‘Las puertas del infinito’ de Víctor Conde y José Antonio Cotrina, apocalipsis mágico #Unoalmes

Ya tengo escogido el lugar en el que colocaré Las puertas del infinito, la novela engarzada a cuatro manos por José Antonio Cotrina y Víctor Conde y editada por Fantascy, una firma que apuesta por autores españoles, como esta novela que es mi lectura recomendada del mes o como Arancha Serrano y su exitoso Neimhaim.
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Las puertas del infinito, sus dragones y ciudades que colapsan sobre azul y blanco, estará en mi estantería entre Buenos Presagios, también escrita a dúo por Terry Prattchet y Neil Gaiman, y La historia interminable, de Michael Ende.

Los libros que evoca en cada lector una nueva novela no tienen necesariamente que ver con los que forjaron el entramado que sostuvo a los que lo escribieron, bien lo sé, pero yo he terminado esta lectura con el mismo sabor de boca que me dejó el primer volumen que es esa maravilla ideada por Ende que volví a leer no hace mucho con Julia (una de las maravillas de la maternidad es redescubrir lecturas con nuestros niños).

Nuestra protagonista, con el nombre de la heroína de Ivanhoe, es una suerte adulta y oscura de Emperatriz infantil, que quiere salvar el mundo, los mundos, de una Nada terrorífica, sádica y equívoca en un viaje lleno de horrores y peligros surcando los cielos a lomos de su propio Fujur. Una emperatriz infantil cuyo hogar es un burdel, que convive con la violencia más brutal y que podría ser digna heredera de la teniente Ripley.

Y al otro lado, en un Londres antiguo y alternativo, tenemos creciendo, luchando y soñando despierto a Riddley, un Bastian condenado por su juventud y su inocencia. «¿Fui alguna vez hermoso? ¿Fui alguna vez valiente?», pregunta en un momento del sorprendente final. Nunca dejaste de serlo Riddley.

Que nadie espere héroes o malvados convencionales, historias de amor, de búsqueda o de peregrinación a la madurez. Las puertas del infinito es un dejarse llevar por la magia de los aperimantes, capaces de abrir puertas y viajar a otras realidades, es dejarse llevar por la imaginación de Cotrina y Conde, aperimantes de la letra impresa. ¿Qué es un escritor sino un cerrajero decidido a crear acceso a otros mundos?

Tampoco Las puertas de infinito es una novela de la que hacer una reseña convencional, como mi Galatea, merece que dejemos que su argumento nos atrape y nos sorprenda.

Terminaré deseando que esta fantasía bastarda de ciencia ficción, vertiginosa y adulta, haya reportado a sus autores tanta diversión en su escritura como a mí con su lectura.

Estos son mis otros #UnoAlMes, recordad que todos estáis invitados a sumaros a esta iniciativa de recomendar un libro al mes desde vuestros blogs y/o redes sociales:

1 comentario

  1. Dice ser Portones

    Se necesita de este tipo de fantasía, con menos arcoiris y más sudor y dolor.

    06 abril 2016 | 10:24

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