Tener un corte de pelo comodísimo cuando estás a punto de parir creo sinceramente que es algo tan importante como preparar la bolsa con los camisones con apertura tetil, las zapatillas y las bragas desechables.
Ya con el peque me pasé unos días antes por la peluquera. Ayer volví a repetir estrategia.
Ahora tengo el corte que más cómodo me resulta y menos cuidados requiere.
Si lo llevase teñido buscaría el color más semejante al mío para evitar tener que tapar raíces a menudo. Afortunadamente no es el caso.
Cuando estás recién parida, a medio dormir y con un bebé enganchado casi constantemente al pecho no estás de humor ni tienes tiempo para pelearte con el secador.
Y yo creía que era algo generalizado, pero hablando con la peluquera me ha dicho que no es así.
Sostiene que pocas madres futuras ejecutamos esa idea, que lo que es muy frecuente es que se presenten desesperadas en la peluquería en pleno puerperio diciendo «¡rápame! ¡no tengo tiempo para nada!».
¿A vosotras os pasó?