‘Clara y las sombras’, un canto a la empatía, a esquivar prejuicios, un cuento que emociona

Clara y las sombras es un cuento extraordinario. Cuesta decir que sea el mejor que ha publicado su autora hasta la fecha, porque todas las obras de María José Rodríguez (Galgui,Un amigo Diferente, Elefante y Miguel y Chiquitina) tienen un gran valor de una u otra manera.

Cuesta decirlo pero me siento inclinada a hacerlo, porque creo que es el más poético en fondo y forma. También es el que más capacidad tiene de conmover a lo largo de un recorrido cristalino, en el que no sobra ni falta nada y te envuelven como en un abrazo las preciosas ilustraciones de Clara Luna Rodríguez, en las que el azul es una constante.

Es imposible no emocionarse acompañando página a página a la pequeña Clara, que es capaz de ver en las sombras de las personas lo que realmente encierra su corazón.

Hay personas que no son lo que parecen, personas que son más de lo que parecen, personas que encierran un valor insospechado, que aportan o pueden aportar mucho más de lo que resulta obvio a simple vista.

Los hay malvados, por supuesto. Clara también puede ver la oscuridad de algunas sombras, que son las menos.

Las más son las otras, las que deberíamos aprender a mirar sin prejuicios.

Porque Clara y las sombras va de eso, de entender que no se puede juzgar a vuelapluma, que todos los seres humanos son poliédricos y valiosos.

Y va también de que podemos ser como soñemos.


Podéis encontrar Clara y las sombras en Verkami acompañado de un montón de recompensas. Sin más, os dejo con una breve entrevista a su autora, María José Rodríguez, una mujer que es científica, maestra, madre y solidaria.

¿De dónde nació el deseo de crear Clara y las sombras?
De que me molestaba que me clasificaran a mí o a personas queridas en un grupo u otro sólo por una característica. No me gustan las generalidades, me parecen tremendamente injustas. Y lo he visto hacer con niños: “Éste sólo va a llegar a segurata”. ¿Te puedes imaginar el efecto que puede tener que una madre o una profesora le diga a su hijo de nueve años esto?

Hay gente que generaliza sin querer, sin mala fe, por costumbre. Clara y las sombras está escrito para intentar que esa costumbre no se asiente desde la infancia.

Hay gente que generaliza a sabiendas y que no quieren ni oír hablar de las cualidades que puede tener el otro, aunque opine diferente a ti. Esa actitud no mejora la convivencia ni el acercamiento entre nosotros, y te hace perderte personas que podrían perfectamente contribuir a tu felicidad, aunque no opinéis lo mismo o no creáis en lo mismo. Ojalá Clara y las sombras les dé un motivo para reflexionar.

¿Qué es lo que querías transmitir con este cuento?
Que las personas somos mucho más de lo que vemos por fuera, y que en la mayoría de los casos merece la pena conocer a las personas más en profundidad. Y que los niños no deben dejarse nunca clasificar, deben protestar alto y claro si alguien lo intenta y deben saber que tienen el potencial para ser lo que quieran, y que pueden ser varias cosas a la vez.

¿Cuánto tiempo ha llevado el proceso de creación?
La idea me llegó de repente, la encontré bonita y la apunté. Cuando por fin pude ponerme a trabajar en ella, tardé unas tres semanas en escribir el primer borrador, que luego pulí algo más, poco a poco. Le pasé el texto a Clara y ella fue haciendo ilustraciones compaginándolas con sus otros encargos. Creo que fueron en total unos dos años.

¿Se llama Clara por su ilustradora?
No, la protagonista se llama Clara en contraposición a la idea de “sombras”, y por su capacidad de “aclarar” lo que esas sombras tienen que decir, de sacar a la luz aquello que estaba escondido. Si hay espacio para un pequeño detalle curioso, creo que ese cuento reapareció el momento oportuno, de haber intentado sacarlo antes quizás no habría tenido tanto sentido. Lo digo porque escribí el primer boceto antes de conocer a Clara. Así que la idea permaneció en un cajón varios años, apuntada en una hoja de papel minúscula, hasta que reencontré aquella hoja de papel pequeñísima y arrugada de casualidad. Para entonces Clara y yo ya habíamos editado Chiquitina, y decidí que era el momento de tratar de hacer esa idea realidad y que debía ser Clara su ilustradora. Porque las ilustraciones de Clara me gustaban muchísimo, porque trabajábamos muy bien juntas y porque me hacía gracia que se llamara igual que la protagonista. (risas) Además creo que lo que trata de contar Clara y las Sombras es ahora muy necesario, más de lo que era hace unos años.

Cuéntame un poco cómo trabajáis juntas, cómo os coordinais.
Pues es bastante sencillo: hablamos por teléfono, por mail y por whatsapp. Yo le dejo total libertad creativa, ella escucha mis ideas sobre algunas ilustraciones en las que quiero que haya alguna idea o elemento concreto, y hace bocetos. Me manda esos bocetos por mail y hablamos sobre ellos. Generalmente no hay mucho cambio, porque Clara le da una profundidad especial a las ilustraciones que enriquece el texto y a mí me encanta y me sorprende. Nos reunimos en persona pocas veces. Nos entendemos muy bien y no nos hace falta reunirnos mucho.

Me consta que algunas personas que aparecen en sus páginas existen, ¿es así con todas?
No todas las personas o animales que aparecen son reales, pero sí representan a personas con las que me he cruzado en un momento u otro. Es decir, que yo no hablo en teoría, sino que sé de lo que estoy hablando. No soy muy extrovertida y no soy de las que inician una conversación primero. Prefiero callarme y observar antes de decidir si quiero relajarme y abrirme a otra persona o no. Así que en realidad intento hacer como Clara: intento leer en las sombras de los demás. Eso me ha ayudado a descubrir gente extraordinaria, estén de acuerdo conmigo en temas importantes para mí o no.

¿Tienes algún otro proyecto en marcha?
Sí, y queremos que salga el año que viene. Se titula Sólo Palabras. La ilustradora es Marta Chicote y este cuento está creciendo con nosotras desde hace varios años, así que será un cuento vivo y muy especial. Hemos vividos muchas cosas con este cuento a nuestro lado, como nexo de unión. Y además es el primer cuento que escribí, ¡el primero de todos!, y la idea original no es sólo mía, sino también de mi esposo, Rafael Fortún. Una de las primeras cosas que hicimos al empezar a salir fue presentarnos a un concurso de cuentos escribiendo juntos el primer borrador de Sólo Palabras. Y tengo muchas ganas de hacerlo realidad por fin

1 comentario

  1. Dice ser Marietta

    Hola preciosa, como siempre ya tengo ganas de tener el libro en las manos y poder disfrutar con su lectura y las ilustraciones que seguro serán tan bonitas como en los otros libros que tengo tuyos (Los tengo todos)

    Besos preciosa .

    28 octubre 2019 | 09:44

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