¿Niños que molestan o una cuestión de civismo?

Este domingo mi compañero Edu Casado, autor del blog que sigue la pista a los deportistas olvidados en este mismo periódico, me mandó el siguiente tuit comentando que yo había escrito al respecto en el pasado:

Y he escrito de asuntos relacionados, cierto. De los establecimientos que no admiten niños por ejemplo, o de la niñofobia que parece estar en auge en determinados ambientes. También de cómo al ser madre de un niños con autismo, discapacidad invisible porque mi hijo no parece tener nada, y tener contacto con muchas familias en tesituras semejantes, he visto a gente catalogando rápidamente a un niño como maleducado cuando la realidad es más compleja de lo que ellos imaginan.

A esa conversación en Twitter se sumó otro compañero, Raúl Rioja que es uno de los autores de Tres al contragolpe y que aportó algo con lo que estoy de acuerdo. “A mí los niños no me molestan en absoluto de cena por ahí, pero ayer estuve en un restaurante y había un padre poniéndole en el móvil primero música tecno, después Cantajuegos, y luego varias canciones más a todo trapo. Es más cuestión de educación que otra cosa casi siempre”.

(GTRES)


Es cierto. Es una cuestión de educación, más que de sí los niños saben comportarse o no, por mucho que es cierto que los niños son niños y tienen sus momentos regulares en los que es preciso la comprensión del resto de la sociedad, que también fueron niños una vez.

El que es incívico lo será con niños, sin ellos, con perros, fumando, conduciendo y montado en patinete.

El que es cívico puede meter la pata ocasionalmente o molestar a su pesar en determinadas circunstancias. Con niños, sin ellos, con perros, fumando, etc.

El reto es ser capaz de distinguirlo cuando somos los molestados. A veces sacamos conclusiones precipitadas y confundimos a los segundos con los primeros.

Por experiencia os digo que si somos de los cívicos y nuestro hijo no se está comportando bien, los padres somos los primeros que sentimos apuro y nos apresuramos en buscar soluciones, las que creamos que mejor pueden funcionar. Desde salir temporalmente del restaurante a sacar todo el arsenal de distracciones disponibles.

También es verdad que ‪a la abundancia de incívicos se suma también la abundancia de personas poco empáticas, que deberían ponerse en el lugar del otro y preguntarse si tienen toda la información antes de juzgar. ‬

Hay momentos de estrés, intentando calmar a ese niño precisamente para. O molestar pero también para que nuestro hijo se sienta mejor, en los que las malas caras o los comentarios envenenados no ayudan precisamente.

‪Y de esos también los hay incapaces de ponerse en pellejo ajeno y que siempre se creen los reyes del mambo y los que pecan puntualmente de eso porque, por ejemplo, tienen un mal día.‬

‪También es un reto importante discernirlo.

Al final todo se resume por si solo en que todos, absolutamente todos, deberíamos tomarnos muy en serio el ser capaces de vivir en sociedad, sin tirar papeles al suelo, recogiendo las cacas de nuestros perros, dejando que esa persona que solo lleva un par de cosas pase por delante de nuestro carro cargado en el supermercado o que cedamos el asiento del metro a esos que lo necesitan más que nosotros.

La amabilidad es una virtud a reivindicar que conduce a ese civismo que mejora las sociedades.

Igual que la empatía, el no creernos el centro del universo, asumir que tal vez no lo sepamos todo y aprender a relativizar.

17 comentarios

  1. Dice ser Monica LC

    Lo que no puede ser es que en las terrazas de los bares o restaurantes hayan más niños que adultos. Los críos deben estar en el parque desfogándose o en cualquier otro sitio que no sea en un bar. Y cada vez lo veo más y cada vez los padres pasan olímpicamente de los niños y éstos van de un lado para otro gritando, corriendo y, envidentemente, molestando a todo el mundo.
    Eso es más que educación, es sentido común.

    26 noviembre 2018 | 08:12

  2. Dice ser PETU

    ¿Y cuando se van a enterar esos padres super molones y modernos que cuando se tienen hijos pequeños no se va de restaurante? En serio… ¿tan poco hemos aprendido de nuestros padres? Queremos seguir teniendo la vida de soltero y ya algunos peinan canas…. señor@s ¡¡maduren!!

    26 noviembre 2018 | 09:53

  3. Dice ser mmmmmmm....

    Si no hay educación y respeto no hay nada. Por lo demás cada caso será cada caso.
    Ni la madre puede imponer a un bebé histérico a los demás , ni los demás deben demonizarla. En éste caso habrá que buscar un sitio tranquilito en el local e intentar tranquilizar al pequeñín@, entre otras cosas por que los bebés son los primeros en no disfrutar en esos momentos de histeria.
    Otra cuestión muy diferente son niñ@s con problemas.

    26 noviembre 2018 | 09:56

  4. Dice ser Pasaba por aquí

    Si, claro. Yo tengo de ser de lo más empático con los «pobres niños» que antes de anoche corrian, saltaban y gritaban a 3 metrso de nuestra mesa, mientras sus padres cenaban tranqueliamente el el otro extremo del salon a unos 50 metros. Y si protesto el malo soy yo. No señora, Igual que cuando mi niño molestaba más de la cuenta en «uno de esos días que usted dice» yo me …. y me iba a casa con él, ahora quiero poder estar tranquilo y que sean sus progenitores los que se molesten.

    26 noviembre 2018 | 11:25

  5. Dice ser Bla bla bla

    estoy de acuerdo contigo en un 95%, pero, por incivicos o no, hay mas de 4 padres que cuando llegan a los sitios se «desentienden» de sus hijos porque «son niños» ….. como «vale son niños y corretean y gritan y ….» pues no, que sean niños no es carta blanca. Es precisamente porque son niños, que hay que enseñarles que cada espacio tiene unas normas de conducta socialmente aceptadas por todos.
    Un parque es para correr, un restaurante es para comer

    26 noviembre 2018 | 11:49

  6. Dice ser Anita Kipling

    Como decía Elena Fortún, para ser madre (o padre) hace falta más vocación para ser monja. Y si no tienes con quien dejar al churumbel para ir de cena con los amigos (o al cine, o de paseo…), te joribias y te quedas en casa.

    He visto a personas con bebés de ocho días yendo de excursión. Y me parece uno de los mayores disparates de la vida moderna, que no es escasa en ellos. A un bebé hay que respetarle sus horas de comida, de descanso, de aseo, de juego… no se le puede andar trayendo y llevando por ahí como a puta por rastrojo (y perdón por la expresión).

    Es un niño… como decía la otra espabilada… Y yo no tengo por qué aguantarlo.

    26 noviembre 2018 | 12:07

  7. Dice ser The-Raven

    No a ver, no nos vengas a vender la moto con eso. El que tiene niños maleducados, es porque no sabe criarlos y ya. Unos padres con hijos autistas o cosas así son en contadas ocasiones, y se distingue perfectamente cuando el niño tiene problemas de verdad a que simplemente les da un berrinche porque los padres no tienen ni puta o directamente pasan. Y lo que nos molesta a los que tenemos «niñofobia» como dices tu,nos referimos a que molesta que estén los niños correteando entre las mesas de otra gente, lanzando cosas o gritando porque si. Eso no son niños, son monos y punto.

    26 noviembre 2018 | 12:07

  8. Dice ser truli

    Mis hijos han dado siempre mucha guerra en los sitios, y yo he optado por ir a sitios donde los niños no «molestan», como restaurantes donde les dan hojas y lapices para pintar, o tiro de móvil, o intento ingeniármelas para comer en poco tiempo y evitar situaciones incómodas para mi y para otros.

    Aún así, reconozco que mis hijos ha habido veces en que han molestado y mucho, sobre todo en esas edad en la que aun no comen solos y no hablan, tampoco se entretienen con el teléfono y es difícil razonar con ellos, porque son bebés y sólo quieren bajar de la trona, lloran y demás. Antes de tener hijos, me molestaban estas situaciones de bebés incordiando a las mesas de alrededor, a día de hoy, tengo más empatía.

    Ahora que el mayor tiene 4 años, no me hace falta sacar el móvil con él, comer fuera se ha convertido en una actividad lúdica más y no se baja de la mesa hasta que no terminamos todos, mucho menos a incordiar correteando entre las mesas, como hacen muchos con el beneplácito de sus padres: «es que son niños». Niños sin educar.

    26 noviembre 2018 | 12:29

  9. Dice ser Roro

    Mi caso es justo lo contrario, ayer comiendo en un restaurante con 6 amigos, estábamos hablando normal hasta que uno contó un chiste y evidentemente nos reímos , pues resulta que le molestó a la señora que estaba detrás de mí porque el niño se había dormido y lo íbamos a despertar, tuvimos que estar el resto del tiempo hablando en voz baja para que el niño no se despertara, sinceramente creo que la empatía debería estar por ambas partes, sinceramente creo que muchos padres de hoy día se creen con más derechos que el resto sólo por ser padres.
    Un saludo

    26 noviembre 2018 | 13:24

  10. Dice ser Alicia

    Uffff cuánta ñoñez una y otra vez para defender lo indefendible y es que los hijos son de quien los tiene. No me extraña que no haya ni un comentario, es que este tema aburre hasta la naúsea.

    26 noviembre 2018 | 15:47

  11. Dice ser jmarc

    La libertad de uno acaba donde empieza la de los demas. La pregunta sigue siendo, sabiendo que tenemos niños perturbadores (y no hablo de autistas) sino sencillamente jugones, podriamos ir a un restaurante pero, a lo mejor necesitariamos pedir un sitio donde no se molesta. No podemos castigar a la gente por la mala educación de los niños. En caso de un autista, es importante que salga para que tambien los demas se enteren de lo que es un autista. En el caso de este articulo, dijeron: son solo niños, no dijeron «es autista». lo que haria creo una diferencia en la receptividad. Basicamente, hay que hacer la diferencia entre padres que no quieren controlar a sus hijos y los que no pueden por la situación misma del niño.

    26 noviembre 2018 | 19:36

  12. Dice ser ravel

    Cuando tenía niños pequeños no iba a los restaurantes mientras ellos no supieran dominar unas cuantas normas básicas.
    En la actualidad si sale la familia completa, incluyendo a los nietos, que aún son pequeños, evitamos sitios muy llenos y si alguno de los niños se pone un poco «molestón» la madre o el padre sale con él del restaurante hasta que se calme. Nadie tiene por qué estar aguantando las majaderías de niños ajenos.

    26 noviembre 2018 | 20:24

  13. Dice ser Leonadejulio61

    Hay de todo, hay niños educadidimos y maravillosos donde se puede ir con ellos donde sea.Un bebé seguro que llorara si tienes hambre, sed o cambio de pañales y si los padres pasan de sus hijos porculeros, la culpa es de los padres que los han educado mal y los que estamos alrededor en el restaurante no tenemos porque soportar sus gritos y correrías pues los demás no somos sus niñera.Saludos.

    26 noviembre 2018 | 20:34

  14. Dice ser Ana

    Yo tenía una reserva en un restaurante caro (para el que tuve que ahorrar mucho tiempo) para celebrar un aniversario con mi novio. Al llegar teníamos una parejita francesa con un niño de unos tres años, muy rico y muy tranquilo. Bueno, pues los francesitos no pararon hasta que el niño empezó a alterarse, ya que no paraban de excitarle y ponerle nervioso, no dejándonos comer en paz al resto de la gente. Eso si, cuando a ellos les trajeron la comida, al niño le dijeron que a callarse, cuando fueron ellos quienes le habían puesto nervioso. Una pareja mayor también francesa, al otro lado nuestro, les miraban con cara de asco. Y yo, con ganas de matarles, porque me habían j…dido mi día especial.Dicen de los niños pero……

    26 noviembre 2018 | 21:32

  15. Dice ser Ana

    Otra: este verano, en la playa. Niño solo. Le cuido porque no aparece ni el tato. Bueno, pues media hora después, cuando le voy a llevar a la Cruz Roja, aparecen los padres, que no pasaba nada, que ellos estaban desde lejos vigilando desde el bar (mientras yo les hacía de canguro sin saberlo)
    Y otra más, ayer por la noche: en el autobús, a las diez de la noche, una hora a la que una niña de un año tiene que estar durmiendo. bueno, pues un tiarrón de dos metros, jugando con ella en el autobús, por encima de la barra que separa los asientos de los que estan delante, molestando a las señoras mayores de delante, a mí con tanto codazo, y a la niña expuesta a que salga volando si hubiera habido un frenazo brusco….Sigo??

    26 noviembre 2018 | 21:38

  16. Dice ser marian

    Estoy con la mayoría, a los niños hay que educarlos en todo, si no saben estar en un sitio, se les enseña o no se les lleva o se marcha uno de allí como consecuencia.

    Y no, yo no daba guerra en ningún sitio porque mis padres me lo pusieron muy claro desde bien pequeña, pues eso, a educar se empieza desde el minuto cero.

    27 noviembre 2018 | 11:48

  17. Dice ser Ella

    La paternidad exige renuncias y los niños no son compatibles con todo en todo momento. Hay mucha gente a la que le cuesta entender esto. “Seguiremos haciendo lo mismo, pero con niños”. Y no. Primero por ellos, que necesitan otros tiempos, otros espacios. Y segundo por los demás, que también son sujetos de derechos.
    El sentido común nos indica a cada uno cuándo y cómo podemos salir con nuestros hijos a lugares públicos. Sabes cuando tu hijo cruza la línea de lo comprensible y empieza a molestar; la cuestión es que lo ignores deliberadamente o te sacrifiques y le pongas remedio.
    Pero esto es un rasgo más del narcicismo de la gente, que dice “mi hijo tiene derecho a estar aquí” cuando lo que quiere decir es “yo tengo derecho a estar aquí y tú te j****”.

    28 noviembre 2018 | 15:36

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