Cómo proteger a los bebés y niños pequeños de la ola de calor

Que sí, que no somos finlandeses es, ya lo sé; que hemos sobrevivido sin problemas muchos veranos en Extremadura o la meseta castellana sin aire acondicionado; que es cierto que tanto calor es un rollo que aplatana, pero tampoco es para tanto teniendo un poco de cuidado.

Cierto, sí, pero también es verdad que una ola de calor entraña riesgos, para todos, pero especialmente para los niños pequeños que regulan peor su temperatura, en los que los golpes de calor pueden darse antes y con peores consecuencias.

GTRES

Las recomendaciones de los expertos, como la Asociación Española de Pediatría o nutricionistas como Boticaria García o Julio Basulto, son de sentido común, pero no viene mal recordarlas.

Es fundamental que estén bien hidratados. Si el bebé está con lactancia materna exclusiva no hay que introducir agua, basta con aumentar las tomas. Si son más mayores, lo mejor es el agua. Los zumos y refrescos nunca son recomendables, así que su consumo puede ser inexistente o muy ocasional. La horchata, que tan rica está y tan propia es de estas fechas, tiene mucho azúcar.

Además de hidratarse bebiendo agua, los alimentos también pueden ayudarnos. Es época de ensaladas (también de legumbres, su consumo no debería interrumpirse por el calor), gazpachos y sopas frías.

Y la fruta es nuestra gran aliada. Melón, sandía, nectarinas, melocotones… el verano trae de la mano mucha fruta muy rica, siempre mejor opción que los helados.

Para que se consuma más y mejor, aquí un sencillo truco del maestro Basulto.

Por supuesto, hay que evitar en lo posible estar a la intemperie a las horas de más calor. Eso vale también si estamos en la playa o en la piscina de vacaciones. De hecho con bebés y niños pequeños hay que extremar las precauciones en esas sesiones de arena (o azulejo o hierba) y agua. Siempre hay que procurarse un buen protector solar, que prodigar con antelación, generosidad y repetición, y una mejor sombra; eso de jugar a ser lagartijas tostándose no es recomendable ni para los pequeños ni para los mayores. Se siente.

De la imprescindible vigilancia de los niños junto al agua ya os hablé ayer.

El uso de ropa que proteja del sol (así será si no se transparenta la mano bajo el tejido), gorras y gafas de sol también vienen bien. Y las gafas infantiles, que sean de las buenas mejor que de las bonitas. Aquí da las razones Boticaria García:

Por último un truco de cosecha propia, aunque no exclusivo, es el uso de botellas de agua termal para refrescarlos. Es una bruma suave y refrescante que igual ayuda a conciliar el sueño por la noche que a aguantar el tipo de día. Una botella tiene muchos usos, a nosotros un par de ellas nos aguantan todo el verano.

Por cierto, voy en coche escuchando como las escuelas infantiles de los ayuntamientos madrileños sí que tienen climatización en las aulas, pero no es así en las guarderías de la Comunidad de Madrid, muchas de las cuales no tienen aire acondicionado pese a tener niños muchas horas dentro hasta el 31 de julio.

Por lo visto la única respuesta que reciben es una serie de recomendaciones como las que he traído hoy aquí.

Me consta que muchos colegios públicos en los que hay niños de campamento urbano están igual.

Aquellos que no facilitan esa climatización deberían pasar todo el verano en sus oficinas sin aire acondicionado y bebiendo mucha agua, a ver qué opinan. Cierto que las recomendaciones para afrontar el calor son útiles, pero la climatización también.

2 comentarios

  1. Dice ser kdjadia

    no entiendo a esos padres quellevan a sus hijos a la playa a las peores horas, he visto a niños bien pequeños achicharrados, luego a llevarse las manos a la cabeza

    27 junio 2019 | 10:25

  2. Dice ser Piscina Bebé

    La verdad que es sencillo seguir unas pautas, pero vamos, lo mejor es ir a primera hora, o siempre acudir a una piscina, muchas tienen bastante sombra!!

    30 octubre 2019 | 18:47

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