Los animales ayudan a los niños a ver la muerte con naturalidad

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Este fin de semana murió Sven. Sven, con el nombre de uno de los personajes de Frozen, era un hámster ruso que llevaba con nosotros casi tres años y que entró en casa por deseo de Julia. Un animalito dulce, con muy buen carácter, al que conocían y con el que habían jugado todos los niños que han entrado en casa. Siempre a ratitos cortos, siempre con delicadeza, siempre teniendo en cuenta que lo que tenían en las manos era un ser vivo.

Cuando murió hubo varias personas que me preguntaron qué tal se lo había tomado Julia, que es una niña muy sensible. Pues lo cierto es que con toda la naturalidad del mundo. Había asumido que era un hámster ya viejito y de momento la muerte es algo que ha vivido siempre con mucha normalidad: con el abuelo que murió antes de que ella naciera, con nuestra perra Mina, con los peces que tenemos en casa, con su bisabuela el año pasado. Sé que hay niños a los que les angustia, que se hacen preguntas imposibles de contestar. No ha sido su caso y no sé si tener animales ha ayudado. Nosotros no hablamos de cielos ni de ángeles, hablamos de que los que se van vivirán en nuestro recuerdo.

Es un ciclo que hay que asimilar como algo natural, que duele y que pasa. Ahora que vivimos en ciudades sin contacto con la naturaleza y muertes contadas, los animales con los que vivimos ayudan a los niños a interiorizarlo, a verlo como lo que es, algo relativamente cotidiano. Ley de vida.

Os dejo lo que la psicóloga infantil Patricia Díaz de la Fundación Mario Losantos del Campo, que está llena de información útil para entender y explicar la muerte y superar el duelo, explica al respecto:

no de los mayores miedos de los adultos es comunicarle a un hijo la muerte de su mascota. Hay que destacar que la muerte de una mascota es, en muchas ocasiones, la primera experiencia directa que tiene un niño con la muerte. Por esta razón, es importante actuar adecuadamente, ya que la primera muerte que vive el niño determina en gran medida cómo vivirá las demás muertes que se produzcan a lo largo de su vida.
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A menudo la primera reacción de los adultos es sustituir a las mascotas. También es frecuente que le cuenten al niño historias sobre un viaje, o que busquen una mascota aparentemente similar y la hagan pasar por la antigua, contándole al pequeño mentiras piadosas como que ha estado en la peluquería, etc. Esta forma de ocultar la muerte al niño suele confundir al menor, por lo que es preferible afrontar el hecho contándole la verdad.

También es posible que la mascota muera debido a un descuido del niño durante sus juegos. La reacción adulta en estos casos también suele ser la de intentar proteger al niño y se maquilla el hecho, para así evitar la responsabilidad del niño que jugando causó daño a su animal.

Cómo explicar a un niño la muerte de su mascota

Como expertos, nuestra recomendación en estos casos siempre es comunicar al niño la muerte de la mascota. Resulta imposible proteger al niño de todo y, además, en este tema en concreto, cuanto más intentemos protegerlos de la muerte más les estaremos desprotegiendo ante un hecho que tendrá lugar en su vida, de un modo u otro.

A continuación, esbozaremos algunas claves para explicar a los niños la muerte de las mascotas:

● Si podemos anticipar la muerte de la mascota, es bueno que el niño sepa que su animal está enfermo. Si quiere, también puede acompañarnos al veterinario.

Hay que explicarle al niño que la mascota ha muerto y lo que esto implica, es decir: que no va a jugar más con ella, que no la va a ver, etc., claves que ya hemos explicado en artículos anteriores.

● Podemos decirle al niño que puede donar las pertenencias de la mascota a alguna protectora que las utilice, recoja y guarde, por si hay otras mascotas que las necesitan; o bien tirarlas, en caso de que no vayamos a acoger a ningún otro animal de esa clase.

Si vamos a adoptar otra mascota -porque ya lo teníamos pensado-, es recomendable que no sea un mero reemplazo de la que teníamos, es decir, que responda a un verdadero deseo de tener mascota, y no sea simplemente una maniobra para que el niño no eche de menos a la anterior. Es bueno que tanto el menor como nosotros echemos de menos a la mascota. Por eso, hay que explicar al niño que iremos a por otro animal de compañía cuando sea el momento.

● Conviene hacer saber a los niños cuál es la esperanza de vida de las mascotas que tenemos: “Lo habitual es que vivan unos X años”. También les explicaremos, desde la tranquilidad, que es habitual que las mascotas vivan menos que sus amos.

● Si hay que sedar a la mascota –es decir, practicarle la eutanasia-, le diremos al menor que se trata de un procedimiento habitual cuando las mascotas están enfermas, ya que no pueden explicarnos su dolor, y esto se hace porque los animales ya no pueden recuperarse, no comen, pierden peso y sufren.

● Si detectamos que existe un sentimiento de culpa en el menor por el cuidado de la mascota -dado que a menudo los niños pueden tener un comportamiento negligente con los animales-, hay que hacerles entender que no son ellos los que han causado la muerte del animal. Y, si es necesario, también les explicaremos que a veces ocurren accidentes y que, en la mayoría de las ocasiones, no hay ninguna intención de hacer daño.

● Conviene dejar que el niño exprese sus emociones, de modo que evitaremos frases del tipo: “Sólo era un animal”, “No es para tanto”, etc. Dejaremos que el niño exprese lo que siente por la pérdida de su mascota y lo normalizaremos con frases como: “Es normal, pasasteis mucho tiempo juntos”, “Ha sido una buena mascota y la has cuidado mucho”, “Ha tenido una vida muy feliz”, etc.

Dudas infantiles tras la muerte de una mascota

Aunque una mascota no es una persona, nos parece importante dedicarle unas líneas, ya que en muchos casos, esta va a ser la primera oportunidad para un adulto de hablar a los niños de la muerte. Además, la pérdida de una mascota puede servir de excusa para introducir el tema de la muerte desde la naturalidad, que es el mejor modo de hacer las cosas.

Puede ocurrir que esta experiencia provoque que los niños abran un intenso debate sobre la muerte. Como siempre, responderemos lo que sepamos con cariño y delicadeza, y les diremos lo que no sepamos. Podemos pedir al veterinario que nos ayude a explicar a nuestros hijos sus procedimientos y ayudarles así a normalizar este tema tan controvertido.

Para saber más sobre el duelo infantil y adolescente os recomendamos la lectura de la guía Explícame qué ha pasado, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y adolescentes, y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.

7 comentarios

  1. Dice ser Cristina

    Qué genial tu entrada de hoy. Además creo que serviría para ir inculcando en los niños el amor y respeto hacia los animales, que últimamente parece que brilla por su ausencia en algunos adultos. Qué dolor perder a una mascota cuanto eres un niño….

    09 febrero 2016 | 09:18

  2. Muy buen post!!!

    Nuestras dos perras ya son viejecitas, sobretodo una y les vamos ya diciendo que algún día faltarán porque ya no ven ni oyen y pasa como los bisabuelos, que un día, nos dejan.

    Un saludo y me ha encantado saber que había en este mundo – seguro que hay más . una perra llamada Mina como nuestra Basset Hound.

    09 febrero 2016 | 09:34

  3. Dice ser perez

    uff es algo que siempre me he planteado. Mi hija desde que nació ha visto a nuestra peque de casa, Lua, una yorqui. Y ahora que tiene dos añitos, son inseparables. Guardaré este post para un futuro. Porque creo que para mi hija va a ser muuuy duro cuando llegue el momento, desde que nació es parte de la familia.

    09 febrero 2016 | 11:29

  4. Dice ser marian

    Pues las preguntas sobre la muerte llegarán, créeme, tengas o no mascotas, hay un momento en la infancia que el tema en cuestión aterroriza al niño y hay que ingeniárselas para tranquilizarlo.
    Yo jamás le he ocultado ni maquillado las muertes ni de familiares ni de mascotas, si lo normalizas, es mucho más fácil.

    09 febrero 2016 | 12:02

  5. Dice ser martinez

    lo primero a tener en cuenta al tener una mascota es si ese es su estilo de vida ;si va a vivir con un mínimo de calidad y felicidad .Al ratoncito de la fotografía se le vé tenso por la presencia cercana del gato. Tal vez ese hogar no es el idóneo para el ratoncillo.Nunca una mascota debe de ser el capricho de un niño ni tenerlo para su beneficio. Tiene que haber beneficio por ambas partes…..mascotas y niño.

    09 febrero 2016 | 12:31

  6. Dice ser Sara

    Nuestro perro murió el viernes pasado. No he podido parar de llorar aún y mi hijo adolescente tampoco, en cambio mi hija de 5 años lo ha llevado tan bien que hasta me asusta tanta falta de sentimientos.

    12 febrero 2016 | 22:19

  7. Dice ser Tarot

    A pesar de ser animales, yo creo que los niños no acaban de darse cuenta de la situación real.

    23 febrero 2017 | 08:20

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