Un amigo ha escrito en su blog de viajes una serie de diez recomendaciones para viajar con un bebé.
Me ha parecido interesante dado la fecha en la que estamos. Así que aquí os dejo resumidos algunos de sus consejos:
1. Para viajar en avión, incluso en vuelos dentro de España, es necesario algún tipo de documentación con fotografía (DNI o Pasaporte). Excepcionalmente puede servir el Libro de Familia, pero dependerá de la compañía y yo no me arriesgaría.
Para desplazamientos por Europa en tren o barco también debe ir convenientemente identificado.
2. Tenga en cuenta que un niño (sobre todo los más pequeños) nos retrasará en cualquier actividad que emprendamos, así que planifique su viaje dándose tiempo si quiere que su planificación se cumpla.
3. Los viajes programados no están pensados para los niños.
4. No todos los hoteles están pensados para viajar con la familia. Infórmese.
5. Reproducir en parte el ambiente y las rutinas de su casa puede ser una buena idea: apartamentos, aparthoteles o casas rurales estarían en esta categoría.
6. Los buffets libres y los autoservicios son una alternativa muy interesante a la hora de dar de comer a un niño: variedad, muchos platos para elegir, la posibilidad de ver lo que vamos a pedir…
Yo añadiría uno de mi propia cosecha: menos es más.
Cuando se viaja con un bebé hay que preguntarse antes de meter un cacharro en el coche o en la maleta si es absolutamente necesario.
Mi peque tiene 21 meses, ya hemos estado con él en Asturias, Galicia, Sevilla, Cádiz, Almagro, Valencia y Castellón.
Fuera pequeño o grande, acudiéramos a una casa o a un hotel, no hemos llevado más que lo imprescindible.
No hay necesidad de cunas o de bañeras de viaje o de tronas portátiles: puede dormir y bañarse con nosotros y comer en nuestro regazo.
Comida, ropa, productos básicos de higiene, el carrito y algunos juguetes es lo único que nos ha hecho falta.
También tenemos nuestra novatada como padres recientes viajeros: intentamos entrar en Gibraltar sin tener más identificación para el niño que la tarjeta de la seguridad social y, claro, no hubo manera.
En la puerta nos quedamos con cara de tontos después de haber llegado hasta allí y haber hecho la cola.