Vuelven los disfraces de carnaval, vuelve la necesidad de estar alerta

Carnaval, carnaval. En muchos escaparates vemos disfraces y accesorios para jugar a convertirnos en otros. Lo tenemos a la vuelta de la esquina.

Carnaval es una oportunidad estupenda para divertirse disfrazándose, niños y mayores. Y el disfraz puede abrir muchas puertas muy positivas para nuestros hijos: permite expresarnos de una manera diferente, dejar volar nuestra imaginación, es un instrumento que facilita el juego simbólico e incluso podemos usarlo para reforzar contenidos curriculares o despertar el interés de los niños por determinados personajes históricos o literarios e incluso problemáticas actuales. Si lo elaboramos junto a ellos, más ventajas aún, empezando por el tiempo compartido.

De hecho, si tenemos a un niño al que le gusten los disfraces, no tienen que estar circunscritos a carnaval o Halloween. Tener un cajón o un baúl en casa con opciones para que se disfracen es buena idea. Dentro no solo tiene que haber disfraces al uso, algunas prendas nuestras que podamos descartar también pueden servirles a la sociedad mil maravillas.

Y si al niño no le gusta disfrazarse, sobra decir que no hay que obligarle por muchas ventajas potenciales que pueda tener esta actividad o aunque el resto se disfracen. No a todos nos gustan las mismas cosas y hay que respetarlo.

Pero, más allá de ese respeto a la voluntad del niño, es una oportunidad perdida si no estamos alerta a lo poco apropiado de muchos disfraces, de lo hipersexualizados que son incluso aunque estén pensados para niños muy pequeños.

No es ya solo que los disfraces de las niñas tengan con frecuencia impropios aromas eróticos, desde las poses de la publicidad hasta el largo de las faldas. También está el hecho de qué tipo de disfraces están pensados para niños y para niñas, qué oficios están destinados a unos y a otros. Es más, incluso hay casos en los que es ridiculo tener versión femenina y masculina de un disfraz.

Absurdo todo, si precisamente lo más divertido a la hora de disfrazarse es saltarse esos absurdos estereotipos y disfrazarse de lo que más nos plazca.

De hecho, hablando de nuevo de oportunidades, hablar y reflexionar con nuestros hijos al respecto cuando veamos estos disfraces es una estupenda.

Es algo que seguro que os suena, algo de lo que ya hemos hablado en el pasado, pero nunca está de más recordarlo.

Pensemos dos veces si ese disfraz infantil que tenemos en la mano (o en el carrito digital) es apropiado antes de pasar por caja.

Termino con un ejemplo de cómo para los adultos la situación es muy semejante (hipersexualización e diferenciaciones innecesarias) y también deberíamos reflexionar al respecto. Ojo a cómo son los disfraces de profesora y los de profesor…

Si se busca «disfraz de profesor», por aquello del genérico, vuelven a aparecer profesoras hipersexualizadas, entre varones que son zombis, profesores chiflados o aguerridos ‘indianas jones’.

11 comentarios

  1. Dice ser LauraT

    Vuelven los disfraces de carnaval, vuelve la necesidad de ser una paranoica y crear una entrada absurda de blog…
    De verdad que no se puede ser mas ridicula, en serio crees que alguien se va a disfrazar de profesora «normal»? Busca a ver cuantos disfraces hay de «administrativo», seguro que rompen stock de venta… Demasiado tiempo libre teneis…

    11 febrero 2019 | 10:27

  2. Dice ser otromas

    Madre mia con la paranoia de los bloggers…

    Estais j0didos de la cabeza, rebuscad mas seguro que acabais en paginas de pedofilia…

    11 febrero 2019 | 11:17

  3. Dice ser marian

    Son disfraces sin más….
    Personalmente el carnaval no me gusta, pero si es chirigota y todo tema grotesco, lógico que los disfraces sean irreverentes y hasta hipersexualizados, en carnaval todo vale….

    11 febrero 2019 | 13:17

  4. Dice ser Javito

    No se donde esta el problema y estos disfraces no se venderían si nadie los comprara, por lo tanto si se siguen vendiendo es porque hay gente que si lo compra.

    Como os gusta meteros en los gustos y en lo que hacen otras personas.

    Vivir y ser felices dejando al prógimo en paz.

    11 febrero 2019 | 14:13

  5. Esto es perder el norte, aquí prima el sentido común…

    Cuanto mal ha hecho el reguetón

    11 febrero 2019 | 14:22

  6. Dice ser cositas chulas

    Me he quedado alucinada con lo de los disfraces que también venden en las tiendas eróticas, madre mía. Yo siempre he preferido hacérselos a mis hijas y que disfrutemos entre todos haciéndolos (además del tema económico), siempre es mejor, dado que recreamos la imaginación y nos lo pasamos genial con ello, aparte que siempre es más grato llevar algo que has creado tú que algo que es comprado y estándard. Gracias por el psot, lo tendré en cuenta para futuras, saludos y gracias.

    11 febrero 2019 | 14:25

  7. Dice ser alejandro el tecno

    Quieren cortar toda libertad y que el sexo sea cosa aparte.
    Si las femis lo quieren hacer hallá ellas.
    Lo que deberían de hacer es multar al fabricante no al comercio.

    11 febrero 2019 | 15:39

  8. Dice ser Charles Bollero

    Dejaros de gilipolleces, a mi me parecen bien estos disfraces, que cada uno se vista como quiera, los de enfermera sexy me ponen palote

    11 febrero 2019 | 16:33

  9. Dice ser Sociólogo Astral

    Los disfraces para niñas son putescos.

    11 febrero 2019 | 18:16

  10. Dice ser ana

    Madre mía…alucino pepinillos como diría aquel con algunos comentarios que he leído aqui «los de enfermera sexy me ponen palote»(te recuerdo que estás hablando de niñas)»es normal que sean hipersexualizados»(de nuevo, estamos hablando de NIÑAS, no de mujeres) Me parece que mucha gente no te ha entendido, yo estoy de acuerdo contigo, tenemos que protestar porque estos disfraces muy normales no son..de nuevo, estamos hablando de disfraces para niños. Y el que dice que protestamos porque tenemos mucho tiempo libre, pues claro, no tenemos otra cosa mejor que hacer despues de trabajar, hacer la casa, atender a los niños, cuidar de nuestros padres…estamos mano sobre mano, si.

    12 febrero 2019 | 07:58

  11. Dice ser Álvaro

    El artículo me parece un tanto alarmista, aunque una llamada al sentido común nunca viene mal.
    Ya que estás, intenta indagar un poco más en lugar de quedarte en la puerta: ¿ por qué se venden estos artículos ?
    Porque las mujeres los compran. Porque los padres y madres los compran para las niñas (y las niñas los quieren llevar).
    La alarma no debería ser «¡¿pero cómo venden esto?!» sino «¿¡pero quién compra esto?!».

    El asunto es que la hipersexualización está bajando rangos de edad, no hay más que mirar cómo van vestidas las niñas de hoy en día a los 12-13 años y cómo iban vestidas en los 90, 80, etc.

    12 febrero 2019 | 12:22

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