Leed con vuestros hijos ‘Camioneros’ de Terry Pratchett, leed también vosotros a Terry Pratchett

imageEra una niña cuando descubrí la trilogía de los gnomos camioneros de Terry Pratchett, que ha muerto hoy. Pocas veces en toda mi infancia disfruté tanto como inmersa en esas páginas, que me supieron a poco. No recuerdo cómo llegaron esos cuentos a mis manos, tampoco me fije entonces en el nombre de su autor. Con doce años me limitaba a centrarme en las historias y los personajes, no me importaba mucho quiénes las habían escrito.

Con unos veinte años leí Guardias, guardias. Ahí sí recuerdo perfectamente que fue husmeando entre los estantes de La casa del libro, al salir de la universidad y que me llamó poderosamente la atención que describían que se narraba con sentido del humor el punto de vista de esos guardias que salen en los libros de fantasía épica al uso solo para obedecer órdenes y no perdurar en la memoria del lector. Me apeteció tenerles como protagonistas. También me marcó esa descripción del autor como periodista, la carrera que yo había estudiado, y su pasión por las plantas carnívoras «que no son tan interesantes como parecen».

Lo mío con Terry fue un flechazo. Algo raro y precioso igual que los flechazos que nos conducen a entregarnos a la carne ajena. Desde aquel día me lancé a devorar su extensa obra, libros que se devoran en dos suspiros y tres risas y que nos dejan reflexionando y con pena por verlos acabado.

Terry hacía fácil lo difícil, algo que yo intento. Se notaba que escribía con las tripas y del tirón. Era prolífico y por eso muchos no le han dado el valor que merece. Craso error. Inventó un mundo propio relacionado con la ciencia ficción y la fantasía, algo que también pesa en la consideración de muchos amantes de la literatura que van por la vida con armadura y un renglón metido por el culo. Lo hizo para reírse de nuestro propio mundo, de nosotros mismos. Y lo hizo condenádamente bien.

Sus guardias, sus brujas y magos, sus vendedores ambulantes, una Muerte que no es cruel (sólo se le da condenádamente bien su trabajo), sus dioses mayores y menores, Tiffany, Yaya, Vimes, el baúl de peral sabio… todos ellos forman parte de mí y lo seguirán haciendo. Soy como una fan quinceañera de Auryn en lo que respecta a este señor, lo confieso.

image Noli timere messorem. «No temas al segador» era el lema en el escudo de Terry Pratchett cuando fue nombrado Sir hace cinco años, aunque tendría que haber sido nombrado guardia. Sé que se ha ido sin miedo y a partir de ahora lo hago mío.

En mi casa tiene el mejor altar que puede tener un hombre: un par de estantes llenos de sus libros. Y colgado al cuello llevo hoy el ankh de esa ciudad en la que vernos reflejados.

Pero olvidaba que este es un blog de una madre que habla de cosas relacionadas con su maternidad y con sus hijos, así que os ánimo a leer Camioneros a vuestros niños y regalarles así uno de los cuentos más divertidos que jamás se han escrito. Creedme.

5 comentarios

  1. Dice ser alejo

    Mundodisco queda ya para la eternidad, auténtico juegazo…

    http://tabernadegrog.blogspot.com/2011/04/discworld-mundodisco.html

    12 marzo 2015 | 20:27

  2. Dice ser probamos

    son costumbres que se han perdido por desgracia

    http://goo.gl/sJqrv4

    13 marzo 2015 | 08:20

  3. Dice ser bea

    yo le conocí con más de 20 años, con la trilogía de los gnomos, igual que tú, pero no me había planteado que fuese lectura para niños. ¡que ganas de que mis hijos se aficionen a la lectura para poder recomendarles tantos y tantos libros!

    13 marzo 2015 | 08:49

  4. Dice ser Nacho

    A mí Camioneros me gustó mucho. Excavadores no tanto…y el tercxer libro lo acabé por saber cómo acababa la historia. pero buena, toda lectura para los niños es buena para ellos.

    15 marzo 2015 | 01:27

  5. Dice ser cositas chulas

    Lo compraré y leeré primero yo y luego a los peques, gracias por compartir, saludos

    20 enero 2018 | 10:53

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