Hace tiempo que no os recomiendo juegos de mesa, tengo que ponerme las pilas que la Navidad está a la vuelta de la esquina y estos juegos son una buena opción de entretenimiento que además tienen muchos beneficios. Además, mi santo ha venido el mes pasado de Essen (Alemania), la feria más importante de juegos de mesa del mundo, cargado con unas cuantas cajas de las que merece la pena hablar.
Hoy os voy a recomendar Potion Explosion, un juego de dos a cuatro personas que distribuye Edge en España, que en casa jugamos bastante y que tiene como una de sus principales virtudes que pueden jugar niños y adultos en igualdad de condiciones pero que también es entretenido solo para adultos.
Se recomienda para niños a partir de ocho años, pero por mi experiencia a partir de los seis pueden jugar perfectamente, siempre que sean niños capaces de permanecer media hora sentados y atentos. De hecho la atención es precisamente lo que se puede trabajar con ellos gracias a este juego. Y hemos comprobado que niños de entre seis y ocho años también pueden jugar solos sin necesidad de «un mayor» controlando la mecánica. Ya os he contado alguna vez que no acabo de entender cómo adjudican las edades mínimas en las cajas.
Es decir, que es un juego fácil y las partidas son rápidas, sobre todo si se juega a poner un temporizador para acelerar las jugadas que, como dice mi hija, «no hay que pensarlo tanto, que no es el ajedrez». Efectivamente, no es uno de esos juegos que requieran de elaboradas estrategias, se explica y domina rápidamente y la suerte tiene mucho que ver en su desarrollo.
¿En qué consiste? Pues en elaborar pociones. Hay un dispensador con varias hileras de canicas de cuatro colores. Cada jugador elige dos pociones, botellitas que te exigen diferentes ingredientes/canicas con distintas puntuaciones. Cada vez que completemos una poción la reservaremos y podremos usarlas cuando las necesitemos. Tienen diferentes efectos: coger dos canicas juntas de distinto color, convertir las canicas de nuestro almacén en el color que deseemos, repetir el efecto de una poción ya usada… Cuando se logra elaborar cinco pociones distintas o tres iguales, cogemos una ficha de cuatro puntos, si se acaban esas fichas de bonificación, se acaba la partida. El que sume más puntos, gana.