Archivo de agosto, 2017

Consejos para las madrastras (y padrastros) que no quieren ser las malas del cuento

Muchos cuentos infantiles y las películas que llegaron detrás hicieron un flaco favor a las madrastras. Cargaron una palabra relacionada con la maternidad de tan mal fario que no es raro que aquellas mujeres que lo son, huyan del término.

Hace ya tiempo que una de esas modernas madrastras, que se encontró siendo madre de una preadolescente por amor a un hombre y que ha puesto todo su mejor empeño en hacer bien las cosas con su hijastra, me decía que tenía que escribir al respecto, que hay que reivindicar que las madrastras pueden ser las buenas del cuento.

Claro que sí. El amor no está vinculado necesariamente a la sangre. Y lo normal es que si una mujer quiere a un hombre, también ame a los hijos que él tuvo.

Algo aplicable lógicamente también a la inversa. Los padrastros, que no tienen malvados tan icónicos en la cultura popular como las madrastras que yo recuerde, también pueden ser los buenos del cuento. Suelen serlo de hecho.

Hace cosa de un mes me encontré con un reportaje en BT.com en el que habían hablado con cinco madrastras pidiéndoles consejo para llevar a buen puerto la relación con sus hijastros.

Os lo dejo enlazado para que podáis leerlo entero, pero como está en inglés os hago un resumen rápido de sus recomendaciones, pasadas por mi propio filtro.

Si os encontráis en esa misma situación, cualquier consejo será también bienvenido.

Vamos allá:

  • No intentes  convertirte en su mejor amiga.  Unas hablan de que son figuras de autoridad asimilarse a una tía, que la gente les confunde con madre e hijo por la calle y. O les sacan de su error, pero colegas, mejor que no.
  • No quieras reemplazar a la madre que perdió. Su madre existe o existió (y en ese segundo caso debe seguir haciéndolo en su memoria). Tú eres otra cosa, por mucho que le demuestres todo el amor del mundo y quisieras ser su madre biologica.
  • Si su madre sigue ahí porque te has convertido en madrastra tras una separación, intenta tener una relación cordial con ella. No hace falta ser amigas del alma, ni mucho menos, pero sí ser civilizados y flexibles.
  • En línea con lo anterior es buena idea hacer frente común. Hay reglas, normas, costumbres, castigos, recompensas… que conviene mantener equiparables en ambos hogares.
  • No te rindas. La relación con los niños puede ser difícil, sobre todo al principio. Recuerda que ellos no han elegido tenerte como madrastra (o padrastro) y pueden traer una mochila complicada de cargar. Paciencia. Por lo mismo, ve despacio.
  • Si las cosas se ponen difíciles, tener una red personal de amigos, sean padres o no, con los que compartir retos y preocupaciones puede ser de gran ayuda. En este tema de ser madrastra (o padrastro) como en cualquier otro de la vida de hecho.
  • Y también elemental: divertíos, pasadlo bien. Así se construye toda relación, buscando puntos de encuentro, compartiendo buenos momentos, mirando la vida con buen humor.

Todas llenas de sentido común. ‪en cualquier caso se tratan de realidades únicas, a veces complejas y diversas. Pero el reto de vivir feliz consiste en gran medida en hacer las cosas fáciles.

‘Love Letter’, un juego de mesa que apenas abulta, ideal para jugar en familia

Cuando se va de viaje de agradecen los juegos de mesa rápidos y que ocupan poco que podamos jugar en familia, con nuestros hijos. No sólo por la posibilidad de jugarlos durante el viaje, en trayectos y tiempos de espera de aeropuertos o estaciones, también para que ocupen poco en la maleta y poder disfrutar de ellos en destino.

Los juegos de mesa basados en cartas suelen cumplir esos criterios. Ya hace tiempo os recomendé Virus, un juego de creación española que ha triunfado almas por donde lo he llevado o regalado. Hoy os traigo uno similar: Love Letter de Seijo Kanai.

No es ninguna novedad, vio la luz hace ya un lustro, pero este verano ha triunfado con Julia.

Es un juego muy ágil y bien pensado. Y barato, se puede encontrar por ocho euros.

Con un mínimo de dos jugadores y un máximo de cuatro, la edad oficial recomendada es a partir de 10 años, pero la opinión generalizada de los foros de jugones es que funciona bien a partir de ocho años, algo que puedo corroborar. Julia, con ocho años, lo ha pillado al vuelo. Y las partidas con nosotros están igualadas gracias a que la suerte tiene un papel importante. Y mi impresión particular es que con uno o dos años menos, si el niño tiene tablas y sabe concentrarse y quedarse quieto la media hora que puede durar como mucho una partida, también puede gustarle.

Consta únicamente de una baraja bastante liviana, las instrucciones y unos pequeños cubos rojos para marcar los puntos. Todo ello en una bolsita que cabe en cualquier sitio.

Es fantástico para trabajar la atención, la concentración. También para calcular probabilidades y elaborar pequeñas estrategias a corto.

El objetivo es ganar las suficientes rondas para acumular cinco cubos (o cartas de amor entregadas a la princesa Annette). El primero en lograrlo, gana. Para lograrlo es necesario evitar que eliminen a nuestra princesa, si es que nos ha tocado a nosotros.

La mecánica  es muy sencilla. Se tiene siempre una carta en la mano, que representa a uno de los ocho distintos personajes con facultades diferentes. En nuestro turno robamos una nueva carta y elegimos cuál de las dos cartas jugar.

Y si la temática de la nobleza y el servicio enviando cartas de amor a la princesa (probablemente ese argumento sea lo más flojo del juego) no nos entusiasma, siempre se pueden elaborar versiones caseras (Harry Potter, Superhéroes de Marvel, Pokémons, El señor de los anillos…) inspiradas en el universo que más nos guste basadas en la mecánica del juego. Nosotros haremos alguna con toda seguridad.

Todo hay que decirlo, también hay versiones modificadas y oficiales a partir del juego original.

Otros juegos de mesa para pasarlo bien en familia:

En noviembre llegará a los cines una nueva película de Pokemon

No sea un gran estreno, uno de esos que copan salas de cine de toda España y a los que cuesta esquivar, pero sí que habrá oportunidad de ver a Ash y a Pikachu en pantalla grande el cinco y seis de noviembre.

Un estreno limitado de la nueva película de dibujos basada en el universo de lo pokemons, que reinicia la saga, que muestra cómo Ash (el niño que viste de rojo y azul y siempre va con gorra, para los despistados), se encuentra con Pikachu y comienzan sus aventuras.

Un reboot que imagino que se explica por el reciente éxito de Pokemon Go, el juego de móviles que copó titulares hace casi exactamente un año y que no está tan desaparecido como muchos puedan creer. Y tal vez engarce con los recientes lanzamientos para la consola portátil de Nintendo Pokemon XY y, más recientemente, Pokemon Sol y Luna.

Yo iré a verla con Julia con toda seguridad. Sin esperar una película que compita en la categoría de animación de los Oscar este año, ni mucho menos. Solo para pasar un buen rato viendo en pantalla grande lo que ya conocemos de sobra.

Los pokemons son como las embarazadas. Cuando esperas a un bebé no dejas de ver barrigas semejantes en otras mujeres. Cuando tienes un pequeño fan de los pokemons en casa te das cuenta de que están por todas partes. En cromos, series, libros, juegos, galletas de chocolate…

Por si hay más padres de esos pequeños fans de los pokemons (que son legión) por ahí, os dejo con la información que están facilitando al respecto:

La película Pokémon ¡Te elijo a ti! es una historia sobre los orígenes del primer encuentro de Ash y Pikachu, así como sus aventuras mientras buscan al Pokémon legendario Ho-Oh. Durante su travesía, el icónico par se encuentra con caras conocidas y con personajes nuevos, como los Entrenadores Verónica y Samuel, e incluso se cruza con un nuevo y misterioso Pokémon singular, Marshadow.

“Al ser una película sobre los orígenes, es la perfecta manera para que las nuevas generaciones de fans de Pokémon experimenten los comienzos de la amistad entre Ash y Pikachu, y ofrece a los fans de siempre una nueva y emocionante forma de ver el inicio de sus épicas aventuras”, declaró Colin Palmer, vicepresidente de Marketing de The Pokémon Company International.

La película Pokémon ¡Te elijo a ti! se mostrará en cines solo durante dos días, el domingo 5 de noviembre y el lunes 6 de noviembre de 2017, en determinados mercados internacionales.

Más información sobre las ubicaciones de los cines participantes, las fechas de venta de entradas y los detalles del evento estará disponible próximamente en www.FathomEvents.com. Los padres y los fans pueden visitar ahora el sitio web para apuntarse y recibir actualizaciones y detalles sobre el nuevo estreno cinematográfico limitado.

Las guerras de la lactancia

No escribo ya apenas de lactancia materna. Muy poco. En los últimos dos años solo recuerdo haber escrito algo al respecto durante la primera semana de agosto, que está dedicada precisamente a la lactancia. De hecho este año ni siquiera pensaba hacerlo.

En el pasado hable mucho de lactancia, muchísimo. Mis dos hijos tomaron el pecho hasta pasados los dos años y eso se tradujo en que fui madre lactante durante un lustro entero, que se dice pronto.

No sabía nada de la lactancia materna antes de tener a mis hijos, para mí fue un descubrimiento sobre el que leí mucho y sentí mucho y que quise compartir con los demás desde este blog. Siempre desde el respeto, sin pretender obligar a nadie a seguir un camino en concreto.

Las premisas eran muy sencillas:

  • La lactancia materna es nutricionalmente y para la salud de madre e hijo la mejor opción, sin duda, pero sin que eso signifique que la artificial sea mala.
  • La lactancia materna para mí fue una experiencia maravillosa, pero ninguna mujer es mejor o peor madre por haber  dado pecho o biberón. No tiene nada que ver.
  • La lactancia materna es algo natural, que debe verse con la misma naturalidad que cuando se alimenta con un biberón y no deben ponerse trabas a la alimentación de un bebé al pecho.
  • Defender la lactancia materna no implica atacar a aquellas mujeres que hayan optado o se hayan visto obligadas a usar lactancia artificial.

A priori debería ser un tema bastante blanco, poco dado a la afrenta. No obstante, jamás hubo contenidos tan polémicos como los de la lactancia, jamás hubo tantas discusiones y tan agrias, nunca tanta gente se sintió atacada, ofendida o incómoda. Con insultos en todas las direcciones.

Incomprensible.

Para mí son polémicas lejanas. Mi blog, que pronto cumplirá una década, va evolucionando al ritmo que camina mi vida. La maternidad es cambiante, incluso creciente. Ahora los temas que me ocupan son otros.

Han pasado muchos años de todas aquellas discusiones y tal vez por eso me sigue llamando la atención que siga siendo un tema tan sensible, que no se supere, que haya tanta sensibilidad a flor de piel, que los insultos, la incomprensión y la falta de empatía afloren con cada nuevo contenido al respecto, que los prejuicios nublen la comprensión lectora.

Lo he seguido observando todos estos años. La última vez ayer mismo, cuando Boticaria García, que además de farmacéutica es nutricionista, escribió al respecto.

¿Llegará el año en el que logremos superar las guerras de la lactancia?


(GTRES)
Otros contenidos sobre lactancia:

Inventar su propio juego de cartas, una forma distinta de hacer deberes en verano

Los que me seguís ya sabéis que tengo en casa una pequeña fan de los pokemon. Tanto le gustan los juegos y las series de Pikachu y compañía que justo este fin de semana, a sus ocho años, se ha inventado su propio juego de cartas inspirado en ese universo ella solita. Y oye, el juego funciona y tiene su gracia, que lo hemos probado con sus primos.

La cosa es así: cada jugador tiene seis pokemons (pueden ser menos si queremos una partida rápida) y cada pokemon tiene siete puntos de vida (que también se pueden reducir). Lo ideal es que uno de los niños se encargue de llevar la puntuación. Se queda eliminado del juego si se pierden todos los pokemons. Gana el jugador cuyos pokemons resistan.

En la versión más sencilla, que hace del juego una pura cuestión de azar, se van sacando cartas de una en una. La que toque de lo alto del mazo. Todos los jugadores la muestran a la vez.  Si queremos incorporar estrategia de juego se reparte una mano de seis cartas que se va reponiendo.

Cada jugador tiene su carta sobre la mesa, boca arriba, con el ataque de su pokemon:

  •  Un as o un dos es un fallo, una pifia. El pokemon se hace un punto de daño (y además puede ser atacado).
  • Sota, caballo y rey permiten esquivar cualquier ataque. El pokemon sale indemne de esa ronda.
  • El tres es un ataque crítico. El pokemon en juego al que se ataque con esa carta queda eliminado.
  • Del cuatro al ocho es un ataque normal. Un ocho ganaría y causaría un punto de daño a cualquier ataque entre un as y un siete (exceptuando al tres, que es el ataque más poderoso). Un cinco causaría un punto a cualquiera entre uno y cuatro.
  • El nueve permite cambiar de pokemon en medio del combate.
  • El diez cura a un pokemon que tuviera puntos de vida comprometidos, aunque no esté en juego en esa ronda.

Si se ponen seis figuritas o (mejor aún) dibujos de Pokemon delante de cada jugador, el juego gana bastante. Si se le pone un poco de teatro, también. Así tenemos además juego simbólico en el lote.

Y si los pokemons no gustan, pueden ser superhéroes, miembros de La patrulla canina  o cualquier objeto de interés del niño.

Ya sabéis, los intereses de los niños hay que aprovecharlos, no podarlos. Cuando tienes un hijo con autismo y muy pocos intereses, descubres hasta que punto son necesarios para abrir la puerta al aprendizaje. Los intereses de un niño son tesoros.

Dibujar pokemons, llevar las cuentas de la partida, idear las reglas, probarlas, ajustarlas si hay algo que vemos que no funciona o se podría mejorar.. es el tipo de deberes que hacer en verano motivadores y útiles, con los que pasarlo bien toda la familia.

Y ejemplos como el del juego de cartas que hoy os he traído hay cientos. Darle al coco en verano para arrancar el cole en septiembre preparados no tiene que suponer necesariamente, tener al niño a solas ante un cuaderno de ejercicios.

Juegos de mesa para pasarlo bien en familia: