El primer amor

Los hijos no cuentan a sus padres que han dado su primer beso, que el corazón se les desbocó cuando él o ella les tomó de la mano, que algo en su interior se apagó cuando él o ella no quiso o no pudo corresponderles.

Aún es pronto, pero no tardará en llegar el día en el que intuya que las mariposas del primer amor aleteen en tu estómago.

Espero que para entonces te siga entendiendo tan bien como para reconocer esa sonrisa especial, que causa el otro y es imposible de contener.

También habrá malos momentos, lo sé, incluso aunque todo acabe bien. Ratos en los que te quedarás en tu cuarto y las sombras aniden en tu semblante. Es normal, es, incluso, un aprendizaje.

Ojalá sigas confiando en mí para todo aquello que sea realmente importante, pero bien sé que querrás volar sola y yo tendré que dejarte hacerlo. Volar, caer y volver a batir las alas hacia el cielo.

Me consta que hay muchos padres que temen la llegada de ese momento. Puede dar vértigo sí, la incertidumbre tiene ese efecto. Da miedo veros sufrir, da miedo que entreguéis vuestro amor a alguien mezquino, con frecuencia da miedo cuándo y de qué manera os iniciéis en el sexo.

Pero con algo de vértigo y todo, yo no lo temo. Confiaré en ti, en todo lo que estamos hablando y, sobre todo, en el ejemplo que te hemos dado.

Estás viendo en casa que nos queremos, que no nos faltamos al respeto, que apoyamos lo que el otro desea hacer, que no nos frenamos ni hacemos de menos, que jamás intentamos ser el propietario del otro, que los celos no tienen cabida, que se puede discutir y no pasa nada, que todos necesitamos nuestro espacio, nuestro tiempo a solas, que demostrar nuestro afecto es saludable.

Así que, en unos pocos años, intuiré que las mariposas del primer amor aletean en tu estómago y me alegraré, porque será como cuando te vi dar tu primer paso, decir tus primeras palabras, acudir el primer día al colegio, disfrutar con la primera película o enfrascarte en la lectura del primer libro que te cautivó.

Es buscar la felicidad. Es crecer. Es vivir. Y para mí no existe espectáculo más maravilloso que observarte haciéndolo.

(GTRES)

5 comentarios

  1. Dice ser marian

    A mi me encanta y sí, mi hijo cuando tenía 8 años y se declaró a la niña por la que suspiraba desde la guardería y le dijo que sí, me dijo que era el mejor día de su vida.

    14 febrero 2018 | 11:10

  2. Dice ser Gemma

    Te entiendo perfectamente…mi hija tiene casi quince años y está viviendo su primer enamoramiento…es precioso verla florecer y me trae recuerdos de cuando me pasó a mi.
    Ojalá la vida les trate bien que es edad de vivir todo al máximo 🙂

    14 febrero 2018 | 13:59

  3. Dice ser LLL

    Desgraciadamente el primer amor llega mucho antes de que estén emocional y mentalmente preparados y es solo por que desde que nacen se les bombardea con material propio de adolescentes o adultos (canciones, películas) de contenidos que les hacen desear algo para lo que no están reparados. (Sin ti no soy nada…)
    Como niños y niñas van a distintos ritmos suele suceder que desemboque en un tortazo de cuidado que les hace sufrir inmensamente -no saben manejar estos sentimientos- y perder rendimiento en el cole.
    Igual que hay material para adultos restringido a menores deberíamos ser mucho más estrictos en la aplicación de las edades y los contenidos para niños, que andan bailando al son de Maluma con 8 años o con 3 destrozados por ver rapunzel e imaginar que una madre puede ser malvada.

    14 febrero 2018 | 16:29

  4. Dice ser y que mas da

    Me empapé de mi futuro papel como padre hace ya más de 20 años. Compré y leí obras y numerosas revistas sobre los bebés, su crianza y crecimiento. Ayudó mucho que mi pareja fuera psicóloga. Al principio sabía del amor por chupar todo cuanto caía en sus manos. Luego, noté la seducción del mundo mineral. Más tarde me encadiló su afición por la naturaleza viva. La etapa tierna del colegio me pilló con inocentes amoríos infantiles. La pubertad fue difícil y tormentosa con una relación (o varias, lo desconozco) que agigantaron sa revolución hormonal. Hoy, se enfrenta a los dilemas artificiales alentados por la alegre y bizarra sociedad que proclama múltiples comportamientos amorosos. A saber: heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, pansexualidad, demisexualidad, lithsexualidad, autosexualidad, antrosexualidad, polisexualidad, asexualidad.
    Pero no me quejo, sé que a los padres de retoños recientes de ahora les espera una incertidumbre mayor, porque la estupidez humana no tiene límites.
    Eso sí, mucho amor a todos.

    14 febrero 2018 | 17:10

  5. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    la vida es así felicidad y desengaños, por ahora los míos son muy peques la mayor tiene 4 años, aunque ya me contaba que le gustaba un compi, pero bueno por ahora a jugar y aprender…jeje

    Anabel

    15 febrero 2018 | 08:11

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