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Compartir las cosas lo que dure una canción

Es un pequeño truco. Uno muy tonto que me contó una terapeuta de Jaime y que he puesto a prueba en numerosas ocasiones con Julia y su prima.

Cuando dos niños pequeños, ya sean hermanos, primos, amigos o simples colegas de parque, se enganchan como lapas a un juguete al grito de mío, existe la posibilidad de convencerles para hacer turnos de la siguiente manera: «tú juegas lo que dure una canción y luego se lo das a fulanito, que también jugará lo que dura la canción».

Se escoge cualquier canción infantil, no muy larga para que no se les agote la paciencia. Yo a veces simplemente he contado hasta diez o hasta veinte cantando despacito. Tal vez la primera vez les cueste, pero en cuanto pillan la mecánica, todos suelen quedarse conformes. Aprenden a anticipar y a hacer turnos.

No sé si lo habéis probado alguna vez, pero de verdad que os lo recomiendo…

La foto es de un caballito de Julia que suele ser objeto de estas particiones.

¿Cómo dormir a un bebé?

Hay muchas formas de dormir a un bebé o a un niño muy pequeño. La mayoría son universales y sobradamente conocidas:

– Darle el pecho.
– Darle un biberón.
– Darle un chupete.
– Cantarle en brazos.
– Mecerle en brazos.
– Moverle en el carrito alante y atrás.
– Sacarle de paseo en el carrito.
– Sacarle de paseo en el coche (el rum rum es infalible).
– Sacarle de paseo en una mochila portabebés.
– Tumbarse a su lado y cantarle.
– Tumbarse a su lado, cerrar los ojos y relajar la respiración. El sueño invita al sueño.
– Contarle un cuento.

Pero luego las hay más exóticas, hallazgos sorprendentes que hacen por casualidad padres recientes. ¡Y funcionan!

Éstás son algunas de las que he visto o he practicado:
– Mecerle frente a un ruido blanco, como el que produce una campana extractora o un secador.
– Botar con él en brazos sobre una pelota de pilates.
– Apretarlo con una manta o un par de cojines.
– Ponerle un pañuelo liviano sobre el rostro.

¿Conocéis alguna más?

Cuentos chinos para concebir un niño o una niña

Muchos padres, cuando nos lanzamos a concebir un bebé, deseamos más un niño o una niña. Luego todos nos quedamos encantados con lo que nos cae, pero esas preferencias de partida existen.

Tradicionalmente el sexo que tuviera el bebé era importante por más motivos que los simples gustos: las dotes en las niñas, la necesidad de ayuda en una granja…

De hecho hoy día sigue siendo así en muchas partes del mundo. Miles de bebes mueren o son vendidos o abandonados por haber nacido niñas.

Y todo eso ha traído de la mano muchos trucos que no son más que cuentos chinos para poder concebir un niño o una niña.

El calendario que veis se supone que indica el día del año que se conciben niñas o niños. Según una antiquísima tradición oriental. ¡JA!

Yo he oído decir cosas tan ridículas como que si colocas una piedra bajo la almohada es más fácil que concibas un niño, que tomando mucho café es más fácil concebir un niño que una niña.

Y sobre la alimentación también hay mucha tontería. Esta dieta que os muestro en la imagen pretende ser casi infalible si la sigues a rajatabla los tres meses previos a la concepción.

Y también, una vez concebido lo que sea, hay otro buen puñado de leyendas para saber si lo que llevas dentro es niño o niña. Claro que desde las ecografías han caído en desuso.

Yo he oído cosas como que que las tripas altas traen niñas y las bajas niños. Que las tripas redondas son tripas de niña y las picudas niños. También que si la embarazada se pone guapa, con la cara redonda y la piel lustrosa, es niña, y si la piel se le estropea niño.

A mi matrona, sabiendo que no era nada científico, le gustaba intentar adivinarlo a partir de los latidos del feto. Afirma que suele acertar, pero conmigo falló.

¿Qué tonterías has oído tú? Ayúdame a recopilar estas leyendas urbanas.

Otro truco para que los bebés se calmen

A mediados de diciembre os contaba en ¿Qué tienen que ver las campanas extractoras con los bebés? cómo conseguíamos calmar los llantos de mi peque durante sus primeros meses de vida con el ruido de la campana.

Más gente me ha hablado de trucos similares, con secadores, lavadoras…. que recuerdan a los bebés a los sonidos dentro del útero y les relajan.

Hoy mismo un padre reciente (gracias Armando), me ha mandado un vídeo en el que muestra una variación del mismo principio.

Y como es mucho más ecológica (el agua la puedes usar luego para fregar o regar las plantas), aquí la tenéis.