A las 11:30 de esta mañana me han hecho una ecografía en el hospital que forma parte de una prueba llamada triple screening.

Es una prueba que no se hacía hace apenas dos años y medio, cuando estaba embarazada de mi peque.

Mirando la ecografía, teniendo en cuenta mi edad (32 años) y un análisis de sangre determinan estadísticamente el riesgo que existe de que tu bebé padezca una cromosopatía. El temido síndrome de Dawn es la más conocida.

Si sale un índice elevado, recomiendan la definitiva y también temida amniocentesis.

Afortunadamente en mi caso el riesgo es ínfimo y no es recomendable hacer nada. Todo va sobre ruedas.

Y he podido ver saltar y brincar dentro de mi útero al feto de casi doce semanas que llevo dentro.

Las ecografías son algo mágico.

Recuerdo haber leído que Jennifer López se compró un ecógrafo para ver a sus bebés en casa cuando quisiera.

Si fuera multimillonaria, creo que también sería una extravagancia que me permitiría.

Os dejo una ecografía a un feto de 12 semanas similar a la que me han hecho a mí.