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Sacamocos ¿sí o no?

Son muchos los archiperres que desconoces antes de tener un hijo. Uno de ellos, posiblemente el más repugnante, es el sacamocos.

Los niños no saben sonarse la nariz. Y los mocos pueden llegar a ser tremendamente molestos, impidiéndoles respirar, mamar… no es raro que los hayan inventado.

Los hay con una pera. Es decir, metes el sacamocos por la nariz del bebé y con la pera creas vacío y extraes los mocos.

Pero los que yo he usado y utilizan en mi entorno son otros equipados con un tubito por el que aspiras los mocos. Una esponja a medio camino impide que te los tragues.

Sí, asqueroso. Ya lo sé. Lo que no se haga por un hijo…

Sé de gente que ha abandonado la habitación para evitar que se les revolviera el estómago con el espectáculo.

Parece ser que es mejor porque es más fácil regular la fuerza de absorción.

Creo que también los hay eléctricos, pero no los he probado.

Yo con mi peque lo utilicé la primera vez que se resfrió, pero no volví a usarlo más. Con Julia jamás lo he utilizado.

Lo descarté por varios motivos. El principal es que mi pediatra me lo desaconsejó. Me dijo que a ella en particular no le gustaban ni un pelo y que la presión podía acabar ocasionando otitis.

Además el peque lo pasaba fatal y empezaba a berrear nada más ver el cacharro.

Eso unido a que descubrí que las pipetas de suero fisiológico destaponaban la mar de bien, hizo que tirara mi sacamocos a la basura.

No lo he echado en falta la verdad. Aunque conozco madres que no saben vivir sin él.

¿Vosotros cómo lo véis? ¿Sacamocos sí o no?

Los mocos de nuestros mocosos

Yo me limito a quitárselos con un papel o un bastoncillo cuando ya asoman. Si hay muchísimos algo de suero para que los mocos se ablanden y salieran y listo.

No puedo con los extractores . Lo siento, pero no.

Tenía completamente olvidadas mis desventuras con él hasta que he visto que la peque tenía unos pocos moquitos hace un par de días.

Mi experiencia fue la siguiente: cuando el peque era muy pequeño, unos tres o cuatro meses, se resfrió. Lo que tenía sobre todo eran mocos, que no le dejaban mamar ni dormir tranquilo. Todo un incordio.

Acudí a la farmacia, me dieron unas pipetas de suero para aplicárselas por la nariz. Y me dijeron que podía ayudarle con un extractor.

Inmediatamente pusieron en el mostrador dos tipos de chismes: uno equipado con una pera que hace el vacío y otro con unos cables de goma, un extremo se mete en la nariz del bebé y por el otro la madre aspira, en el centro hay una esponjita para que no te acabes tragando los mocos de tu hijo.

Después me enteré de que también los hay eléctricos, como el de la foto. Hay todo un mundo de chismes ignotos a menos que seas padre reciente.

Me dijeron que era mejor el segundo, ya que podías regular la fuerza de aspiración, y ese que me traje a casa. No recuerdo cuanto costó.

Pues habrá a quien le haya resultado utilísimo y no pueda vivir sin ello, pero yo lo recuerdo con cierto horror. El pobre peque se retorcía y lloraba. Eso de que le metieran un tubo por la nariz y le arrancasen los mocos no le gustaba ni un pelo.

Lavar la esponjita era repugnante y enseguida por mucho que la lavaras estaba para tras unos pocos usos.

Enseguida descarté el chisme. Y tan mal fue la cosa que nunca me animé a probar el de pera.

Tengo una pregunta para las madres menos recientes: ¿cuándo aprenden a defenderse de los mocos sin nuestra ayuda?

Mocos, potito, barro, pisadas, caca, saliva…

No hay manera. Por mucho que lo intente es frecuente, por no decir casi diario, acabar con una mancha encima de mi peque.

Pueden ser restos de potito, leche, saliva… de todo lo que imaginéis que pueda proceder de un bebé que explora el mundo.

Estoy convencida de que en la antigüedad los baberos, toallitas húmedas y toallas éramos los papás y las mamás.

Aún recuerdo el día, en una reunión bastante importante de trabajo, en el que descubrí un pegote sin identificar en el pantalón.

Y yo rascándolo disimuladamente con la uña. Pero nada, ahí permanecía como recuerdo de mi pequeño gran amor y mi faceta de madre reciente.

Hoy han sido mocos en el hombro de la chaqueta mientras hablaba con la dependienta de una tienda.

Dudo mucho que alguna madre haya conseguido evitarlo.

¿Verdad?