A Jaime no le quitamos ninguno, se le cayeron solos que es la situación ideal. También es verdad que por su autismo él no nos contaba que se movían ni esperaba con ganas al ratoncito Pérez, pienso mientras veo a Julia tan dispuesta con su boca abierta como un pajarito en el nido.
– Ya lo tiene casi suelto, habría que quitárselo. A ver si se lo va a tragar o lo pierde durmiendo –
Julia seguía observando nuestro intercambio, sin gota de miedo y moviendo el diente prácticamente suelto con la lengua. Sólo colgaba ya de un hilito. Estaba casi completamente suelto.
– Vale, voy por la gasa –
Agarré el diente bien envuelto y prácticamente no tuve que hacer nada para tenerlo entre mis dedos. No hubo sangre, ningún problema. Y Julia saltando tan contenta queriendo ver el diente que haría venir por primera vez a casa al ratoncito Pérez.
Este fin de semana hemos perdido el segundo diente de la misma manera. Con cinco años, un poco pronto sí, a partir de los seis e incluso a los siete es lo más frecuente. En su clase sólo hay cuatro niños en el club de los mellados.
Os dejo parte de un texto de Wikihow sobre cómo proceder con los dientes de leche tambaleantes. Tal vez en el tercero, uno de los paletillos de arriba que también se mueve bastante, no sea necesario.
Deja que la naturaleza tome su curso. La mayoría de los doctores y dentistas recomiendan que los padres no intenten nada para acelerar el proceso natural.Los dientes que son extraídos demasiado temprano no servirán de guía para los dientes que saldrán en su lugar. Cualquier niño te dirá que es una opción innecesariamente dolorosa también.
Vigila el diente mientras se va aflojando. Asegúrate de que el diente y el área de la encía circundante se ve sana y no tiene caries ni infección. Si el diente tiene caries, tal vez requiera que se extraiga mediante cirugía en un consultorio dental.
En todo caso, aconseja a tu hijo que mueva los dientes, pero sólo con la lengua. No todos los padres deciden dar permiso al niño para mover los dientes, pero los que hacen posible que deseen instruir a su hijo a mover sólo con la lengua. Esto es por dos razones:
- Mover con las manos puede introducir bacterias y suciedad en la boca, con el riesgo de infección. Los niños no son exactamente las criaturas más limpias del mundo, haciendo de esta una receta para la mala salud dental, además de la mala higiene.
- La lengua generalmente es más suave que la mano. Los niños corren un mayor riesgo de sacar accidentalmente un diente antes de que esté listo cuando utilizan sus dedos para sacar el diente. Al mover el diente con la lengua reduce el riesgo debido a que la lengua no puede agarrar el diente de la misma manera que los dos dedos lo hacen.
Si el diente nuevo sale en una situación inesperada, ve a un dentista. Los dientes permanentes que salen detrás de los dientes de leche, es una condición reversible y común. Mientras el dentista quita el diente de leche y le da suficiente espacio para moverse en su posición prevista en la boca, no debería ser un problema.
Si el niño deja que el diente salga sin ayuda, espera ver muy poca sangre. Los niños que esperan la cantidad adecuada de tiempo para que su diente caiga (a veces de 2 a 3 meses), deberá tener muy poca cantidad de sangre.
Si cualquier movimiento del diente o jalarlo hace que broten cantidades excesivas de sangre, instruye al niño para detenerse; es más probable que el diente todavía no esté listo para ser extraído, y no debe ser agravado aún más.
Si el diente sigue flojo pero no es extraído después de 2 a 3 meses, ve al dentista. Un dentista podrá administrar analgésico tópico y extraer el diente con los instrumentos adecuados.