El Ministerio de Educación asegura que no cerrará los colegios de educación especial

El ruido ha sido mucho dentro del universo de las familias con hijos que estudian en colegio de educación especial (oculto para muchos pero más numeroso de lo que parece). Ha sido mucho y lo sigue siendo.

El miedo es que el ministerio de Isabel Celaá, pretenda cerrar los centros de educación especial. Hay muchas asociaciones, familias y trabajadores de estos colegios preocupados; bastantes interpretando subjetivamente una ley con un recorrido completamente en el aire; también tertulianos y medios de comunicación contrarios al gobierno empleando la educación especial como munición para cargar contra el Gobierno pensando ya en las próximas elecciones. Algo que me cabrea mucho sinceramente, nuestros hijos no son balas para conseguir votos a lomos de fake news.

Tanto es el ruido, que su ministerio se vio obligado a publicar hace muy pocos días una breve nota de prensa en la que simplemente desmentía que vaya a suceder algo así ya desde su rotundo titular.

Es esta:

No dice nada que no haya dicho la ministra en el pasado y varias veces. Ya en septiembre en la entrevista que le hicimos en 20minutos, y creo que fue la primera vez que lo expresó públicamente, dejó claro que “nuestro objetivo es ir reconduciendo a las personas que están en esos centros a los centros ordinarios, por vías transitorias, itinerarios, con tiempo, con perspectiva. Y obviamente eso no significa cerrar los centros de educación especial, pero sí dejar que sean para lo más perentorio. Todo el que pueda transitará a centros ordinarios, porque es bueno para los niños y niñas de Educación Especial, pero es bueno también para los que los reciben”.

Resumo, su intención es que todo aquel alumno que pueda mantenerse en la vía ordinaria, siga ahí. Una vía con más posibilidades de titulación, laborales. Que facilita la conciliación de las familias.

Da igual, las noticias malintencionadas se siguen dando incluso después de ese desmentido.

Y más allá de lo que pueda hacer o no un gobierno tan en el aire como esa ley, hay que tener en cuenta que las competencias educativas están transferidas a las Comunidades Autónomas. Ya, a día de hoy, cómo se gestiona a estos alumnos, el porcentaje que hay en centros ordinarios y en centros especiales e incluso las denominaciones que reciben cambian mucho de Valencia a Madrid o a Galicia. Cómo se meta mano a la educación especial, que se irá metiendo de un modo u otro, antes o después, va a ser algo que se gestione de diecisiete maneras distintas.

De hecho este lío ha sido en gran medida muy madrileño. Y, con algunos matices, comparto y recomiendo la lectura del texto que está tras este enlace y lo explica:

Además del ministerio, también Plena Inclusión (la asociación más grande en este país en defensa de las personas con discapacidad junto a Cermi y la Once) lanzó un comunicado el 1 de marzo al respecto, aunque no con un titular tan claro como el ministerio:

Ante las manifestaciones públicas, mensajes y videos en redes sociales sobre la educación inclusiva que están generando confrontación, alarma o división en un movimiento que debería estar más unido que nunca, Plena inclusión desea afirmar que:

Rechazamos la simplificación de una realidad compleja y diversa. Se están escuchando mensajes faltos de rigor en los que se descalifica globalmente a la comunidad educativa, se ofrece una visión apocalíptica que no responde a la realidad y se genera miedo y alarma social de forma innecesaria, especialmente entre las familias.

Alertamos sobre la difusión de una imagen que atenta contra la dignidad de las personas con discapacidad y ofrece una visión asistencialista de sus necesidades, que no solo perjudica a las organizaciones que defendemos sus derechos, sino que además nos aleja de los objetivos por los que llevamos trabajando desde hace muchos años.

Plena inclusión reitera que ahora es el momento de generar espacios de diálogo desde la serenidad, el consenso y la escucha a todas las opiniones. Hace falta, más que nunca, una mirada compartida que construya propuestas que nos unan en vez de separarnos, porque las familias se merecen un futuro de esperanza en el que confiar.


Yo no quiero el cierre de los centros especiales ni creo que vaya a suceder.
Pero reconozco que todo es susceptible de mejorar y tal vez sí que haya que plantearse cómo modificar las cosas tal y como son ahora con ese objetivo. Aunque con dotar de recursos los procedimientos ya existentes, empezando por la atención temprana o las evaluaciones iniciales de los niños que se retrasan meses y meses, ya mejoraríamos bastante. Y esto también es un resumen, tras el tuit tenéis mi opinión ampliada:

No entiendo el empeño de CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) por querer acabar con estos centros, a los que considera discriminatorios. Ellos debieran conocer bien la realidad y margen de maniobra que hay en España y lo poco realista que una petición como la que hacen resulta. Así les pasó, que en febrero llegó una marcha hasta su puerta protestando. 

(EFE)

Dejo una entrevista de Jesús Martín, delegado del CERMI para los Derechos Humanos y la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad con Laura Otón y Amparo Latre. La podéis escuchar a partir del minuto 25 y veréis que asume que el anuncio del ministerio es más de lo que es, un discurso en el que se perciben unas ambiciones legítimas pero, insisto, nada realistas y demasiado inmovilistas. Necesitamos posturas más flexibles de los que se denominan representantes de todo el colectivo si de verdad queremos mejorar la situación.

Y es una pena que solo se presten a hablar en los medios cuando tienen el micrófono en exclusiva, pero si se plantea un debate con aquellos que defienden la inclusión se apeen del diálogo que sí pide Plena Inclusión. Para muestra, un ejemplo en forma de hilo.

Y nada mejor para terminar que este vídeo de la plataforma Inclusiva sí, Especial también, recomendable para entender la complejidad del tema aunque también habría en él cosas que matizar:

1 comentario

  1. Dice ser Todo es política

    Habría que preguntarse que está ganando el CERMI con esto. ¿Quiénes están detrás? Está claro que 100000 discapacitados podrán votar en las próximas elecciones, desde diciembre. Algo que también defiende el CERMI.

    Según veo la idea es no cerrar los colegios de educación especial pero si crear itinerarios en colegios y centros masificados para que estos niños puedan ser «inclusivos».

    CREO QUE NO ESTAMOS ENTENDIENDO ESTO DE LA INCLUSIÓN Y LA IGUALDAD. La inclusión es que estos niños puedan tener todas las oportunidades, todas las oportunidades para cada caso especial. Es decir, no las mismas, sino que tengan todas las posibilidades de desarrollarse plenamente cada uno dentro de sus límites. Esto se logra dotando a los centros de educación especial de más recursos y no a los centros normales que ya necesitan recursos para desarrollar su labor habitual. ¿Cómo van a crear itinerarios en colegios normales cuando el personal de estos centros no pueden atender a los niños sin discapacidades como se debería?

    El derivar a niños a los centros normales tiene una única función y es reducir el número de alumnos por centros de educación especial para justificar su cierre posterior. Algo que ahora no podrían justificar.

    13 marzo 2019 | 13:30

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