Archivo de octubre, 2019

El sexo es un derecho fundamental, también para las personas con discapacidad intelectual

La sexualidad forma parte intrínseca de los seres humanos, de todos los seres humanos. También de aquellos con discapacidad.

No sé si es culpa de la ficción que vemos, del culto imperante a lo joven y bello, pero pareciera que el sexo no es propio de determinados colectivos, como las personas mayores o con discapacidad. Es un error que parte del desconocimiento y de los prejuicios, también de la infantilización de personas con discapacidad intelectual o física, sobre todo en el caso de los primeros.

Un adulto o un adolescente con down, parálisis cerebral, x frágil, daño cerebral adquirido o autismo no son niños eternos, por mucho que sean dependientes. Son adultos y adolescentes con todo el derecho a vivir una sexualidad plena.

Una sexualidad, eso sí, eso siempre, respetuosa con el prójimo. Exactamente igual que debe ser así con cualquier otra persona. Vivimos en sociedad y hay que aprender a no protagonizar avances indeseados.

Las personas con discapacidad intelectual han pertenecido a una de las minorías a las que re le ha negado toda posibilidad de satisfacer sus necesidades afectivas y sexuales. Sin embargo, desde la 6ptica de la normalización e integration como principios básicos desde los que plantear la educación y forma de vida en nuestra sociedad de las personas con discapacidad intelectual, es necesario trabajar el tema de la sexualidad y relaciones interpersonales, ya que es un derecho que dichas personas tienen y del que nadie debe privarles.

Es un fragmento extraído del artículo académico Afectividad y sexualidad en personas con discapacidad intelectual, una propuesta de trabajo, recogido por Plena Inclusión.

(GTRES)

Es noticia estos días la decisión de una jueza británica de no impedir que un hombre de 36 años con autismo y que jamás a cometido un delito pueda tener relaciones sexuales, algo que se le estaba impidiendo con unas medidas restrictivas sobre las que no han facilitado información.

No es que quisiera tenerlas con alguien en concreto, por lo que ha trascendido lo que tiene es un interés general en tener una compañera sexual. El problema es que no parece tener capacidad para discernir cuando una aproximación es consentida. Un psicólogo clínico asegura en un informe que existe un «riesgo moderado» de que cometa un delito contra una mujer.

Es difícil juzgar un caso del que se tienen tan pocos detalles, pero me da la impresión de que lo que necesita ese hombre es supervisión y trabajo para entender cómo es una relación consentida y respetuosa. Tal vez mucho trabajo, no digo que no. Pero la solución demasiado fácil de coartar su libertad por lo que pueda llegar a hacer antes incluso de que haya hecho nada parece discutible.

Ese hombre necesita que le enseñen, el tiempo que haga falta y de la manera que le resulte más efectiva, más que le prohíban. Obviamente no puede permitirse, no ya que cometa un delito, sino que incomode a nadie en este sentido. Pero como bien dice la jueza “la sexualidad es un derecho fundamental”.

Es también muy fácil decir a un adolescente con discapacidad al que se descubre por primera vez tocándose que eso no se hace, es muy sencillo gritar un no, castigar o amenazar. Fácil, pero no correcto. El sexo es algo natural y hay que procurar mostrarles cómo gestionar sus necesidades, su curiosidad, con la ayuda de especialistas en sexualidad y discapacidad si es necesario. Los hay.

Mi hijo, que tiene autismo, ha cumplido este verano trece años y en cualquier momento nos encontraremos con ese reto. Espero que seamos capaces de afrontarlo como él y los demás se merecen.

Precisamente el miércoles 16 de octubre a las 18, Federación Autismo Madrid organiza el taller El papel de las familias en la educación sexual de los hijos y las hijas con TEA, conducido por Carlos Lombao Pardo, psicopedagogo y maestro en pedagogía terapéutica, y Mª Teresa Huelin, psicóloga.

En este taller vamos a sentar las bases para apoyar a las personas con TEA y a sus familias, en un tema que lleva pendiente muchos años y que siempre ha preocupado, el de la sexualidad de las personas con TEA. Un tema que ya es hora de ponerlo encima de la mesa, con el fin de dar una mayor calidad de vida y una vivencia integral de la vivencia de todas las personas. Este taller se centrará en teoría y en dar herramientas adaptadas a las peculiaridades específicas de estas personas.

La entrada es gratuita. Solo hay que inscribirse aquí.