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¿Madres de alquiler, sí o no?

Me he en contrado con un teletipo de EFE en el que un experto en derecho señala el error del Ministerio de Justicia al no legalizar la maternidad subrogada en España, es decir, las madres de alquiler.

Y no tengo conocimiento suficiente para dar una opinión sobre el tema, pero a priori y sin saber los pros y los contras de países en los que esa figura sí existe, si la cosa está bien regulada y las mujeres que ofrecen su vientre lo hacen bien informadas y voluntariamente, no me parece mal. Las adopciones nacionales o internacionales no siempre son posibles.

Veo en las noticias publicadas en 20minutos.es sobre madres de alquiler, que la mayoría hacen referencia a homosexuales, a famosos y a famosos homosexuales.

Lo que sí es cierto es que creo que muy pocas mujeres serían capaces de gestar un hijo, aunque no tenga ni un gen suyo, parirlo y entregarlo. A todas les tiene que costar y no me extraña que hubiera muchas que se arrepienten de haberse metido en esto. Desde luego yo no lo haría.

Y aquí el teletipo:

Carlos Lasarte Alvarez, profesor del Departamento de Derecho Civil de la UNED, ha afirmado que actualmente en España varios especialistas en derecho y maternidad subrogada comparten la opinión de que el Ministerio de Justicia está haciendo un «flaco favor» al concepto de buena práctica del derecho ante la negativa de legalizar la maternidad subrogada o las madres de alquiler, en lugar de «afrontar» y regular esta figura, ya que en palabras de Lasarte, «no hay más remedio que admitirlo» si no quiere provocarse un deterioro del derecho que habitualmente, según Lasarte, viene de las propias instituciones gubernamentales.

En declaraciones a Europa Press previas a la conferencia ‘La maternidad subrogada en el derecho comparado’ que Lasarte ha ofrecido en el marco de la segunda jornada del curso ‘La maternidad subrogada: aspectos médicos, morales y jurídicos’ que la Universidad Pablo de Olavide organiza durante la última semana de la IX edición de los Cursos de Verano en el centro cultural Olavide en Carmona, el profesor ha explicado que la realidad social escapa al derecho cuando esta realidad expone los casos de celebridades como Miguel Bosé o Tita Cervera que hacen al resto de la ciudadanía cuestionarse su acceso a este derecho.

Lasarte ha afirmado que el tema de la maternidad subrogada supone un avance biológico y técnico «enorme» en el campo de la medicina de la mano del Premio Nobel de Fisiología 2010 el profesor Robert G. Edwards, quien hace treinta y cinco años consiguió el nacimiento de la primera niña subrogada. Ante esta novedad en el ámbito médico, ha explicado Lasarte, el derecho ha tenido que ir reaccionando un paso por detrás, ya que las «realidad, alegrías y desgracias» preceden siempre a la regulación de las mismas.

«Actualmente en Derecho comparado hay un absoluto abanico de soluciones», ha señalado Lasarte, aludiendo a la multitud de países como España, Italia o la gran mayoría de los estados norteamericanos, donde las madres de alquiler están «radicalmente» prohibidas, enfrentándose así desde el punto de vista legislativo a una prohibición que pretende «laminar» la práctica de la maternidad subrogada. Frente a estos casos, Lasarte ha expuesto la idiosincrasia del estado norteamericano de California con una legislación paradigmática y muy conocida a nivel internacional, ya que potencia la figura de la madre de alquiler.

Lasarte ha continuado exponiendo los ejemplos de otros países como India, donde la maternidad subrogada es más asequible económicamente pero menos garantista desde el punto de vista médico. Igualmente, ha querido reseñar el caso de Grecia, donde las madres de alquiler se han reconocido categóricamente a través de una ley de 2002, así como el ejemplo más característico de legalidad y maternidad subrogada en Reino Unido, cuna de las madres de alquiler, que admitió esta fórmula ya en 1985 entendiendo que era un «bien para la humanidad y la lucha contra la esterilidad masculina» que ha afirmado Lasarte es la más común en contra de lo que la opinión pública cree.

Finalmente, Lasarte ha reconocido que el desigual acceso a este derecho en función de las legislaciones nacionales puede generar problemas en el ámbito del derecho internacional privado ya que técnicamente supone una tarea compleja la gestión de actuaciones ya habituales en las que se pretende burlar una prohibición legal en un determinado país mediante una técnica de inscripción registral a través del registro civil para «darle realidad» a un niño reconocido fuera de sus fronteras.

La estimulación ovárica

Hoy tenemos una noticia que me ha hecho recordar la aventura de mi amiga. La aventura de muchas mujeres. Probablemente de algunas de las que me leéis por aquí.

Unos investigadores británicos este método entraña ciertos riesgos en el embarazo cuando lo llevan a cabo mujeres de más de 35 años. Esa edad biológica clave en la procreación, a partir de la cual empiezan a dispararse las gráficas de riesgo.

Un grupo de investigadores del Centro de Fertilidad, Ginecología y Genética de Londres considera que ese procedimiento, por el que se recurre a la medicación hormonal para estimular los ovarios y que de esa manera liberen un mayor número de células reproductoras (ovocitos), altera el proceso crítico de la duplicación de cromosomas conocido como meiosis.

Según los expertos, eso podría causar anormalidades en el número de cromosomas, lo que a su vez podría provocar efectos adversos como el fracaso del tratamiento de reproducción asistida, un aborto o, de manera más rara, el nacimiento de un bebé afectado con condiciones como el Síndrome de Down.

Según Handyside, «los resultados de esa investigación deberían permitirnos identificar mejores estrategias clínicas para reducir la incidencia de los errores de cromosomas en mujeres mayores que se someten a tratamientos de IVF», indicó.

Os cuento: una buena amiga, hace mucho tiempo, tuvo que someterse a un tratamiento de estimulación ovárica. Al final no resultó, se sometió a una intervención para solventar los problemas que le daban sus ovarios poliquísticos y después pudo ser madre sin más complicaciones.

Pero recuerdo claramente la etapa en la que se sometía a las inyecciones hormonales. Ella me contaba que, pinchazos aparte, no era nada agradable, que le alteraba mucho el ánimo y el físico, y que tampoco era agradable mantener relaciones sexuales cuando te lo marca el reloj aunque en ese momento no te apetezca especialmente.

Lo que sea por tener hijos cuando se despierta ese deseo. De hecho este método no es nada comparado con muchos otros.

Si alguna de vosotros os habéis sometido a este tratamiento os agradecería que compartiérais vuestra experiencia. Hay mucha información médica por ahí sobre la estimulación ovárica, pero poca desde la óptica de las mujeres que se han sometido a ella.

Sólo dos intentos para ser madre

La amiga de una amiga de mi marido lleva años peleando por tener un hijo. Ya he hablado en alguna ocasión de la angustia que se siente cuando se desea concebir y no se consigue.

Se ha sometido a un tratamiento de reproducción asistida, pero nos cuenta que en el hospital público madrileño al que ha acudido sólo te dan dos intentos para quedarte embarazada.

Si en esas dos primeras ocasiones no tiene éxito, ya no hay nada que hacer más que irse a un centro privado.

Ella, tras no conseguirlo en esas dos ocasiones, se ha sometido a un intervención que probablemente pudiera ayudarla a quedarse embarazada. Pero no sabrá si a la tercera va la vencida.

La verdad es que no tengo ni idea de si es así en todos los hospitales públicos o sólo en éste, tampoco si es norma en toda España, pero ella quiere denunciar su caso y yo he querido cederle algo de espacio en este blog.

Estimados señores,

Llevamos mas de cuatro años inmersos en un programa de Reproducción Humana Asistida, después de pasar por el quirófano cuatro veces (2 punciones y 2 Laparoscopias). Nuestras oportunidades se acabaron, y nos dejan en la cuneta, sin haber logrado nuestros objetivos (TENER UN HIJO), ni nosotros, ni los médicos que nos han atendido durante estos duros y largos años.

Sabemos que no somos enfermos (de momento, claro…), pero tampoco pedimos un tratamiento estético, simplemente les rogamos que no nos abandonen, y nos veamos obligados a recurrir a Clínicas Privadas para arruinarnos mas si cabe, esta vida que “nos ha tocado”.

No entendemos por que nos ponen limites en nuestras necesidades médicas, “sus razones” son que hay muchos pacientes, pero lo que no es normal es que en su hospital “LA PAZ” solo tengamos dos consultas operativas, cuando además creo que solo hay 4 hospitales en la Comunidad de Madrid que disponen de este tipo de unidades, para cualquier enfermo no hay un limite de tratamientos, se les medica y atienden tantas veces como hagan falta, aunque tengan muchos pacientes (Enfermos de VIH, Drogodependientes, Enfermos de Cáncer, Accidentes de Trafico, etc.…), por que a nosotros que necesitamos su ayuda para poder ser Padres Biológicos, si nos ponen limite (2 oportunidades), ¿que diferencia tenemos con otros enfermos…? Sabemos que no es comparable una enfermedad como las anteriormente mencionadas con nuestro problema de Infertilidad, pero es “nuestro problema” y sufrimos por ello igualmente.

En nuestro caso han tenido que realizarme una segunda Laparoscopia para poder subsanar un problema que creemos me impide poder engendrar un hijo, pero…. No tenemos más oportunidades, con lo que es imposible saber si el resultado de dicha operación es satisfactorio. Lo sabremos si vamos a una clínica Privada, y si tenemos un poco de suerte me quede embarazada, entonces si seremos conscientes que la operación realizada en su Hospital es un éxito… ( Que triste…no?)

Sabemos que no conseguiremos nada, absolutamente nada, solo este escrito quedara en sus archivos y nosotros “caeremos” en una de esa miles de clínicas que se llevaran nuestro dinero y el merito de todo el trabajo realizado por su equipo de Infertilidad.

No queremos que se nos olvide, dar las gracias a todas las personas que nos han intentado ayudar en todos estos años y que ahora se ven obligados a abandonarnos (por culpa del sistema y de las normas) , todos ellos forman un equipo magnifico , las enfermeras, Biólogos, el Personal de Quirófano, y sobre todo a la Doctora Mª Carmen Cuadrado Mangas, GRACIAS, por haberme tratado, a mi personalmente con tanto cariño, seguramente el tratamiento tan largo y duro no habría sido igual, espero algún día poder presentaros a nuestro hijo, da igual de donde venga, parte de su existencia, os la agradeceremos siempre a vosotros.

Espero que este tema se pueda resolver y que los pacientes que lleguen a su Hospital no tengan que pasar por este “abandono” sin ningún tipo de contemplación.

Sin más reciban un cordial saludo,

Nuria Sanz Alonso

A ellos también se les pasa el arroz

La noticia es un poco vieja, pero creo que merece la pena recordarla en este blog

Y es que es lo primero que leo sobre que a ellos también se les pasa el famoso arroz.

Siempre he dicho que el momento de decaimiento reproductor masculino es un secreto tan bien guardado como la fórmula de la coca cola. En parte gracias a que es más invisible que la femenina.

Anda que no he oído veces presumir a los hombres de que ellos siempre pueden tener hijos, que somos las mujeres las que tenemos fecha de caducidad reproductiva y vivimos obsesionadas con el reloj biológico al cumplir años.

Normalmente, cuando les contradices, siempre acaban mentando a Papuchi (así lo hacen en los comentarios de la noticia). Pese a que lo del famoso doctor Iglesias fue reproducción asistida.

Y también he oído a muchas mujeres quejarse amargamente de que sus parejas no sienten la presión de la edad que tienen ellas.

Por eso, aunque es obvio que la mujer siempre tiene la parte más esforzada de la concepción y por tanto precisa más de la juventud, no está mal que ellos se den cuenta de que el reloj también corre para ellos.

Son muchas las investigaciones que aseguran que pasados los 35 años en las mujeres se pierde fertilidad y muy pocos los estudios que se han dedicado al estudio de la fertilidad masculina según publica El País.

Sin embargo, ahora un estudio, elaborado por el centro de reproducción asistida Eylay de París, señala que los 35 años también afectan a los hombres en su capacidad reproductiva.

El estudio desvela que si el padre tiene entre 30 y 34 años, el riesgo de sufrir un aborto espontáneo es de un 16,7%, entre 35 y 39 años asciende a 19,5% y con más de 40 el porcentaje es de 33%.

«Yves Ménézo, embriólogo del centro parisino, explica que los hombres mayores son menos fértiles a causa de una mayor fragmentación del ADN de sus espermatozoides, responsables de transmitir la información genética al óvulo».

«A partir de ahora, los ginecólogos deberán tener en cuenta tanto la edad de la madre como del padre», añade Ménézo.

El embarazo que no llega

Te haces pruebas. Se las hace tu pareja. Todo está bien. No tienes ningún impedimento para quedarte embarazada, pero no lo consigues.

Lees en los libros los sutiles síntomas del embarazo: pechos hinchados, sueño, más ganas de orinar… Crees tenerlos todos.

Pero cada mes llega una nueva menstruación y toda la ilusión se va al garete.

Y cada vez te obsesionas más.

El sexo se convierte en la búsqueda de la concepción, hasta el punto de llegar a ser algo insano para la pareja.

El estrés aumenta. El embarazo no llega.

Y profesionales de la salud, amigos y familiares comienzan a decirte que es esa obsesión la que impide el embarazo.

Todo el mundo conoce a alguien que, hasta que no logró relajarse, no se concibió. Que no te obsesiones, insisten. ¡Cómo si fuera tan fácil!

La pescadilla que se muerde la cola.

Es un recurso natural. Una defensa imperfecta pero lógica de nuestro cuerpo. Si hay estrés interpreta que no es buen momento para quedar embarazada, que es un periodo de mayor fragilidad para la mujer.

Durante años vino estupendamente. En periodos de guerras, pestes y hambrunas. El problema es cuando todo ese estrés y angustia viene precisamente por el deseo frustrado con cada regla de tener un hijo.

Y a veces acaba resultando que no era el estrés.

Pero cada mes que pasa supone otra decepción.

Y el embarazo que no llega, protagoniza tu vida.

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Lo entiendo. Puedo meterme en tu pellejo sin demasiados problemas. Ojalá también supiera cómo ayudarte a salir de esa situación.

Los óvulos son caros, el esperma barato

«Los óvulos son caros, el esperma barato». Escuché esa frase en un documental sobre naturaleza, en el que explicaban las razones por las que las hembras de los animales son tan selectivas a la hora de escoger pareja.

Hoy se me ha venido a la cabeza al leer el artículo con el que abrimos el periódico, al menos en Madrid: Más donaciones de óvulos por el ‘turismo reproductivo’

Os recomiendo su lectura.

Aquí os dejo los testimonios de una mujer que ha ha recibido un óvulo y otra que lo ha donado.

Lourdes Minaya. Funcionaria, 39 años. «Alcanzaré mi sueño gracias a otra mujer»

«Después de cinco años intentando tener hijos de forma natural sin éxito y cuatro más con tratamiento in vitro, he decidido fecundarme con óvulos de otra mujer», afirma Lourdes (que no quiere que la reconozcan).

«La donante es anónima, pero estaré siempre agradecida porque alcanzaré mi sueño con su ayuda».

Tamara Navarro. Estudiante, 22 años. «Es su hijo, yo sólo pongo los genes»

Tamara ya va por su cuarta donación y su hermana, de 19 años, también lo hace. «Me convencí al ver que había parejas con problemas, aunque el dinero también viene bien para una universitaria. Esos niños se parecerán a mí, pero yo sólo pongo los genes, su madre real será la mujer que le va a dar la vida. Merece la pena, es muy reconfortante».

Da que pensar. Yo nunca me planteé donar óvulos. Y mira que recuerdo los carteles invitando a hacerlo en la facultad.

Tal vez ahora me lo plantearía. Y no por los 1.000 euros que te pagan, sino por la posibilidad de hacer feliz a mujeres como Lourdes Minaya.

¿Tú lo has hecho? ¿Lo harías?