Seguimos hablando de viajes. Estamos en fechas al fin y al cabo. Julio y agosto son los meses en los que la mayoría de los españoles hacemos las escapadas más largas, no nos vamos a engañar.
En la tarde de charlas sobre viajar con niños en la que estuve esta semana, justo en el apartado en el que participé yo hablando de viajar con un miembro de la familia con discapacidad (tema del que ya traté ayer aquí), también estuvo Jorge Traver de Pangea defendiendo que debemos perder el miedo a viajar a destinos lejanos con niños, que hay que ser valiente y atreverse igual que lo ha hecho él con sus cuatro hijos.
Es cierto que hay que informarse bien de las vacunas que hay que poner, que el viaje tiene que estar adaptado a ellos y a su ritmo, que no vale cualquier destino, pero teniendo todo eso en cuenta nada impide (si tienes el dinero para pagarlo, claro está) viajar a Kenia o a Nueva York y regalarles esa experiencia a nuestros hijos, porque viajar desde muy pequeños a sitios así puede contribuir a que crezcan mejores, más conscientes y flexibles.
Contaba también, desde su experiencia en la empresa de viajes, que cada vez es más frecuente ver a padres recientes (y valientes) que se lían la manta a la cabeza y buscan destinos exóticos, o al menos lejanos, con sus hijos. Hablaba por ejemplo de una pareja con un bebé de dos meses que se había ido a la ciudad de los rascacielos hace poco.
Probablemente tenga razón, seguro que sí. Lo normal es que no pase nada, y, eligiendo un destino con un sistema de salud razonable, los padres que gustan de viajar no tienen motivo para prescindir de su afición por conocer mundo.
Si el dinero se lo permite, claro. Insisto de nuevo porque no es lo mismo pagar un par de billetes de avión y una habitación cuando eres una pareja, que pagar cuatro billetes, estancias dobles, y sumarle el gasto extra en alimentarse y excursiones. Viajar en familia no sólo requiere adaptar ritmos y seleccionar destinos y excursiones teniendo en cuenta los gustos y paciencia de nuestros niños, también es considerablemente más caro. Poder siquiera plantearse esos viajes aunque sea para descartarlos por miedo o por prudencia, no sé bien, implica estar en una posición de privilegio.
Nosotros sí que teníamos esa afición de trotamundos. Apenas hemos gastado en coches, ropa, complementos varios, salir los fines de semana… pero siempre ahorramos para poder viajar lejos: Túnez, China, Egipto, México o Estados Unidos. Las fotos que ilustran este post son mías. Nuestro único vicio caro. Hasta tener a Jaime hace diez años; desde hace una década nuestros viajes han sido por España con la única excepción de Francia en los últimos años.
Es algo que decidimos que fuera así. Siempre dijimos que iríamos lo más lejos posible antes de tener hijos, porque una vez hubieran nacido y siendo pequeños, movernos con ellos por Europa nos parecía más fiable.
Reconozco que a mí sí me daría miedo ir con un niño pequeño a Kenia o con un bebé de dos meses a Nueva York. Ya no, ahora lo que me frena son las ganas de amortizar la hipoteca.
¿Y a vosotros?
Por soñar…
Mi mujer y yo decidimos, hace ya unos años, la misma filosofía de viajar, ir lo más lejos posible para quedarnos por Europa cuando fuésemos padres. Y así ha sido. Y de verdad que lo recomiendo. Esos vuelos interminables, lugares con una sanidad cuanto menos dudosa,… mejor sin bebes. Y éste año nos estrenamos con nuestra peque de 8 meses por Italia. Es cierto que los tiempos de viaje cambian, que hay que adaptarlo al bebé, más descansos, otros horarios… jajaja. Pero yo animo a probar. Es una experiencia llena de altibajos pero merece la pena. Si de verdad eres un viajero, sólo hay que adaptar el viaje. Pero se puede viajar. Todo se vuelve más lento y ya no cabes en cualquier sitio con el carrito, jajaja. Es otra etapa, y compartir esos viajes, e inculcarle a tu hijo esta forma de entender el mundo es enriquecedora, estamos seguros.
17 junio 2016 | 10:37
Pues nosotros viajamos muchisimo antes de los crios y ahora con ellos tambien.
En noviembre hicimos la Costa Oeste en coche, mas de 2500 kms de carretera y vuelos grandes con un crio de 4 y otro de meses y la experiencia fue fabulosa…el peque se puso malito pero aun así pudimos hacer practicamente todo lo que teníamos previsto… solo hay que ser viajero valiente, ser flexible con los horarios y excursiones, etc… y se disfruta mucho.
El mayor de 4 años recuerda absolutamente todo, mejor que leer cualquier libro
17 junio 2016 | 12:57
Los niños no son para viajar a republicas bananeras ni paises exoticos, Punto.
Todo es muy bonito si no pasa nada pero si pasa algo malo os la vereis canutas para pagar la sanidad si es que existe, las embajadas y similares se desentienden, seguros de viaje ni fu ni fa cubre lo justo.
17 junio 2016 | 15:02
Nosotros viajamos mucho con nuestro hijo (que ahora ya tiene 7 anios y va por su segundo pasaporte). Vivimos en USA y hemos viajado a Espania todos los anios desde que nacio con paradas en otros paises casi siempre. Noruega, Francia, UK. Mexico, Australia, Canada y largos viajes dentro de los USA. La verdad es que ahora el esta muy acostumbrado- pero si hubo algun momento dificil y una visita a Emergencias con un bebe en un pais donde no dominas el idioma es dificil…..
Yo lo repetiria todo- eso si, yendo preparados y solo a paises con un buen sistema sanitario y de facil acceso. Acabamos de llegar a casa despues de 3 semanas en Espania con paradas en 5 ciudades y el ya esta preguntando cuando volvemos.
No todo son flores obviamente pero a mi me parece una buena experiencia.
17 junio 2016 | 19:55
Pues depende del «estilo» de viaje, pero yo me esperaría un poquito a que fueran un poquito mayorcitos. Y por lo que comentan más arriba, depende de que país, si le pasara algo a tu niño, no sabes que podrías hacer: véase «Kenia»..
11 agosto 2017 | 18:11