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El 80% de los niños prefieren jugar con su gato o su perro antes que con videojuegos

gtres_a00577807_115La Fundación Affinity ha presentado hace pocos días a los medios de comunicación un estudio sobre el vínculo emocional que establecemos con nuestros perros y gatos.

Como parte del estudio se han centrado en los más pequeños, y concluyen algo que no me asombra lo mas mínimo. De hecho no nos sorprenderá a ninguno de los que amamos a los animales.

Ya he hablado en el pasado en este blog de lo mucho que me gusta que mis hijos crezcan con animales y de todo lo positivo que realmente creo que les puede aportar: responsabilidad, comprensión de los ciclos naturales de la vida, cariño incondicional… Teniendo siempre en cuenta que un niño pequeño no puede hacerse responsable de un animal.

La conexión a nivel emocional también es especialmente fuerte en el caso de los más pequeños, ya que el estudio revela que 8 de cada 10 niños españoles de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su gato o su perro antes que los videojuegos.

Además, los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones. Este comportamiento se repite cuando al niño se le presenta un problema, ya que busca a su perro o gato como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres.

Teniendo en cuenta que en casi de la mitad de los hogares españoles conviven personas y animales de compañía, la presencia de éstos representa una fuente importante de salud y bienestar.

El Análisis sobre el Vínculo entre Personas y Animales de Compañía es la primera publicación que lleva a cabo el Observatorio, que tendrá un carácter anual para analizar diferentes aspectos sobre la relación entre las personas y sus perros y gatos.

Con el perro al cole. Las reglas de oro ante perros desconocidos #DíaPerroSinRaza

Hace poco una mamá acudió al colegio de Julia con su hamster para explicar a los niños cómo se cuidan estos animales. La experiencia fue muy buena, a los niños les encantó, así que propuse a la tutora de Julia acudir con mi perra, que es muy tranquila y a prueba de niños, para hablarles de cómo se cuida a un perro y de la responsabilidad que supone.

Tengo que agradecer de nuevo desde aquí que en el centro me permitieran hacerlo. Me encantan los colegios que tienen la puerta abierta a los padres que queremos participar de alguna forma.

Estuve leyendo a los niños el cuento ‘Un perro en casa’ publicado por la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) -si sois docentes, allí también tienen material educativo que transmite la responsabilidad que supone un perro-.

A los niños les ha gustado mucho y el cuento se ha quedado allí para que puedan leerlo tantas veces como lo deseen. Les estuve mostrando lo obediente que es Troya dando la pata, sentándose, siguiéndome sin correa, dando vueltas sobre si misma o levantándose.

Y les estuve explicando las reglas de oro cuando se encuentren con un perro:

  • Nada de tocar sin haber preguntado antes al adulto que lo lleva si pueden hacerlo.
  • Jamás tirar del rabo.
  • Nunca subirse a caballito, ni siquiera si los adultos pretenden colocarlos encima del lomo del perro. Para eso están los caballos.
  • No levantar a los perros pequeños cogiéndolos bajolas patas delanteras o por la piel del cuello o el lomo.
  • No molestar a un perro que esté durmiendo o comiendo.

Luego los niños que tenían perro dijeron el nombre que tenían y de uno en uno le dieron una caricia y una mini chuche (llevé una bolsita con comida de gato, que es diminuta).

Libros educativos | Material didáctico y libros para niños | ANAA - Asociación Nacional de Amigos de los Animales_1368567005751

Por cierto, hoy 20minutos impulsa el Día del Perro sin Raza, un día para que los que tenemos perros mestizos nos sintamosorgullosos de los animales magníficos que tenemos en casa y concienciar de la responsabilidad que supone tener un perro en casa y de que la adopción de un animal es siempre preferible a su compra.

Podéis ayudarnos firmando para instaurar este día y contándolo en redes sociales con el hashtag #DíaPerroSinRaza.

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‘Un gesto, una vida’: una canción, una app, miles de perros y gatos a los que ayudar

532954_4836359702514_1612252009_n Ayer estuvimos en el Parque de Atracciones en un concierto muy especial, el que dieron el duo músical infantil Ciudad Arcoiris formado por Juan D y Beatriz, a los que todos los padres recientes conocemos por haber sido integrantes del sospechosamente cambiante grupo Cantajuego.

No había tenido oportunidad de escucharlos y la verdad es que me gustó: sus canciones son originales, quieren transmitir valores, y las coreografías, la decoración y los muñecos que les acompañan me gustaron bastante más que los del grupo del que proceden. Y Beatriz canta realmente bien.

Julia lo pasó estupendamente. Jaime no pudo ir: había madrugado mucho y no perdonó la siesta, pero procuraré que tenga otra ocasión de disfrutar de sus canciones.

Aquí una canción que hicieron en colaboración con la World Wildlife Fund (WWF):

Pero no es eso lo mejor. Lo mejor y la razón por la que estábamos allí era el apoyo que dieron durante todo el concierto a la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA), que acaba de lanzar una app por la que por menos de un euro se puede ayudar a esta asociación en su labor proteccionista. Durante el concierto fueron constantes los mensajes para apadrinar o adoptar animales, pudimos conocer a Theo, un perro que pasó por el abandono y que protagonica el último de los vídeos que aparece en este post (y el que más os recomiendo ver), se animó a colaborar con ANAA y a comprar su APP. Juan D y Beatriz son los responsables de la canción que suena en el vídeo y que también cantaron ayer. Se trataba por tanto del primer concierto solidario al que Julia ha asistido.

ANAA es una asociación sin ánimo de lucro cuya labor es fomentar la tenencia responsable, denunciar la crueldad, sensibilizar a la sociedad y ayudar a los animales que han sido abandonados a través de su Centro de Adopción. Desde su fundación, ANAA ha rescatado y dado cobijo a más de 20.000 perros y gatos, de los cuales, más de 15.000 han encontrado un hogar.

Si queréis ayudar a ANAA os recomiendo visitar su página web. Desde luego es difícil que haya forma más sencilla de hacerlo que descargando su aplicación:

El punto fuerte de la campaña “Un gesto, una vida” es la APP móvil “Perros y Gatos” que ANAA presentó el pasado 29 de diciembre en CaixaForum Madrid. La APP, disponible en Apple Store y Google Play, pretende divertir y concienciar a partes iguales: el usuario puede cuidar a lo largo del juego de distintos perros y gatos que representan a animales reales acogidos en el Centro de Adopción de ANAA. El juego podrá integrarse con el Facebook del usuario para publicar mensajes que ayuden a encontrar hogar a animales reales, a la vez que se difunde la labor de la asociación.
Además, mediante la compra de la aplicación se contribuye económicamente a las actividades de la Asociación. “Perros y Gatos: ANAA” puede descargarse en los siguientes enlaces:
•    Apple Store: http://bit.ly/RFG7w6
•    Google Play: http://bit.ly/VeO5x4

Los niños ensucian, los perros también

Los niños ensucian, los perros también. No lo digo como una crítica, es solo una observación. De hecho vivir ensucia, la vida mancha. Simplemente es así.

Pero cuando en una casa hay perros y niños, hay al menos un tipo de limpieza muy determinada que no hay que hacer.

Los niños manchan de variadas maneras, pero una de las más frecuentes es la alimentaria: se les caen trocitos de comida, a veces los pisan, derraman yogures, desmigajan el pan… Y a los perros de la casa se les da extremadamente bien estar siempre en el sitio indicado y en el momento oportuno para aprovecharlo. Se convierten en unas eficaces aspiradoras biológicas de restos de galletas, jamón york, salchicha, quesitos y postres lácteos. Y eso que nos ahorran a los padres recientes de barrer.

Y es bonito, es simpático. A los niños les gusta y a los perros también. Yo lo vivo a diario en mi casa y en mi coche (otro lugar propicio para acumular restos de comida). Pero hay que tener cuidado, tanto por los niños como por los perros.

Por la parte que le toca a los niños, hay que tener claro que se trata de un perro sumiso, que jamás disputará con el niño por la comida ni se aventurará a quitársela de las manos. Por la parte del perro, a ningún can le viene bien alimentarse con comida humana, por apetitosa que sea. Los perros no pueden convertirse en los basureros de las sobras de nuestros hogares. Un perro de tamaño grande tolerará mejor comer esos restos infantiles, que uno pequeño, pero en cualquier caso hay que tener cuidado. Apurar un yogur, aprovechar media rodaja de chorizo o algo de queso o salchicha, no tiene porqué suponerle ningún problema de salud a nuestro cuadrúpedo, pero el chocolate, los dulces… no son buena idea. Nuestra comida les puede hacer enfermar.

Os dejo con un vídeo que he visto en Srperro.com y que me parece de lo más apropiado para ilustrar este post. Mi hija también se tronchaba de la risa dando de comer a mi perra con apenas siete meses.

Un niño no puede hacerse responsable de un perro o de un gato

Se acerca una época peligrosa. Aunque cada vez menos se recurre a regalar en Navidad animales vivos a los niños, aún es una práctica que sucede con demasiada frecuencia. Pensamos en la preciosa escena de nuestro hijo recibiendo el cachorro que tanto ha pedido, del que tal vez ha jurado hacerse responsable, se nos enternece el corazón y se lo regalamos, diciéndole que él tendrá que cuidarle.

No nos engañemos. Un niño no puede asumir la responsabilidad de un animal. Ni siquiera un niño ya mayor. De hecho son muchos los adultos que tampoco pueden. Pero si de un niño depende que un perro o un gato (o un hamster o un periquito) tenga agua fresca a diario, ese animal acabará pasando sed. Si es su responsabilidad alimentarlo, acabará con hambre. Si es suya la obligación de cepillarle, se le formarán nudos.

Es muy bueno que los niños crezcan con animales. Lo defenderé siempre a muerte. En este blog me lo habéis oído decir más veces y en las fotos podéis ver a Julia con nuestro gato y a Jaime paseando a nuestra perra. También creo que, efectivamente, crecer con animales les hace más responsables. Pero a un niño no se le enseña a ser responsable obligándole a atender a un perro o un gato. Un niño aprenderá a ser responsable si ve que nosotros, sus adultos de referencia, lo somos con ese perro o ese gato. Como siempre, con ellos el ejemplo es la mejor enseñanza.

Por favor, pensad muy bien si todos los miembros de la familia desean convivir con un animal, si vosotros tenéis el tiempo y las ganas de asumir su cuidado, solo entonces, tras haberlo meditado en profundidad, adoptad a ese perro o ese gato con el que vuestro hijo sueña en alguna protectora. No lo compréis, no lo regaléis. Un perro o un gato no es una cosa, es un miembro más de la familia. Y a los miembros de nuestra familia ni los compramos, ni los vendemos, ni los regalamos. Esa también es una bonita enseñanza que podemos transmitirles.

La mano verde, la mano blanca y el anillo del rey Salomón

Hay gente que tiene la mano verde y gente que tiene la mano blanca. Los hay que incluso tienen ambas. La primera describe el don para cuidar las plantas, la segunda la buena mano en la cocina.

¿Cómo se llamaría el don para atender y entender animales? Debería tener un nombre. Se me ocurre la mano marrón, pero no me acaba de gustar y seguro que os podéis imaginar el motivo. Imagino que se podría decir que alguien tiene el anillo del rey Salomón, pero es demasiado críptico (os recomiendo, por cierto, la lectura de ‘Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros’ de Konrad Lorenz).

En cualquier caso tengo comprobado que ese don existe. Igual que hay personas capaces de revivir cualquier planta mustia y de tener en su terraza el una versión doméstica del Amazonas, igual que hay gente que con cuatro cosas sueltas que encuentra en la nevera improvisa un plato riquísimo en diez minutos, también los hay que tienen una sensibilidad especial con los animales.

Va mucho más allá de que les gusten o no. Se trata de gente que les entiende, sabe interpretar de manera inconsciente y natural su lenguaje corporal y percibir su estado de ánimo y sus intenciones. Es gente ante la que los animales responden de forma positiva, siendo más dóciles, deseando complacerles.

Un don con el que se nace, pero un don que se puede ‘matar’. Por eso cada vez que veo a un adulto que niega el contacto de un niño pequeño a los animales por puro prejuicio, se me parte el alma.

¿Y si ese niño tuviera ese hermoso don?

Dejad que los niños se acerquen a los animales. Por supuesto hay que hacerlo con animales bien atendidos y en los que se pueda confiar. Claro que hay que hacerlo con seguridad, enseñando al niño a preguntar primero y tocar después, hay que explicarle que hay que tratar a los animales con dulzura, sin subirse al lomo de los perros ni tirar de la cola a los gatos. Aquí hay bastantes consejos al respecto.

Pero son tantos los beneficios que puede tener el amor a los animales en los niños, en cualquier persona, que negárselo a nuestros hijos por nuestros miedos y desconocimiento es muy injusto.

Los mejores perros para los niños: los tirando a grandes

Hoy os traigo un vídeo precioso, será que estoy tierna. Ya he contado en el pasado que creo que a los niños les beneficia mucho crecer con animales en casa, de hecho yo tengo un perro y dos gatos. Me lo pasó un compañero, que en su blog no cuadra mucho (gracias @elBecario). Y al ver los cariñosos empujones que se lleva el cachorro de golden retriever (una raza grande), recuerdo la importancia de que los perros que vayan a ser compañeros de niños pequeños no sean de razas pequeñas.

Como poco, deberían tener 15 o 20 kilos de peso
para aguantar los amorosos empujones, manotazos y estrujamientos y crecer deseando ser compañeros de juegos. He visto bastantes perros pequeños que no tienen ninguna relación con los niños de la familia o que incluso los huyen. Y no me extraña.

A la gente le suele preocupar mucho que los perros no hagan daño a los niños y poco lo contrario, pero es incluso más frecuente.

Conozco tres casos en los que los niños han sido muy peligrosos para los perros: un yorkshire al que un niño de dos años lanzó por la ventana del segundo piso de un chalet (sobrevivió, pero no se separaba de los adultos de la casa), otro que murió tras ser aplastado por una puerta y un chihuahua con una de las extremidades desencajadas.

Así que ya sabéis. Si queréis un perro como compañero para vuestro peque, mejor uno tirando a grande.

¿Perros y gatos como sustitutos de los hijos?

Os pego un fragmento de un teletipo de EFE en el que Evo Morales vuelve a hacer una de esas declaraciones que hacen que se me pongan los ojos del revés (seguro que no soy la única).

El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó hoy que en algunos países, sobre todo europeos, la gente prefiera tener mascotas antes que niños, y también expresó sorpresa porque en otras naciones está prohibido tener más de un hijo, como en China.

«En algunos países, por ley, está prohibido tener más de un hijo. Y en otros, ya no quieren tener hijos, solo cuidan al ratón, gato, perro. Eso también me sorprende», dijo Morales en un discurso en la ciudad oriental de Santa Cruz.

«Los perros y gatos también tienen derechos, pero más derechos tienen los niños. El niño tiene que ir a la escuela, pero el perro y el gato no, tienen menos derechos que el niño. Por tanto, prefieren tener como acompañantes al perro y al gato y no al niño, la niña. Eso está pasando en el mundo», aseguró.

Moraladas aparte sí alguna vez me he planteado que hay gente en nuestra sociedad moderna para las que sus animales de compañía son en parte, probablemente de manera no consciente, sustitutos afectivos de los hijos.

Sabéis que yo tengo perro y dos gatos. Los tres llegaron a nuestra vida antes que los niños. Los tres son parte importante de la familia y lo serán siempre. Me habéis oído decir en el pasado que creo firmemente que es muy saludable para los niños crecer en compañía de animales. Pero si me autoanalizo es probable que, de haber tenido niños nada más irme de casa de mis padres, el panorama hubiera sido distinto. Con toda seguridad también tendría animales en mi casa, pero no sé si en el mismo número y si habría sido de la misma manera. Y si sigo autoanalizándome es probable que mi manera de sentirles, si me permitís la expresión, haya variado con mi maternidad.

En cualquier caso caso creo que un poco sí, que proyectamos algunos roles y sentimientos de la maternidad/paternidad en los perros y gatos que amamos, que comparten nuestras vidas y nuestras casas.

Y también creo que en algunos casos sí llegan a mitigar, desviar o sustituir la necesidad de sentirnos padres y madres.

Aunque como todo lo relacionado con los sentimientos y deseos más íntimos, es un tema sutil y con muchas facetas.

¿Cómo lo veis vosotros?

Los animales no son juguetes

Creo que hoy es un buen momento para recordar que los animales no son juguetes, que no deben regalarse, aceptarse, adoptarse o comprarse sin el consentimiento de toda la familia.

Son una responsabilidad muy grande
, que en algunos casos dura muchos años. Pueden suponer un gasto económico importante, no sólo hay que pensar en su mantenimiento, también en que pueden enfermar o tener un accidente.

Mis hijos comparten su hogar con una perra, que ya ronda los 13 años, dos gatos y un par de grandes acuarios.

Creo sinceramente que a los niños pequeños les beneficia mucho y en muchos aspectos convivir con animales, les educa en muchos sentidos, les enseña el ciclo de la vida, la responsabilidad el respeto a todos los seres vivos.

Y les divierte: deberíais ver a mi hija abrazando al gato, jugando con la perra o dando besos a los peces a través del cristal.

Pero es de los adultos la responsabilidad final. Y debemos ejercerla a conciencia.

Así que estas Navidades cuidado con los caprichos. Meditad bien pros y compras. Y por favor, en caso de perros y gatos, mejor siempre la adopción que la compra.

Los animales no son juguetes

Los animales no son juguetes

Perros que fueron abandonados, niños que fueron maltratados

Acabo de descubrir una iniciativa preciosa.

Aunque ya llevan tiempo en marcha, acaba de de nacer oficialmente una humilde asociación sin ánimo de lucro llamada Hermano Oso que se dedica a algo precioso.

Ayudados de diez perros nórdicos (cuatro malamutes, cuatro huskies siberianos, un samoyedo y un alaskano) que han pasado por el abandono se dedican a llevar alegría a niños de entre 0 y 6 años que han sufrido malos tratos y viven custodiados por la Comunidad de Madrid.

Todos ellos adoptados en perreras y protectoras o donados para evitar su sacrificio.

Desde nuestros comienzos , la idea de la Asociación Hermano Oso , siempre ha sido la idea de salvar la vida de los perros para entregar felicidad a los niños.

Este proyecto nace a consecuencia de nuestras experiencias dentro de los centros de menores. El simple hecho de poder hacer un día diferente a un niño maltratado, es para nosotros una maravillosa experiencia y satisfacción.

Nuestras actividades asistidas por animales consisten en visitas en las que los niños se relaccionan con nuestros perros.

Esta actividad puede ser compartida por niños en grupo, a diferencia de un programa específico de terapia, el cual es adaptado a un único niño o grupo de niños con una condición médica específica.

El equipo de la Asociación Hermano Oso está formado por un grupo de personas sensibilizadas en el gran problema que abarca el maltrato en la infancia , especialistas en diferentes ramas pediátricas como cirugía, psicología, enseñanza especial y terapeutas.

Sin dejar a un lado a nuestros especialistas en veterinaria y psicología canina, que se encargan de velar por el estado de nuestro equipo canino.

Para ampliar su labor necesitan socios, voluntarios y colaboradores, así como ser conocidos. Aquí hay más información sobre cómo ayudarles.

Por eso me he permitido traerlos hoy aquí.

¿No os parece una iniciativa preciosa?