Solos al cole, ¿cuándo están preparados?

Tres niños camino al colegio (GTRES)

Tres niños camino al colegio (GTRES)

Jaime tiene ocho años largos. Recuerdo que fue a su edad cuando comencé a salir sola a la calle a hacer pequeños recados, a ir sola a la escuela de música o a casa de los abuelos. Eso en Madrid. En verano en Asturias a esa misma edad no me veían el pelo muchos días más que a las horas de las comidas y para dormir.

No tardé mucho en ir sola al colegio, que tenía a un paseo de unos quince minutos a paso rápido. Tal vez con unos diez u once años.

Jaime tiene autismo, así que es imposible plantearse que comenzara ahora a bajar sólo a por el pan o a casa de sus abuelos. Jaime tiene que ir a nuestro lado y de la mano si la calle no es peatonal al sitio que sea. Y así será durante mucho tiempo.

Julia en marzo cumplirá seis años. Efectivamente, como todo el mundo auguraba, crecen muy deprisa. No sé aún qué autonomía irá ganando, no voy a adelantar acontecimientos. Ya iremos viendo sobre la marcha. Su colegio, al igual que el mío, está a unos quince o veinte minutos andando.

Y estos tiempos no son los que eran. No sé si más inseguros, tal vez únicamente menos ingenuos.

Hace un tiempo leí al pedagogo y colaborador de Superpadres.com Jerónimo García Ugarte dar algunas pautas, todas del más puro sentido común, para saber cómo y cuándo empezar a dejar a nuestros hijos desplazarse solos, al colegio por ejemplo.

Hay que tener en cuenta “su nivel de maduración, ya que no todos los niños maduran a la misma edad”, y “el lugar en que vivimos. No es lo mismo vivir en un pueblo o ciudad pequeña en la que se puede volver andando del colegio que en una gran ciudad en la que tengan que coger algún medio de transporte”, afirma García Ugarte. «Por ejemplo, en un sitio pequeño un niño/a puede volver solo del colegio entre los 9 o 10 años, mientras que en una ciudad sea un tanto prematuro (a no ser que esté muy próximo al colegio) y lo más normal es empezar a hablar de 12 años para ir ya en autobús, metro…”, concreta.

«Lo importante es hacer un proceso por etapas. Esperarles al principio en un punto intermedio, combinar días en que vienen solos y otros en que les vamos a buscar, ir dejando que sean ellos los que vayan por delante tomando la iniciativa de la vuelta a casa… De esta manera veremos los errores que cometen y dónde debemos insistir más”, aconseja.

A partir de aquí, los padres deben actuar con “atención y seguridad, sin inculcarles miedo a todo”, afirma Jerónimo García Ugarte. “Tenemos que tener la seguridad de que saben bien los pasos que tienen que seguir y los puntos (calles, semáforos…) en los que tienen que poner más atención”. Así mismo, debemos insistir en que “no deben detenerse en su camino a casa y a quien tienen que dirigirse en caso de que se vean en un apuro. Por ejemplo en una situación de desconcierto o preocupación, deben saber entrar en una tienda y hablar directamente con el propietario o un dependiente”. Y todo esto “con mucha tranquilidad y en términos de seguridad para no generarles la idea de que la calle es un peligro permanente”.

Por otra parte, deben tener claro que “solamente sus padres (o familiares cercanos a los que ven habitualmente) pueden alterar o cambiar su rutina”, dice el pedagogo. “Una vez que se sale del recinto escolar la vuelta tiene que ser directa, sin entretenerse en ningún sitio”.

Por otra parte señala que “hoy en día a los 11 o 12 años la mayor parte de los niños manejan un móvil para informar de cualquier circunstancia o duda que surja”. Recuerda también que “existen móviles sin conexiones a internet que pueden ser utilizados para este tipo de salidas solos y que nos aportan tranquilidad”.

“Lo que aprenden principalmente es autonomía, algo fundamental en el proceso de maduración, de crecimiento personal de un niño o niña. Como se dice popularmente poco a poco tenemos que ir soltando cuerda”, afirma García Ugarte. Del mismo modo que empiezan a vestirse solos, a hacer sus deberes, etc., el salir de casa solos a hacer pequeños recados, a jugar con sus amigos o ir solos al colegio es parte de su proceso de aprendizaje. “La sobreprotección sin duda supone una mayor tranquilidad para los padres, pero a costa de limitar su desarrollo y su proceso de maduración”, concluye.

¿Cómo os fue a vosotros? ¿Cuándo y cómo comenzaron vuestros niños a ir solos por la calle?

6 comentarios

  1. Dice ser marian

    Es cierto que depende mucho de la maduración de cada niño.
    El mío desde los nueve vuelve solo del colegio algún día, (porque me encanta ir a por él o encontrarnos a mitad camino), el trayecto es «largo», dos kilómetros y con bastantes carreteras en Burgos ciudad.
    Si es verdad que lo pidió él y que desde muy pequeño su sentido común era importante, así que no tengo ningún problema en dejarle… bueno sí que se me hace mayor….

    09 diciembre 2014 | 11:14

  2. Dice ser Almudena Fer

    Me alegra ver que hay al menos una persona más en el mundo que considera de un niño de nueve años puede ir y volver solo al colegio. Porque es un tema en el que me siento bastante incomprendida. Yo empecé a ir sola al colegio a los ocho años y me parece una buena edad. Estaba sólo a cinco minutos de casa y había un par de cruces, con muchísimo tráfico, eso sí.
    Depende de cada niño, pero más o menos entre los ocho y nueve años suelen tener la madurez suficiente. Mis hijos son mellizos, estan a punto de cumplir los nueve años. Mi hija está perfectamente preparada,siempre ha sido una niña responsable y con mucho sentido común. Al niño quizá todavía le falte un poco. Desde este año cuando vamos al colegio en autobús, les dejo que bajen ellos y yo sigo. La parada está justo enfrente, sólo tienen que cruzar una calle y ya estan en la verja del cole. Seguramente el año que viene les deje ir solos. O a lo mejor a la niña antes, que su hermano tarda más en vestirse y acaban peleando porque llegamos tarde.
    En su colegio se les puede autorizar a volver solos a casa desde tercero de primaria. Yo les autorizaría, no para que volvieran, sino con la idea de que si me retraso diez minutos me esperen tranquilamente en la puerta del cole y no tener que ir agobiada pensando que estoy haciendo esperar al profe o monitor de turno. Pero no lo hago porque sé que los padres de sus amigos no les dejarían solos en ningún caso y eso me produciría el mismo agobio.

    No creo que ahora pasen más cosas que hace cuarenta años, cuando yo iba sola. No creo que haya más peligros, más trafico dependiendo de las zonas. Los conocemos más, somos más conscientes. Pero no creo que esos peligros sean tantos, son muy excepcionales. Probablemente es más peligroso llevarles en automóvil, y lo hacemos todos los días. Creo que sobreprotegemos a los niños. Veo en la puerta del colegio como con 5, 6. 7 y hasta 8 años los padres se bajan del coche para acompañarles hasta la puerta por un trocito de acera atestado de padres. Padres que no dejan a los niños adelantarse y no se quedan tranquilos si no ven que han entrado al patio. ¿de verdad es racional pensar que en ese trayecto les va a pasar algo? ¿que aparezca un águila y se los lleve volando? porque otra posibilidad no se me ocurre. Lo que pasa es que el miedo es libre, y los padres hoy en dia tenemos muchos miedos. Miedos que nos llevan a sobreproteger a nuestros hijos en exceso y no creo que eso sea bueno.
    Hay que dejarles crecer, hay que dejarles valerse por si mismos. Con responsabilidad, si. Pero sin miedos

    09 diciembre 2014 | 12:20

  3. Dice ser Alicia

    Creo que depende del trayecto que tengan que recorrer y de cómo sea ese trayecto, tráfico, cruces peligrosos, etc. Yo, sinceramente con ocho años veo a un niño pequeño para ir solo. Peligros los hay tanto en tramo corto como en tramo largo, los niños se distraen más que los adultos, pueden ver a un amigo y olvidarse que hay que mirar para cruzar, por ejemplo. Creo que no se hace nada de más por acompañarles y no se les limita en su autonomía, todos van a ser autónomos, todos van a madurar y se van a valer por sí mismos, cada una a una edad porque cada niño es diferente, pero qué más da eso. ¿Hay alguna necesidad imperiosa de que un niño con ocho años haga vida de adulto?, no es que haya necesidad sino que veo que no es lógico. También vale mucho la tranquilidad de los padres, de hacer las cosas como corresponde. Y pensar que en un tramo de nada es absurdo que pase algo, hoy en día, es muy ligero, los niños que tuvieron la mala suerte de dar con el sinvergüenza del pedrerasta estaban en un parque, entorno de niños y con sus padres a distancia corta. Más vale prevenir.

    09 diciembre 2014 | 12:38

  4. Dice ser Rosa

    En mi caso, más si pueden ir y venir solos, me preocupa a qué edad pueden tener la llave, entrar en casa solos y esperarme una media hora o así. El colegio está muy cerca de casa, no tengo problema en acercarme. Lo que me cuesta es estar en casa a la hora que ellos salen del cole. Con 13 y 11 años han empezado a tener la llave, y dos días a la semana entran ellos y me esperan quince minutos. Pero estoy de los nervios hasta que llego. Sobre todo después de ver un capítulo del CSI en el que la víctima era lo que llamaban una «niña llave», los personajes poniendo cara de «claro, así pasa lo que pasa…»

    Venir solos del cole la primera vez fue cuando tenían 10 y 8 años, me operaron del menisco y no podía recogerles, pero les esperaba asomada al balcón.

    09 diciembre 2014 | 13:00

  5. Dice ser albitaguapa2

    yo creo que 10 es una buena edad, y desde luego esmejor que los que les llevan en coche y no se vaya a cansar elniño aparcan hata en triple fila, fastidiando a los demas

    09 diciembre 2014 | 13:11

  6. Dice ser marian

    Alicia, te aseguro que los niños cuando van solos tienen infinito más cuidado a la hora de cruzar etc…que cuando van acompañados, (dicho por ellos mismos).
    Necesidad…. la de ellos, que les hace sentirse mayores, ver que confías en ellos y en su responsabilidad es para ellos importantísimo.
    Yo no creo que ningún padre obligue a sus hijos a ir solos, son ellos los que lo reclaman y somos muchas veces nosotros los remolones, porque no nos engañemos, nos da pena que se nos hagan mayores.
    Verdad que no todos están preparados, aún con ocho años hay niños con rabietas considerables o niños que no miden las consecuencias de sus actos, ello se debe unas veces a «inmadurez» y otras a «educación».
    Cosas terribles pueden ocurrirles hasta en el propio colegio, extraescolar, scouts o gimnasio, incluso se les puede caer una teja en la cabeza, lo peor que les podemos enseñar es a vivir con miedo y si lo ven en nosotros se contagian.

    Todo llega.

    09 diciembre 2014 | 13:29

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