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Recogen firmas para que «los niños de hoy puedan salvar una vida mañana»

Este lunes ha sido noticia una iniciativa que cuenta con todas mis simpatías. Ya he firmado y aquí os lo traigo por si estáis de acuerdo y os place hacer lo propio.

Se titula: Piden que emergencias y protección civil sean parte de la asignatura de Educación Cívica.

Y cuenta que profesionales y voluntarios de emergencias y protección civil están moviéndose en las redes sociales (en twitter usan el hashtag #EdCivEmerg) para que «la formación en estas cuestiones y primeros auxilios tenga cabida en la futura asignatura de Educación Cívica y Constitucional o, al menos, en la enseñanza en general».

Su manifiesto se llama «Los niños de hoy pueden salvar una vida mañana»
y defienden en su manifiesto que:

La reciente decisión del gobierno de España de transformar la asignatura de la ESO Educación para la Ciudadanía en Educación Cívica y Constitucional nos ha llevado a un grupo de profesionales y voluntarios de las emergencias, protección civil y seguridad a plantearnos la posibilidad de aprovechar este cambio para ayudar a salvar vidas.

Numerosos estudios científicos corroboran la necesidad de que todos los ciudadanos conozcan las técnicas de soporte vital básico. Hasta un 75% de las muertes por enfermedad cardiovascular se producen en el domicilio del paciente. El reconocimiento de la situación, y la actuación por parte de los testigos presenciales, es primordial para la supervivencia de la víctima. Otro de los grandes males de la sociedad actual, el accidente cerebrovascular, supone la primera causa de incapacidad en mayores de 60 años en nuestro país y podría beneficiarse de la rápida actuación por parte de los testigos.

La mortalidad durante la primera hora tras un accidente de tráfico (la llamada Hora de Oro) es un claro ejemplo de muertes evitables gracias a una rápida y correcta actuación por parte de los ciudadanos presentes que podría, y debería, enseñarse en las aulas.

Incendios en viviendas, derrumbes, catástrofes medioambientales y tecnológicas causan cientos de víctimas derivadas de comportamientos inadecuados de la población por desconocimiento de los planes de emergencias que podrían evitarse con una correcta formación en este campo.

Por todo ello solicitamos al actual Gobierno de España, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, partidos políticos, sindicatos, asociaciones, instituciones educativas y, a toda la sociedad en general, que apoyen el objetivo último de este manifiesto: reservar un porcentaje de la nueva asignatura de Educación Civil y Constitucional para impartir enseñanzas de emergencias, protección civil y seguridad vial.


Yo estaría encantada de que mis hijos
se encontrasen con que un porcentaje elevado de esa nueva asignatura que viene a sustituir Educación para la ciudadanía en la ESO se centre en lo que piden.

¿Cómo lo véis vosotros?

Los puentes en lunes y las fiestas escolares

Eso me preguntó esta semana un amigo tras el anuncio de nuestro recién estrenado presidente de que todas las fiestas (salvo unas pocas aún por conocer) se trasladarían a lunes para evitar puentes.

Y lo que le dije es que desde el punto de vista de intendencia familiar de una madre reciente era hasta bueno. A mi santo y a mí nos resulta imposible coger todos los puentes que hay, como casi a cualquier trabajador, pero los colegios hacen puente siempre. A veces más que puentes se les puede llamar viaductos o acueductos. Y eso supone para los padres recientes bastantes quebraderos de cabeza.

Mi amigo me contestó que ya era la segunda persona que le decía lo mismo.

Y sí, ya sé que los colegios no son aparcaniños. Pero, siendo realistas, la conciliación es complicada y con puentes que se convierten en semanas enteras de fiestas aún más.

Sin ir más lejos, este año las fiestas navideñas caen bastante mal. Toca trabajar esta semana completa y la que viene también. Pero hoy mismo Jaime ya está de vacaciones.

No sé que haría sin la ayuda de los abuelos.

¿Cómo os apañáis vosotros?

El sueño de la integración en el Día de la Discapacidad

Hoy es el día de la discapacidad. Un día para recordar a millones de personas: discapacitados físicos, intelectuales, sociales y sensoriales. No deberíamos olvidar que la discapacidad, en sus múltiples formas, trata en realidad de los retos, problemáticas, sentimientos, necesidades y aportaciones de individuos, de personas con nombres y apellidos, muchos de ellos niños.

Sabéis de sobra los que me leéis que Jaime, a sus cinco años, tiene una discapacidad importante a consecuencia del autismo. Pero hoy quiero recordar en general a todos los niños que se enfrentan a un mundo que no está pensado para ellos sea cual sea la causa: un mundo lleno de gente que anda, habla, se relaciona con facilidad, ve, oye… un mundo que para ellos supone un muro tras otro a saltar, rodear o soportar. También en los colegios.

No estaría de más recordar en estos tiempos de recortes que estos niños necesitan de apoyos especiales que les son imprescindibles. Necesitan profesionales cualificados, adaptaciones curriculares, cambios arquitectónicos… los necesitan y los merecen.

Todos son unos pequeños campeones que trabajan muchísimo, que tienen que demostrar más, a los que les exigimos sin tregua. Y eso va a ser así inevitablemente ya que tienen que adaptarse a situaciones en las que no está contemplada su discapacidad-

Lo menos que podemos hacer es procurar que sean las menos posibles, facilitarles todo lo que podamos el camino.

Todos tenemos que hacer esfuerzos en tiempos de crisis, pero ellos ya están haciendo muchos.

De cumpleaños

Hoy hemos estado en el segundo cumpleaños de mi sobrina. Como viene siendo habitual en nuestras grandes urbes, en un parque de bolas. Lote completo: bolas, merienda, tarta, y regalito a la salida. Se lo han pasado realmente bien los dos.

Julia y sus dos primas que también tienen dos años, encantadas con la atención y ayuda para avanzar por el parque de bolas de otras dos niñas de ocho y nueve años. Es bonito ver a esas niñas les gusta y se divierten responsabilizándose de las pequeñas y a las de dos años felices con sus amigas mayores. Dentro de no mucho, cuando unas tengan 13 años y las otras 5 o 6 dudo que suceda igual.

Jaime también ha disfrutado. Sensorialmente es muy estimulante para él el entorno de un parque de bolas, lleno de sitios por los que trepar, lanzarse, reptar y delizarse. Y además también disfruta de la cercanía de otros niños. Aunque a veces se tapa los oídos o busca un refugio tranquilo si el barullo le abruma, la mayor parte del tiempo está triscando tan contento, sonriendo al cruzarse con otros niños. Hace dos años apenas aguantaba media hora en un parque de bolas, menos incluso si había mucho jaleo.

La verdad es que Jaime no acude a muchos cumpleaños al año: el suyo, el de su hermana, sus dos primas y dos de viejos amigos nuestros que tienen niños pequeños. Seis en total. Me consta que otros niños de su edad, que ya van al cole, tienen celebraciones constantemente. Sobre todo si tienen cierta popularidad en el cole y son invitados con frecuencia por sus compañeros.

Por lo que he visto y oído es habitual que los padres impongan a los niños un número tope de invitados a su cumple: 6, 8, 10… y ellos deciden a quien invitar de sus 20 o 25 compañeros de clase.

A Jaime no le han invitado nunca. Algo que no me preocupa ni molesta, me parece lo más normal. Probablemente yo tampoco hubiera invitado a los cinco años a un niño de mi clase con autismo. Los hay más divertidos, no vamos a engañarnos. Además, como no vamos a llevarle ni a recogerle tampoco tengo una relación especialmente íntima con los padres de los niños que van co Jaime al cole. Y nosotros, dado que su cumpleaños es en agosto nunca hemos invitado a ningún compañero.

Pero siempre recuerdo un foro en el que participaba y eran varios los padres y madres de niños con autismo que llevaban fatal que a sus hijos jamás les invitasen, sobre todo si ellos estaban invitando a niños del cole. Me acuerdo de alguno que celebró la primera invitación recibida con una ilusión enorme.

Tengo curiosidad, sin perder el sueño por ello, por saber qué sucederá con Julia cuando comience en el cole al año que viene. Y lo que pasará con Jaime cuando pase a estar escolarizado en un centro específico para niños con autismo.

La técnica de la extinción aplicada a los profesores

Muchos padres recientes que rondáis por aquí sabréis de sobra lo que es la técnica de extinción: lo más útil y lo que más se recomienda cuando hay que enfrentarse a las rabietas infantiles.

Consiste básicamente en ignorar al niño cuando tiene una rabieta, no intentar reprenderle, distraerle o sobornarle con algún premio a cambio de que se calle. Se le deja que se desfogue, sin que se haga daño claro, y sin prestarle atención. Se supone que la total falta de respuesta de los adultos de referencia es lo más efectivo para cortar esos comportamientos.

Esa falta de reacción también se usa en otros casos, por ejemplo si le da por empezar a decir tacos. Es muy conductual y tiene detractores, pero yo puedo dar testimonio personal de su efectividad.

Hoy ha sido séptimo día de huelga de profesores de Secundaria en Madrid, segunda para Primaria. El tutor de Jaime la ha secundado. También es día de Huelga en Castilla La Mancha y de protestas y manifestaciones en otras ciudades españolas.

Pues hablando de Madrid, que es lo que conozco mejor, desde hace tiempo tengo la sensación de que los están tratando como a niños, aplicándoles la técnica de la extinción a la perfección.

No hay ninguna respuesta, o muy poca al menos. No van a sentarse a negociar con ellos. No les van a escuchar por mucha movilización que hagan (cada vez menos, que el tiempo gasta y en el sueldo se nota cada vez más). No van a hablar con ellos.

El problema aquí es que no están tratando con niños.

Aunque por desgracia creo que a medio plazo les va a resultar igual de efectivo que con ellos.

Aunque han olvidado que esta técnica no funciona con los niños sin la otra cara de la moneda: precisamente prestarles atención y jugar mucho con ellos cuando están tranquilos, contentos y colaboradores.

Tercer día de vuelta al cole

Hoy Jaime regresa al cole, vuelve a sus rutinas. Ya la pasada semana comenzó a recibir por las tardes sus terapias en Atención Temprana y de la Asociación Alanda, así que el retorno a los viejos hábitos está siendo gradual. Y lo llevó muy bien. Es cierto que llegó un poco cansado y quejoso al final de las sesiones, pero recibió a sus terapeutas con sonrisas. A ver qué tal hoy. Su tercera vuelta al cole nada menos. Parece que fue hace un suspiro cuando tuvo su semana de adaptación al comenzar por vez primera con tres años recién cumplidos. Esas semanas de adaptación que tanto esfuerzo suponen en algunas familias, pero que creo sinceramente que merecen la pena. El próximo año será Julia la que acuda al colegio. Al mismo que su hermano, aunque escolarizada por vía ordinaria. Está deseando ir. Sabe que necesita cumplir tres años y que sólo tiene dos (hace las cuentas estirando y contándose los deditos). Ya veremos lo que opina cuando se vea metida en el cole.

A lo que iba. Mucha suerte a todos los que andáis de vuelta al cole. Sobre todo a aquellos que se enfrentan a ello por vez primera o cuyos niños lo pasan regular estos días.

Último día de cole: la fiesta del agua

Hoy es el último día de cole de mi hijo. Hoy se despide de sus compañeros y de sus maestros. ¡Qué bonita palabra! Mucho más que la que ahora usan: tutores.

Por supuesto hay festejos. En el caso del centro al que va Jaime no hay funciones escolares, bailes o competiciones deportivas, como en otros colegios.

No sé qué harán en los colegios a los que van vuestros hijos, pero en el nuestro hacen por un lado una acampada para niños, padres y personal del centro en el patio del colegio la noche anterior, que este año ha coincidido con San Juan. Es voluntaria y van la mayoría de los niños más mayores y muy pocos de los pequeños. Y la mañana siguiente es la fiesta del agua: van rebozados con crema solar, chanclas, bañador y toalla y llenan el patio de aspersores, mangueras, cubos, pistolas de agua… Acaban felices como auténticas sopas. Padres y hermanos también están invitados.

Y a partir del lunes en las familias en las que tanto padre como madre trabajan llega el momento de organizarse: campamentos de verano, abuelos, tíos, cuidadores… Hay que buscarse las vueltas hasta ya entrado septiembre.

Algunas veces he leído en los comentarios que los colegios son aparcaniños. No estoy de acuerdo. Pero es cierto que coordinar los horarios y vacaciones escolares con las jornadas laborales de padres trabajadores es algo muy complicado.

También creo que los mandamos muchas horas y muy pronto al colegio. Algunos niños muy pequeños tienen jornadas fuera de casa demasiado extendidas en el tiempo. Pero a veces no queda más remedio.

¿Me contáis cómo os organizáis vosotros?

El otro día de la lotería: el día que te dan el colegio para tu hijo

Miles de padres han estado estas semanas sumando todos los puntos posibles por proximidad, ser antiguos alumnos, familia numerosa, tener hermanos en el centro, renta… y se habían quedado a la espera.

Estos días la espera habrá acabado y tendremos muchos padres recientes la mar de contentos y otros todo lo contrario.

Estos días muchos padres recientes sabrán si su hijo ha sido escolarizado en el centro que habían elegido o no. Sobre todo en el caso de niños primogénitos, normalmente cuando ya hay hermanos escolarizados y se pretende repetir centro la cosa es más fácil.

Para muchos no lograr esa escuela infantil o ese colegio seleccionado puede ser un drama, para otros tantos sólo una pequeña decepción.

Si habéis tenido suerte, enhorabuena.

Si no ha sido así pensad que con frecuencia el centro elegido acaba decepcionando y que uno en el que se acaba de rebote acaba cumpliendo todas las expectativas.

¿Cuál ha sido vuestro caso? ¿Habéis conseguido el centro que queríais? ¿Confiáis en lograrlo?

¿Uniforme escolar sí o no?

Hace una semana sacamos en 20minutos.es una noticia sobre la conveniencia o no de usar uniforme. Llevaba una encuesta asociada en la que la gran mayoría de los que votaron se mostraban a favor por el gran ahorro que suponía.

El uniforme escolar supone para algunos padres y expertos un «ahorro económico» para las familias, contribuye a la «sostenibilidad ambiental» y elimina las posibles «desigualdades socioeconómicas» de los alumnos, mientras que para otros es un elemento que les «resta individualidad» y su uso no tiene «ninguna consecuencia pedagógica probada».

Otra crítica es:

Que las niñas tengan que llevar falda y los niños pantalones, algo que, a su juicio, es «sexista y anticuado». También ha advertido de que las desigualdades sociales entre los alumnos no las solventa esta prenda y ha destacado que, al contrario, los estudiantes que no llevan uniforme «aprenden antes a respetar estas diferencias» y a «entender la realidad».

Esa diferencia de la falda y el pantalón no existe cuando uniformas a los niños más pequeños en las guarderías. Cada vez es más frecuente encontrarse a niños muy pequeños por la calle o en el parque con el chandal oficial de su guarde.

¿Qué opino yo que (tengo que confesar) llevé uniforme gran parte de mi vida?

La verdad es que no lo tengo muy claro.

No tengo muy claro por ejemplo que siempre suponga un ahorro. A veces el precio de los uniformes o de los chándales es realmente exagerado. Y como muy poco hace falta un par de juegos.

Tengo clarísimo que no eliminan las diferencias de clase o sociales. Siempre hay objetos, accesorios y actitudes que las marcan.

Por otra parte hay muchos tipos de uniforme y no sé por tanto si se les puede meter en el mismo saco: no es lo mismo un chándal para niños y niñas, que el conjunto faldita y americana con escudo.

Y no me convence nada el rollo lolita que tienen los uniformes de ahora cuando se los ves puestos a niñas apenas preadolescentes.

La evolución de los uniformes escolares femeninos parede ideada por un dibujante de anime japonés. Mi madre estudio en un colegio con uniforme y llevaba hasta un cuello duro almidonado. Cuando yo estudié llevaba un pichi tirando a informe, bastante largo y de un gris feíllo. En mi ex colegio cambiaron el uniforme que yo llevaba y ahora las niñas van con uno la mar de mono con falda a cuadros de colorines con tablitas.

De todas formas intuyo que la primera niñez y la adolescencia, como en casi todo, son dos mundos completamente distintos también en esto de los uniformes escolares.

¿Cómo lo véis vosotros?

¿Qué colegio vas a solicitar para tu hijo?

El otro día vimos a unos amigos cuyo hijo cumple tres años este verano y, nada raro, una de los temas que salieron en la conversación fue la elección de colegio.

Hoy se ha abierto el plazo de admisión en Madrid para escolarizar a nuestros hijos. Es decir, son fechas para muchos padres recientes de darle muchas vueltas al colegio que elegirán para sus hijos. No es algo como para tomárselo a la ligera.

Estos son los criterios que influyen para obtener puntos:
1) Proximidad al centro educativo.
2) Renta per cápita de la unidad familiar.
3) Hermanos matriculados en el centro.
4) Padre, madre o tutores legales que trabajen en el mismo.
5) Familia numerosa.
6) Discapacidad de algún miembro de la familia y enfermedad crónica del sistema digestivo, endocrino o metabólico del alumno.

Y extraído de un artículo de Armando Bastida para bebesymas la mar de recomendable, los criterios para elegir colegio son:
– Ideología
– Distancia del hogar
– Comedor
– Metodología

También sé de otros criterios que han pesado en padres que conozco como:
– Distancia del trabajo
– Ser el antiguo centro de uno de los dos progenitores
– Ser el sitio al que van otros niños de la familia (primos normalmente) o de amigos muy cercanos, lo que facilita la intendencia de ir a llevarlos/recogerlos y organizar festivos.
– Las instalaciones deportivas.
– El bilingüismo.

Yo me temo que es un quebradero de cabeza que ya no voy a tener. Salvo que llegue el momento de elegir un colegio específico para niños como Jaime, algo muy probable, pero los criterios y baremos no serán los convencionales. Julia irá al colegio de su hermano sin duda alguna. Está cerca de casa y estamos muy contentos con su funcionamiento y sobre todo con los profesionales que allí trabajan.

¿Qué criterios buscábais vosotros para elegir cole?
(que luego se consiga el cole deseado o no, ya es otro cantar).