Acabo de ver esta película con Julia a mi lado y he salido entusiasmada, deseando poder llegar a casa para escribir este post y recomendar que no os perdáis esta maravilla, que por desgracia es probable que dure poco en cartel. No tiene detrás la potencia en distribución y promoción que tienen otras cintas perfectamente olvidables y que aguantan muchas semanas en los cines. Kubo y las dos cuerdas mágicas No tiene eso, pero tiene todo lo demás: poesía, guión, música, personajes, fondo… y os aseguro que no exagero. Tampoco es que sea una producción pequeña, con un presupuesto de 60 millones de dólares.
Ambientada en el antiguo Japón, seguimos a Kubo, un niño al que le falta un ojo y le sobra magia, un narrador dedicado a cuidar a su madre en el que las leyendas confluyen. Kubo tendrá que emprender una búsqueda épica, acompañado de una mona que no es lo que parece y un samurai maldito semejante a un escarabajo que ha perdido sus recuerdos. Con humor, que es importante equilibrar la historia, y con muchos mensajes lanzados con sutileza sobre lo que supone ser un verdadero héroe, la importancia de no cerrar los ojos al dolor para no acabar cerrándolos también al amor, la asunción de la muerte de nuestros seres queridos y dónde encontrar la verdadera felicidad. Entre otros muchos, no lo dudéis.
Y no puedo contar mucho más, es una historia que hay que descubrir viéndola. También escuchándola, porque la música está muy presente, empezando por el título, y acompaña perfectamente las imágenes. El broche final es la canción While My Guitar Gently Weeps de George Harrison interpretada por Regina Spektor.
Kubo supone el debut en la dirección de Travis Knight, CEO de Laika, es sencillamente una obra de arte, una de las películas más hermosas que he visto. Travis Knight y Laika. Dos nombres a los que no hay que perder la pista. Tras ellos ya hay películas notables como Los Boxtrolls, Los mundos de Coraline y El alucinante mundo Norman. Kubo las supera a todas, en la belleza de sus imágenes me recuerda a La canción del mar de Tomm Moore, Aunque lo que allí era celta aquí es japonés. Moore es otro nombre en la animación al que no hay que perder de vista.
Las voces en el doblaje original son las de Charlize Theron, Mathew McConaughey, Ralph Fiennes, Rooney Mara y, como Kubo, Art Parkinson, conocido por Juego de tronos.
Es además un ejemplo perfecto de lo que puede ofrecer la combinación de las nuevas tecnologías con el cuidado artesano. Su creación ha llegado cinco años, unos cinco segundos de metraje suponía de media una semana de trabajo. Con la figura más grande y el metraje más largo, una hora y cuarenta y un minutos, en una película stop-motion.
El único inconveniente que le puedo encontrar es que probablemente le quede algo grande a los niños más pequeños, que tal vez nos guste más a los adultos que a los niños que nos vienen con nosotros, aunque a Julia también la disfrutó mucho.