¿Recordáis el post sobre las formas cariñosas de llamar a nuestros hijos cuando son bebés? Pues nosotrosw tenemos uno nuevo para Julia: la marquesa de la babilla.
Podéis imaginar la razón: la pobre ha comenzado hace unas semanas su pelea particular con los dientes de leche y babea y muerde como un bulldog.
Ha empezado pronto lo sé, tiene poco más de tres meses y medio, pero no nos extraña demasiado. Yo tenía dos dientes con dos meses. Mi madre se ganó en una apuesta con su madre y hermanas una bandeja de pasteles. No creían que tuviera dientes tan pronto.
La verdad es que suelen aparecer como pronto a los tres meses y como tarde a los diez. Pero hay excepciones por arriba y por abajo totalmente normales. De hecho hay niños que nacen con dientes.
Su hermano no fue tan tempranero rompiendo la primera pieza, el primer diente apareció con siete u ocho meses (no lo recuerdo bien), pero al menos después fueron todos seguidos y no le han dado nada de guerra nunca.
Las reglas también dicen que suelen aparecer primero los dientes de abajo. Pero tampoco aquí hay nada seguro. Conozco un niño que lo primero que mostró fueron los colmillos. Parecía un draculín.
Eso es lo importante. No cuando aparezcan sino que no molesten demasiado.