‘Cluedo Junior’, para ejercitar la deducción, la atención, la memoria y divertirse

imageHace ya demasiado que no os hablo de un juego de mesa, así que vamos con uno. Un juego, además, que eligió Julia tras recorrer una y otra vez los dos pasillos llenos de cajas con juegos que había a su disposición en esa tienda.

Es la versión infantil de un clásico de los de toda la vida, de los que también probablemente hayamos nosotros jugado de niños en alguna ocasión. Un juego con el espíritu de Agatha Christie, pero que en esta adaptación para niños no incluye el asesinato de nadie.

En el Cluedo infantil el crimen cometido ha sido devorar una  tarta sin repartir con nadie. El objetivo es encontrar a semejante egoísta entre seis personajes. También saber con qué bebida se la zampó y a qué hora. Cada jugador está equipado con una libretita para ir marcando a lápiz las pistas que vayan sumando.

Se tira un dado en el que nos puede salir un número con el que movernos por la casa. Si al movernos caemos en una casilla blanca podemos mirar bajo los pies de ese personaje, a ver si encontramos migas en lugar de una hora. Si caemos en una amarilla miramos las bebidas que hay bajo el mobiliario. Si con nuestros movimientos no llegamos a ningún sitio, pues ahí nos quedamos sin investigar. En el dado también pueden salir directamente los colores blanco o amarillo, que nos permiten cotillear el personaje o el mueble que queramos.

Obviamente, las peanas que corresponden a cada personaje o mueble cambian en cada partida, para perpetuar el misterio. Igual que en cada partida la suerte decide cuáles se apartan para designar al culpable, la hora que comió la tarta y la bebida. También es obvio que gana el que acierta y si algún jugador hace una deducción equivocada queda eliminado automáticamente del juego.

La ventaja de su sencillez es la posibilidad de jugarlo entre niños a partir de seis o siete años sin la participación de un adulto. Con la ayuda de un ‘mayor’ a partir de los cinco años, como indica la caja, pueden jugar perfectamente, puede que incluso antes si el niño está acostumbrado a jugar en mesa y tiene ya cierta capacidad para concentrarse.

Además de la atención constante (es importante no perderse lo que hagan los demás jugadores) y de las dotes de deducción, también se ejercita la memoria. Aunque no olvidemos que el objetivo más importante con los niños es divertirse.

De Hasbro, la misma casa del Cluedo adulto y de tantos otros clásicos, admite de dos a seis jugadores y se puede encontrar por unos veinte euros, puede que algo menos si buscamos bien.

A los adultos se les puede quedar un poco corto, pero tampoco pueden dormirse o mirar el móvil mientras juegan, que las partidas están bastante igualadas a poco que los niños se esfuercen.

Cluedo Junior es una buena manera de comprobar si, a partir de unos ocho años, podemos introducir a nuestros hijos en el Cluedo adulto, en el que sí hay asesinatos y la complejidad aumenta. Un juego que, como curiosidad, nació en plena Segunda Guerra Mundial, creado por Anthony E. Pratt, empleado británico de un abogado. A día de hoy hay numerosas versiones, incluyendo algunas inspiradas en famosas franquicias como Star Wars, Juego de Tronos (lo raro ahí es que haya un único asesinato a investigar), Sherlock, Los Simpsons, The Big Bang Theory o Doctor Who.

De hecho, es habitual que los juegos de mesa más conocidos tengan versiones infantiles, a modo de prueba pero también de entrenamiento para encarar luego el adulto. Existen, por ejemplo, adaptaciones de Catan, Carcassone (otro que os recomiendo), del Trivial, el Monopoly o de Aventureros al Tren.

1 comentario

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Hola,

    estos juegos me encantan, a ver si así puedo jugar con los peques!

    gracias,

    Anabel

    11 junio 2018 | 07:59

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