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¿Qué es lo primero que haríais si os dijeran que vais a tener gemelos, mellizos o trillizos?

gtres_a00393370_3705No he escrito apenas nada sobre partos múltiples, sobre lo que se siente y se experimenta al recibir la noticia de que en tu interior albergas dos vidas (o tres o cuatro…), lo que supone su parto, su lactancia, su crianza en general… Sé, eso sí, que es algo que está lleno de expectativas erróneas, falsas creencias y miedos injustificados. Sé que es algo para lo que merece la pena informarse y prepararse.

No he escrito apenas al respecto porque carezco de experiencia personal. Sí, he leído artículos, noticias y visto algún documental, pero en mi entorno cercano no hay. Lo único que me viene a la cabeza cuando sale el tema son dos anécdotas que viví. Voy a contároslas:

La primera viene de cuando yo era niña. En mi colegio tenía una compañera, cuya hermana también iba al mismo colegio. Éramos ya niñas mayores, con la adolescencia a la vuelta de la esquina, cuando su madre quedó de nuevo embarazada. Donde comen cuatro comen cinco… Pues en la casa en la que comían cuatro acabaron comiendo siete. La madre de mi amiga tuvo trillizos varones. De tener dos niñas casi ya criadas, a tener dos adolescentes y tres pequeños terremotos. Eso sí que es un golpe de timón familiar.

gtres_a00350546_001La segunda fue mucho más tarde. Acudía tras tener a Jaime a la primera revisión con la matrona, que quería comprobar mi estado. Estaba en la sala de espera, salió una madre reciente y entré yo. Mi matrona comenzó preguntándome qué tal lo llevaba y yo contesté algo del tipo: “pues ya sabes, con un recién nacido trabajando a jornada completa”. Mi matrona sonrió y me contestó: “pues imagina cómo debe ser para la mamá que acaba de irse, que ha tenido cuatro. Y sin fecundación artificial ni nada. De tres ya había tenido, pero con cuatro es la primera”. No quiero ni imaginarme la intendencia, la verdad…

Acabadas las anécdotas, os dejo con gente que de verdad sabe: la Asociación Madrileña de Partos Múltiples (AMAPAMU). Os recomiendo los contenidos de su web, su asesoramiento y que les ayudéis con sus reivindicaciones, que son de lo más razonables.

Si os soy sincera, yo no me hubiera alegrado si me hubieran dado la noticia de que iba a tener un parto múltiple. Hubiera preferido lo que tengo, dos hijos escalonados. Pero probablemente sea en cierta medida por desconocimiento o falsas creencias. Y estoy convencida de que, una vez recibida la noticia hubiera acudido corriendo a informarme y luego me hubiera convencido de que se trata de una doble, triple (e incluso cuádruple) alegría y disfrutado encontrando sus ventajas, sus vivencias únicas.

Por la parte que me toca, tomo nota mental de escribir más a menudo y con rigor sobre el tema con el asesoramiento de Amapamu.

Y aprovecho para contaros que este sábado celebran un mercadillo de segunda mano en Madrid, una de sus muchas actividades anuales que es un éxito y que resulta especialmente útil en estos tiempos de crisis que corren.

¿Doble alegría?

Una persona de mi entorno familiar está embarazada de apenas seis semanas. Y la pobre lo está pasando fatal.

Las naúseas son terribles. Tanto es así que como era incapaz de retener líquidos han tenido que recetarle un medicamento que la ayude a sobrellevarlo.

Además, con sólo seis semanas ya se le nota claramente el útero hinchado. No puede abrocharse sus vaqueros.

Y cuando me lo han contado no he podido evitar pensar ese malestar tan notable y el engordar tanto y tan pronto son los primeros síntomas de un embarazo múltiple antes de que la ecografía lo confirme.

A ella no se lo he dicho. Dudo que fuera a hacerle gracia. Y en cualquier caso probablemente sea un embarazo único.

Pero me ha hecho pensar: en absolutamente todos los casos que conozco de embarazo de mellizos o gemelos, cercanos o lejanos, los padres no se tomaron precisamente la noticia como motivo de doble alegría.

Hubo un caso que le entró una llantera incontrolable. Otro en el que se puso tan nerviosa que tuvo que salir de la consulta inmediatamente. Claro que ahí lo que le dijeron es que le venían trillizos nada menos.

El resto reaccionaron normalmente con un «¿está seguro?» poco entusiasta.

Y luego hay varios meses para pensar en que se trata de un embarazo de mayor riesgo, en si el carrito doble entrará en el ascensor, cómo será la lactancia o en que se necesitará más ayuda al principio de los abuelos de lo que se creía.

Pero si son hijos deseados y amados, al final sí que acaba siendo una doble alegría a pesar del doble esfuerzo.