El verbo leer no admite imperativos, sobre todo para los niños

El curso pasado ya comenzamos a leer a Julia por las noches cuentos de primeros lectores, en los que el porcentaje de letras ya supera bastante a los dibujos, aunque sigue habiendo muchos y llamativos y las historias son más complejas. De hecho son libros que leemos a lo largo de dos o tres días por ser más extensos. Con cuatro o cinco años me pareció que ya estaba preparada para dar ese salto.

No hemos abandonado aún cuentos maravillosos como Las ciudades de colores, El cazo de Lorenzo, Qué fastidio ser princesa o Somos raros, por poner algunos de sus cuentos favoritos como ejemplo, pero ya tocaba nadar algo más profundo.Harry-Potter-y-la-piedra-Filosofal

Pues bien, este verano descubrió la primera película de Harry Potter y quedó fascinada con el famoso niño mago y todo el universo que le rodea. Lógico. ¿Cómo resistirse a esa edad a varitas, unicornios, gigantes bondadosos, escobas voladoras, fantasmas y castillos llenos de secretos?

Ya ha visto las cuatro primeras. Las últimas sabe que son para mayores y ella aún no puede verlas. Y justo al volver de vacaciones decidí probar a leerle por la noche el primer libro de J.K.Rowling. No sabía si tendría que cerrarlo y esperar un par de años más, pero decidí hacer la prueba.

Todo un éxito. A capítulo o medio capítulo cada noche ya llevamos 180 páginas del libro, en torno a un 70%. Nos pregunta palabras y lo que no entiende bien mientras leemos, nos cuenta sus conclusiones respecto a las motivaciones o actos de los protagonistas, recalca las diferencias con la película y, lo más importante, disfruta en el proceso. Si no hubiera sido así no hubiéramos insistido. El verbo leer no admite imperativos. Sobre todo con los niños.

Para que se construya un lector desde la infancia ese goce es la clave. Que lean lo que les apetezca, por ligero o liviano que nos parezca. Que devoren y se obsesionen de niños y adolescentes con Harry Potter, con las obras de Laura Gallego, con Gerónimo Stilton, con Juegos del hambre… Que disfruten leyendo, que sea un hábito que les guste prácticar. Y ya llegará La celestina, Proust, El Quijote, Shakespeare, Víctor Hugo, Steinbeck… O no. Y tampoco pasa nada.

Yo no soporto ni al Quijote ni a Proust, que para gustos hay colores, aunque adoro a todos los demás que he mencionado. He sido una niña que devoraba libros, y ha sido gracias a que mis padres me permitieron disfrutar de los libros que me llamaban la atención y capturaban mi imaginación y pese a que a lo largo de mis años escolares la enseñanza de la literatura era penosa e intentaron meterme a Lorca, Galdós, Azorín y Unamuno con calzador a lo largo de diferentes cursos. No era el momento, llegaría luego.

Lo importante en la infancia y la adolescencia es leer y divertirse haciéndolo, más que el qué leer. Y también ahí los padres tenemos mucho que decir.

Y ahora me despido con la recomendación de una joya que suscribo de principio a fin. Se llama El plan de estudios de Literatura es perfecto para destruir lectores del escritor Juan Soto Ivars para El Confidencial. Os dejo solo tres pequeños fragmentos y os animo encarecidamente a leerlo entero.

Tenemos uno de los índices de comprensión lectora más bajos del mundo desarrollado y, visto lo que se enseña, me parece comprensible. Desde que se inventó la caspa, la obsesión del sistema es que los alumnos aprendan la historia de la literatura española, como si la educación sirviera para ganar partidas del Trivial.

(…)

Los niños que leen hoy son pocos, y además son unos rebeldes. Tienen seguramente padres lectores, y ya sabemos cuánto escasea la lectura entre los adultos. Pero cuando estos afortunados entran a clase de Lengua, comparten su tedio con el de los borricos. Porque los versos de Vicente Aleixandre no entran a los trece años. A veces no entran ni a los treinta y tres.

(…)

Vendría muy bien que los planes de estudios emplearan esos años cruciales de la secundaria en regar a los chicos con lecturas capaces de engancharlos a los libros en lugar de echarles encima toneladas del polvo de nuestras bibliotecas

5 comentarios

  1. Dice ser Stewart Cops

    Estoy totalmente de acuerdo… pero a todas las edades y como decia el famoso Cela, «es bueno leer aunque sea la prensa deportiva o las revistas del corazon».
    Con mi hija he procurado que desde muy pequeña siempre tuviera un motivo para leer o escuchar un cuento, un cómic o un libro… y que lo que encontrase en los estantes de su habitacion no fuese solo una parte de la decoracion.

    http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/2014/10/quiero-recordarte-con-amor.html

    No somos tan diferentes, un saludo.

    01 octubre 2014 | 08:52

  2. Dice ser mari mar

    Me quedo con éste dicho, creo que e Darwin :

    DIME y lo olvido, ENSÉÑAME y lo recuerdo, INVOLÚCRAME y lo aprendo……….

    01 octubre 2014 | 10:47

  3. Dice ser Susana

    Mi hija de tres años me dijoa añoche: mami ¿un día podemos ir a una biblioteca? Ni que decir tiene que vamos eta misma tarde

    01 octubre 2014 | 11:51

  4. Dice ser Diana

    Me acuerdo que cuando mis hijos eran primeros lectores, una vez comenté en el cole de mis hijos que les encantaban los libros de Astérix. La profesora poco menos que me miró con desprecio… pero… ¿qué pretendía? ¿que leyeran El Quijote?. Y ¿a qué venía ese desprecio por un cómic de calidad?. Mis hijos han sido y son grandes lectores desde siempre. Hace poco estuvimos intentando hacer selección de libros infantiles y me sorprendí a mí misma de la cantidad de buena literatura que les habíamos comprado y habían leído. Y otra cosa aún más curiosa: distinguían perfectamente entre los que les compramos nosostros y los que les «mandaron» en el colegio. De éstos últimos no les importaba desprenderse, en su mayoría. Los que les compramos nosotros, también en su mayoría (no digamos que todos) los consideran tesoros.

    01 octubre 2014 | 15:41

  5. Dice ser Merce

    Soy maestra en infantil y a veces alucino con algunos comentarios… el último fue que como a mi no me gusta leer paso de hacerlo por mi hijo… me dio mucha pena. Tanta lectoexritura y si en casa no se les lee no hay manera que cojan gusto. Enhorabuena a todos los padres que ofrecen todas las opciones que pueden a sus hijos! porque un ratito de dibujos van perfectos, pero tb es igual de perfecto jugar al domino, leer un cuento, hacer plantilina o qualquier otra cosA!

    01 octubre 2014 | 16:19

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