. Si pudiera, es que estaria vivo; lo cual es contradictorio.El yo solo sabe que es, que existe, pero nunca puede vivir su no existencia.Por eso, no creo en la muerte. No me alcanzara, no la vivire.Tampoco conozco mi propio nacimiento. Seguramente es una leyenda (que yo naci el dia tal y tal).No hay seres muertos, es imposible.Por eso: ¿quien muere? Sera el cuerpo. El ser, esa conciencia de existir, escapa al nacimiento y a la muerte. Esta contenido en su propia eternidad. Es un circuito cerrado «siempre vivo, siempre siendo». Aunque para los demas no sea asi. Aunque perdamos la pista a ese ser que conocimos, amamos, odiamos o simplemente tratamos.Los cementerios estan llenos de cuerpos. Mejor dicho, de sus restos. Pero nunca de muertos. Yo solo conozco la vida. La muerte es un cuento para meter miedo. El negocio de las iglesias.Si se empeñan, los que entierren la ultima version de este cuerpo (que ya sera otro cuerpo de todas formas), y si creen en la muerte y en los muertos, pueden escribir: «Nunca supo que murio».

    10 octubre 2005 | 12:38

  13. Dice ser Johannes Paulus

    Perdone, don Manuel, pero para negar algo, hay que saber qué es lo que se niega, ya sea el alma o Dios.

    10 octubre 2005 | 14:05

  14. Dice ser Johannes Paulus

    Vaya, se me olividó recomendarle un par de libros para el epitafio: «Celtiberia Show» y «Tus amigos no te olvidan» de don Luis Carandell: pasará un buen rato.

    10 octubre 2005 | 14:11

  15. Dice ser niNunca

    Unamuno se pasó la vida queriendo creer que efectivamente había otra vida después de la muerte o, lo que es lo mismo a mi parecer, queriendo creer en Dios. Y para mí, que se murió sin conseguirlo.“-Pero usted, padre, ¿cree usted?Vaciló un momento y, reponiéndose, me dijo:-¡Creo!-¿Pero en qué, padre, en qué? ¿Cree usted en la otra vida?, ¿cree usted que al morir no nos moriremos del todo?, ¿cree que volveremos a vernos, a querernos en otro mundo venidero?, ¿cree en la otra vida?El pobre santo sollozaba.-¡Mira, hija, dejemos eso![…]Por que hay, Ángela, dos clases de hombres peligrosos y nocivos: los que convencidos de la vida de ultratumba, de la resurrección de la carne, atormentan, como inquisidores que son, a los demás para que, despreciando esta vida como transitoria, se ganen la otra, y los que no creyendo más que en éste…-Cómo acaso tú… -le decía yo.-Y sí, y como don Manuel. Pero no creyendo más que en este mundo esperan no sé qué sociedad futura y se esfuerzan en negarle al pueblo el consuelo de creer en otro…-De modo que…-De modo que hay que hacer que vivan de la ilusión”.(“San Manuel Bueno, mártir”. Miguel de Unamuno. Ediciones Cátedra, 1986. Págs. 125-126; y 141-142).

    10 octubre 2005 | 14:29

  16. Dice ser Johannes Paulus

    Gracias, niNunca, por la cita, pero no dice que NO crea en Dios. Tiene otras obras, como el libro de poesías al Cristo de Velázquez e incluso la Oración del ateo. ¿Cuál era el pensamiento de Unamuno al respecto…? si ya es difícil escrutar la mente de un vivo, imagínate la de un muerto.¿Planteaba Unamuno una búsqueda (en sentido de existencia) de Dios? o más bien ¿creía en Dios pero le costaba adapatarse a la liturgia de la Iglesia (maniqueista en aquel entonces) y lo suyo era un intento de encontrar otras formas…?

    10 octubre 2005 | 16:46

  17. Dice ser niNunca

    Johannes Paulus:Gracias por tu reflexión.Dije «a mi parecer». Porque para creer en Dios, basta la fe; eso predican en los púlpitos. Podría decirse, en mi modesto entender, que Unamuno, en su querer racionalizar la fe, pierde la fe. Esa fe que no necesita de la razón para creer a pies juntillas que Dios existe y que Unamuno se pasó la vida (desde los 17 años, según él) buscando, encontrándola a ratos y a ratos dándole esquinazo.En uno de esos primeros ratos, podría encuadrarse el poema «El Cristo de Velásquez», y aun así, también podría decirse de algunos de sus versos que es la meditación de un hombre ni totalmente creyente ni totalmente ateo.Supongo, por deducción, que le molestaba el maniqueísmo de la liturgia de entonces (¿en aquel entonces?: ¿y cuándo la Iglesia ha dejado de practicar el maniqueo?), y la hipocresía: el aparentar que se cree en Dios a pies juntillas cuando en realidad se tienen mil dudas sobre esa creencia, sobre ese querer creer.Cierto: tarea ardua, por no decir imposible, el escrutar la mente de alguien que ya no puede decir esta boca es mía. Pero no creo que sea éste el caso de Unamuno, tan prolífico él en sus escritos y con tan siempre más de lo mismo: Dios existe o no existe, la obsesión por la muerte, la agonía existencial.Decía Unamuno: «¿Por qué quiero saber de dónde vengo y a dónde voy, de dónde viene y a dónde va lo que me rodea y qué significa todo esto? Porque no quiero morirme del todo, y quiero saber si he de morirme o no definitivamente. Y si no muero, ¿qué será de mí? Y si muero, ya nada tiene sentido».Y también esto: «Creer en Dios es anhelar que le haya, y es además conducirse como si le hubiera; es vivir de ese anhelo y hacer de él nuestro íntimo resorte de acción… No es, pues, necesidad racional, sino angustia vital lo que nos lleva a creer en Dios».Visto así, Unamuno sí creía en Dios. Nunca dejó de sentirse torturado por sus dudas religiosas y existenciales y nunca le abandonó la incertidumbre.En ese contexto podría encuadrarse el otro poema que mencionas:»La oración del ateo».Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,y en tu nada recoge estas mis quejas,Tú que a los pobres hombres nunca dejassin consuelo de engaño. No resistesa nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.Cuando Tú de mi mente más te alejas,más recuerdo las plácidas consejascon que mi ama endulzóme noches tristes.¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grandeque no eres sino Idea; es muy angostala realidad por mucho que se expandepara abarcarte. Sufro yo a tu costa,Dios no existente, pues si Tú existierasexistiría yo también de veras.Porque si éste es un soneto de alguien que cree en Dios a pies juntillas, que venga Dios y lo vea.

    10 octubre 2005 | 22:49

  18. Dice ser Johannes Paulus

    Amigo niNunca,empezaré por el final de tu comentario para terminar al principio.A mi parecer esa oración encierra una sutileza encomiable, y aunque todo destila duda cartesiana, no veo en ningún momento la negación de Dios (ateos), sino todo lo contrario hasta supeditar la propia existencia a ese Dios (lee los últimos versos.Cuando dice que es una angustia vital el creer en Dios, me recuerda muchísimo a otro gran filósofo y pensador, Agustín de Alejandría (san Agustín para los católicos, doctor de la Iglesia), en cuanto a esa angustia «vital».En cuanto al maniqueismo, sería largo de tratar aquí en el blog de Manuel Saco: te sorprendería mucho lo poco que hay en la Iglesia y la abundancia de misericordia.En cuanto lo que dices al principio que para creer en Dios basta la fe, te equivocas, la Fe es un don que se adquiere tras la Revelación. Y esto es lo que nos falta a muchos para tener ese don de la Fe. ¿Qué que es la Revelación? pues muy sencillo (y a la vez muy difícil) saber quién es Dios, conocer su Nombre.

    11 octubre 2005 | 16:19

  19. Dice ser Grüne

    Gracias Papisa Juana por tu interesante análisis. Gracias Sergut por desmentir una más de esas leyendas urbanas sobre el gran Groucho. No sé bien bien que me gustaria que figurara en mi epitafio. Uno es joven para pensar en ello (aunque del cierto uno nunca sabe cuando le va tocar ir al hoyo)…Aprovecho la ocasión para comentarle al señor Saco que, por sus comentarios, me recuerda muchísimo a un antiguo profesor del colegio donde estudiaba. Una persona realmente excepcional. Extraordinaria en el sentido literal de la palabra. Como ud. era mordaz, irónico y tenía ese tono que se hace difícil de describir pero que se parece tanto y tanto al modo en que ud. usa la pluma (llámese teclado). También como ud., tuvo una formación de aquello más religiosa y hasta le diría que fue un capellán bastante liberal. Pero su vida dió un cambio. Evolucionó y se replanteó todo lo que hasta entonces había vivido (que era mucho). Supo inculcar a sus almunos realmente toda esa enseñanza, y no lo hizo de modo autoritario, mucho menos, sinó fomentando la confianza y la madurez personal de esas jovenes personas reunidas en aulas. Sus clases no eran de historia, filosofía, no, eran de VIDA, CONVIVENCIA y CINE, mucho cine. Siempre le recordaré y le estaré muy agradecido.Gracias J. Mir.Pues nada, nada, que me ha recordado a ese amigo. Quiere decir que bajo esa barba no se esconde…?

    11 octubre 2005 | 17:00

  20. Dice ser niNunca

    Amigo Johannes Paulus:Sí, a mí también me hicieron dudar esos dos últimos versos:Dios no existente, pues si Tú existierasexistiría yo también de veras.¿De veras? Se existe o no se existe, ¿no sobra ese “de veras”. ¿Qué era para Unamuno existir de veras?, ¿existir por algo y para algo?, ¿no deshacerse en la nada después?, ¿querer creer que efectivamente, tras la muerte, seguimos siendo?La premisa de la revelación para alcanzar la fe podría tener sentido en tiempos de San Agustín. Pero ¿a quién no le han hablado hoy en día de la existencia de Dios? Me parece obvio también, aunque no soy experto en dogmas de ningún tipo, que no se puede creer en la existencia de algo o de alguien si ignoras por completo que ese algo o ese alguien existe o pudiera existir (en saber quién es Dios, conocer su nombre, va implícita la idea de existencia: “es”, luego existe, o pudiera existir).No me cabe ninguna duda de la misericordia de la Iglesia; sí tengo más dudas sobre su caridad. Más bien practican aquello de la caridad bien entendida empieza por uno mismo.Estos versos de Unamuno están sobre su tumba (Salamanca, nicho 340, galería Este):“Méteme, Padre eterno, en tu pecho,misterioso hogar,dormiré allí, pues vengo deshecho,del duro bregar”Los versos que los preceden son éstos:Son tu pan los humanos anhelos,es tu agua la fe;te mando, Señor, a los cieloscon mi amor, mi sed.Es la sed insaciable y ardientede sólo verdad;dame, ¡oh, Dios!, a beber en la fuentede tu eternidad.¿Qué dicen sobre la fe de Unamuno estos versos?

    12 octubre 2005 | 11:30

  21. Dice ser Johannes Paulus

    Amigo niNunca,es todo un placer intercambiar opiniones con alguien que sabe de lo que habla, ya que veo que conoces a Unamuno muy bien. Antes de seguir, creo que hay un punto que tenemos en común: Unamuno jamás se definió como ateo, y en ninguna de tus citas lo he visto. En cuanto a la duda existencial, está claro todo lo que dices.Vamos al resto. Si alguien busca algo, es por que cree que existe. Por tanto, si Unamuno busca a Dios, es por que cree en su existencia. No sería adecuado calificarle como Ateo («negación de Dios, literalmente). Y creo que tampoco agnóstico, ya que su postura no era ambigua (tú mismo me dices que tenía altibajos en su fe).Te recuerdo que su convulsa época (Europa hacia una Guerra Mundial, lucha de clases, colonialismo, el positivismo…), Unamuno creo que nunca tomó partido por aquellas facciones anticlericales (socialismo, comunismo…) y hasta renegó de la República probablemente por este motivo.En cuanto a la Revelación, lamento informarte que sigue siendo muy actual. A tí te pueden hablar de Dios, pero no por eso se le conoce. Como ejemplo sencillito, imagínate que te hablan del Rey, le conoces de oídas, pero no le has visto jamás. Un día, tienes un percance con el coche, alguien para, te lleva a una gasolinera o te presta el móvil para llamar a una grúa, y mientras esperas te hace compañía. Si le preguntas cómo se llama y te dice que es el Rey don Juan Carlos, tu vida seguro que cambia humanamente, ya que tienes una anécdota para siempre: el Rey de incógnito te «revela» su nombre. Esto (anécdota cierta por el año 78 a un vecino mío), es la Revelación: nos hablan de Dios y NO sabemos quién es en realidad hasta que El mismo nos lo dice. Y en este punto, es donde está el don de la Fe.El problema es que ni preguntamos quién es y ni escuchamos.Lo de «saber» el nombre de alguien, recuerda que el judaísmo es una religión oriental, y el nombre no solo sirve para designar algo, sino que expresa cualidad. Por eso los Salmos están llenos de expresiones sobre el nombre de Dios.

    13 octubre 2005 | 14:01

  22. Dice ser Pau

    Johannes Paulus, igualmente que otros agradecen la suciedad de la pluma de saco, yo, entrando en este blog alguna vez, también busco leer comentarios como el tuyo y te felicito por ellos.

    14 octubre 2005 | 13:56

  23. Dice ser niNunca

    Amigo Johannes Paulus:Tú dices que Unamuno no era ateo. Yo digo que se pasó la vida queriendo creer en Dios a pies juntillas, y que nunca lo consiguió. Puede que tú tengas razón; puede que yo también.No conozco tan a fondo la obra de Unamuno como para saber si alguna vez afirmó que era ateo. Puede que explícitamente no lo hiciera nunca. El epitafio que, según Manuel Saco, figura en su tumba (“Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo” ) es sólo una leyenda.Sin embargo, en muchos de sus escritos, sí dice explícitamente que no creía en Dios a pies juntillas. Si creía creer en él era porque quería que Dios existiera. Era cosa del corazón. Lo dice él mismo en «Mi religión»:“Nadie ha logrado convencerme racionalmente de la existencia de Dios, pero tampoco de su no existencia; los razonamientos de los ateos me parecen de una superficialidad y futileza mayores aún que los de sus contradictores. Y si creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en Él, es, ante todo, porque quiero que Dios exista, y después, porque se me revela, por vía cordial, en el Evangelio y a través de Cristo y de la Historia. Es cosa de corazón. Lo cual quiere decir que no estoy convencido de ello como lo estoy de que dos y dos hacen cuatro”.Sí, Unamuno abominó de la República. Y abominó también de la dictadura (lo poco que le dio tiempo).La cosa vino (aunque no vendría de repente, claro está) cuando el general Millán Astray, secundado por sus secuaces, gritó: “¡Viva la muerte!” en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936. Unamuno, que no tenía previsto intervenir («…pues me conozco cuando se me desata la lengua»), se levantó trabajosamente de su asiento (tenía entonces 72 años) y empezó a hablar:“… y yo, que, como sabéis, nací en Bilbao, soy vasco y llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis. Eso sí es Imperio, el de la lengua española, y no…”.Millán Astray, furioso, no lo dejó terminar. Y fue entonces cuando Astray, congestionado por la ira, lanzó aquello de “¡¡Mueran los intelectuales, y viva la muerte!!”.Dicen que Carmen Polo, representante del dictador, le ayudó a salir de aquella jauría que entonaba ciega de ira el Cara el sol…Lo cierto es que dos días después, el 14 de octubre de 1936, el Claustro Universitario, por unanimidad, lo expulsó de la Universidad. No sólo eso. Le pusieron un policía que le vigilaba a todas horas por si se le ocurría exiliarse.Unamuno reaccionó quedándose entre las cuatro paredes de su casa. Fue por aquella época cuando anotó en su diario: “Da asco ser hombre”.Poco después, el 31 de diciembre de 1936, fallecía.

    14 octubre 2005 | 17:08

  24. Dice ser niNunca

    Corrijo: el «Cara al sol».

    14 octubre 2005 | 21:23

  25. Dice ser Johannes Paulus

    Estimado niNunca,muy bien conozco el vergonzoso incidente con Millán Astray (creo que Carmen Polo era la esposa de Franco, no representante), pero lo que me interesa realmente es que, como bien dices, quizás tengamos los dos razón. Y lo que no podrás negarme es que la actitud de Unamuno no corresponde con el ateismo de otros pensadores como Marx, Nietzsche o Feuerbach, con ideas en aquellas florecientes.Que pases buen fin de semana y si el sr. Saco vuelve a la carga contra la Fe o la Iglesia (ojo, me importa un pito lo que diga del PP o Bush, soy apolítico), pues ya le corregiremos si falta a la verdad, como lo hice cuando afirmo que Unamuno era ateo con demasiada rotundidad.

    14 octubre 2005 | 22:25

  26. Dice ser niNunca

    Amigo Johannes Paulus:Decía representante de Franco, y decía bien, pues como esposa suya, ella le representaba en aquella ocasión en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Pero no lo digo yo, lo dicen quienes estudiaron aquel vergonzoso incidente histórico.Mis lecturas sobre Unamuno me han llevado a este «debate», no mis conocimientos acerca de la fe o la Iglesia, sobre lo que sé lo que el común de los mortales; es decir, más bien poco.Yo no soy apolítico. Tengo muy claro que no me gusta el PP, por ejemplo. Lo cual no quiere decir que me entusiasme Zapatero. Es más, y no lo digo por incordiar, ser apolítico (“ajeno a la política”, dice el DRAE) me parece algo poco menos que imposible. Lo cual tampoco quiere decir que no respete a los que se declaran apolíticos.Buen fin de semana!

    15 octubre 2005 | 12:23

  27. Dice ser Miriam

    «Polvo eres y en polvo te convertirás», todosestaremos en el mismo sitio ,ricos y pobres, listos y torpes.

    17 octubre 2005 | 13:03

  28. Dice ser panazeus

    espero que no haya otro mundo, quiero descansar de una puta vez.

    30 octubre 2005 | 13:47

  29. Dice ser duende

    Afirmo mi opinión de que la noción de Dios es una superstición básica, que no hay evidencia de la existencia de ningún dios o dioses, que los demonios, diablos, ángeles y santos son mitos, que no hay vida después de la muerte, ni cielo ni infierno, que el Papa es un dinosaurio peligroso, fanático y medieval, y que el Espíritu Santo es un personaje caricaturesco merecedor de risa y de ridículo. Acuso al dios cristiano de asesinato por permitir que ocurriera el Holocausto, por no mencionar la ‘limpieza étnica’ que está siendo llevada a cabo por cristianos en nuestro mundo, y condeno y vilifico a esta deidad mítica por alentar el prejuicio racial y comandar la degradación de la mujer.

    31 octubre 2005 | 18:38

  30. Dice ser nayda

    buscando mi tumba

    30 abril 2006 | 16:30

  31. Dice ser Agnóstico

    Cuando os referis a Dios, no se si lo haceis pensando,en el padre o en el hijo.Si es en Jesús de Nazaret:sus enseñanzas ( las buenas no las manipuladas )Son un código de conducta ejemplar.Como el de otras religiones que no inciten a sacrificar,torturar y matar a sus semejantes.El problema es la manipulacion…..Os recomiendo la lectura del libro «MENTIRAS FUNDAMENTALES DE LA IGLESIA CATOLICA» escrito por..Pepe Rodriguez..En el se aclaran muchas cosas sobre la maniplacion ……!Claro que como los que la componen son seres humanos ¡….todo vale.Y ahora contestacion a su pregunta…..aunque pretender que nos recuerden ,creo que es un acto de vanidad………sería..SI ME HABEIS AMADO NO HABRE MUERTO..Sr.Saco………Que pase mucho tiempo para que le pongan su frase…..le queda mucho que hacer aqui.Ejemplo de mal interpretacion de la frase DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MI …..No era con la intencion que «algunos » la han hecho.OS DESEO ALGO QUE POR DESGRACIA NO ABUNDA ..PAZ ..COMPRENSION..NO VIOLENCIA….UN saludo

    01 mayo 2006 | 01:17

  32. Dice ser Manuel Saco

    AgnósticoLo mismo deseo para tí.

    01 mayo 2006 | 09:55

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