‘Mi primer tesoro de juegos’, para iniciar a los niños más pequeños en los juegos de mesa

Estos días que anda mucha gente barruntando qué poner en las cartas de reyes voy a escribir algo más sobre juegos de mesa, cuentos y algún juguete que hemos probado en casa y considero recomendables.

Hoy traigo un juego de mesa que en realidad son varios en una misma caja. Se llama Mi primer tesoro de juegos y es, desde hace años, mi opción favorita para iniciar a los niños en los juegos de mesa, en jugar en familia, atender estando sentados un ratito y poner a funcionar los engranajes internos al tiempo que se divierten.

Los materiales son resistentes; los diseños, tanto de los tableros como de las piezas de madera, son atractivos para los niños, de un tamaño que las hace fácilmente manipulables. Las casillas son además suficientemente grandes para que los niños más pequeños se manejen bien.

Hay seis juegos distintos en su interior, que permiten al menos diez modalidades de juego.

Con ellos se puede aprender a contar, discriminar colores (el juego del mercado suele ser el que más gusta), mejorar la atención y tomar distintas decisiones planificando embriones de estrategias (¿a qué vaca mover en el parchís simplificado que incluye?).

¿A partir de qué edad podemos sacarle provecho? Pues a partir de los dos o tres años, para seguir las reglas más tres que dos, aunque depende del niño. Y que con dos jueguen a su manera, pasándolo bien moviendo las fichas aunque sea de manera poco ortodoxa, siempre es buena idea para que le cojan gusto a esta afición.

Es un juego, unos juegos, de la marca Haba. Se puede encontrar por unos treinta euros.

Con pocas excepciones, las cajas amarillas de Haba suelen ser sinónimo de calidad y éxito en lo que se refiere a juegos de mesa para niños pequeños. Juegos como Monza o El frutalito que muestro al final son también aciertos seguros. El catálogo de esta casa está repleto de buenas ideas con muy distintas temáticas.

El único inconveniente que yo he visto a los juegos de Haba es que, a veces, se quedan pronto cortos. Si damos con un niño que disfruta con los juegos de mesa, es probable que en dos o tres años quiera saltar a otro tipo de juegos más complejos.

No obstante, dos o tres años de juegos no son precisamente pocos si se les sabe sacar partido a las cajas amarillas. Y ese partido pasa por algunas recomendaciones con los niños mas pequeños:

  • Conviene jugar siempre en compañía, o al menos en presencia atenta, de un adulto o de un niño mayor y responsable. Dejar estas cajas a niños de tres o cuatro años para que disfruten a su libre albedrío es garantía de pérdida de dados, piezas y roturas varias. Si a partir de los cinco o seis años ya les vemos responsables (una responsabilidad cuidar su material de juego que tienen que haber visto en nosotros antes) para jugar solos en el suelo de su cuarto, adelante con ello.
  • Y ya que hacemos necesaria la presencia del adulto, también es preciso que el adulto proponga jugar en mesa, sobre todo al principio. A los niños hay invitarles a jugar para que en poco tiempo esa petición salga de ellos. Por mucho que les guste jugar con papá y mamá, debemos ser proactivos proponiéndolo para que las cajas no languidezcan olvidadas.
  • Es buena idea intentar al menos acabar la partida o una fase de la partida, pero si notamos que el niño se ha cansado, que está inquieto y desea terminar, no pasa nada por interrumpir el juego. La idea es divertirse, pasarlo bien. Si no se cumple esa premisa, ninguno de los potenciales beneficios de los juegos de mesa tendrán lugar. Tampoco crearemos afición.

2 comentarios

  1. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    ha, pues me interesa, le echamos un ojo porque estamos en estas edades, a ver si se va haciendo a los juegos de mesa que nos encantan!

    Gracias por compartir, porque la verdad es que voy un poco perdida en estos juegos para tan peques!

    Besos!

    Anabel

    27 noviembre 2017 | 08:18

  2. Dice ser antares

    Yo, a mi peque de 3 1/2 años, intenté iniciarla en el juego del Tiburón Ataca, pero le costaba seguir el hilo y acababa yendo a su bola. Miraré si puedo encotrar este que dices. Gracias por el artículo.

    27 noviembre 2017 | 14:09

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