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La higiene con los bebés

Como en los comentarios del post de ayer la cosa derivó inexplicablemente al tema de la higiene, hoy os traigo esta bonita imagen que vi hace tiempo en el recomendable blog El mundo de Armandilio.

Por petición popular he quitado la foto, si queréis verla podéis pulsar aquí.

Da igual la marca de jabón que se anuncia (yo uso la pastilla de glicerina de toda la vida), lo importante es el mensaje.

Las manos son una de las principales vías de propagación de enfermedades. Si nos las lavásemos más a menudo ahorraríamos muchas gripes, gastroenteritis, resfriados… tanto a nuestros bebés como a nosotros mismos.

Aquellos que me leéis hace tiempo sabéis que no soy amiga de meter a los bebés en una burbuja. No uso esterilizador, creo que tienen que meterse arena en la boca y exponer su sistema inmunológico a suficientes retos.

En cambio lo del lavado de manos me parece fundamental. Sobre todo con recién nacidos.

Es de agradecer cuando las visitas de esos primeros días deciden voluntariamente lavarse las manos antes de coger a tu hijo o al menos advierten que traen las manos limpias.

Una amiga se vió en la papeleta de exigirle cortesmente a un familiar que llegó al hospital después de todo el día en el tajo, desplazándose en transporte y oliendo a búfalo que se lavara si antes quería tomar en brazos a la criatura, que además fue ligeramente prematura.

No se ofendió, pero sí se sorprendió con la petición. Me consta que hubo quien la puso verde a la pobre. «Pija» o «tiquismiquis» fue de lo más suave que le cayó.

Otra hizo de tripas corazón y sufrió en silencio considerablemente cuando una anciana de la familia casi con síndrome de Diógenes, una señora a laque se la olía cinco minutos antes de que llegara, se empeñó en coger a su niño.

Yo nunca me he visto en semejante tesitura afortunadamente.

Y conozco otro caso de oídas de una mamá que le preguntaba a la gente si venía con la ropa de haber trabajado todo el día antes de consentir dejarles al niño.

Tal vez sea excesivo, pero está en su derecho.

¿Os habéis visto en alguna situación semejante?