Los bebés de alta demanda, esos que te obligan a cerrar las ventanas

Jaime preparándose para llorar en su carrito con pinchos.

Jaime preparándose para llorar en su carrito con pinchos.

Bebés de alta demanda. Es una manera muy moderna de llamar a los bebés que antes eran simplemente muy llorones. Sensibles e intensos es una de las definiciones actuales. ¡Y tanto! Son esos recién nacidos que parecen creer que cunas y carros tienen pinchos, que piden brazos, cercanía constante, que lloran mucho, sin parar y con frecuencia pese a estar en brazos, pese a que les ofrezcas el pecho, pese a intentar todo lo que está en tu mano para que callen: ponerles junto a ruidos blancos como el de la campana extractora, llevarles en mochila por la casa, estar en la calle dando vueltas como un hámster en una rueda en torno a las fuentes públicas…

Todo eso lo hice yo. Jaime fue así, los primeros meses lloraba con frecuencia y sin consuelo. Cólicos los llamamos, esos misteriosos cólicos del lactante sin causa conocida. Mamaba cada poco, dormía micro siestas minúsculas durante el día. No fue un bebé fácil, pese a que tampoco era yo de ir quejándome por las esquinas ni por este blog. Soy de las de la botella medio llena y la asertividad por bandera de serie, ya lo sabéis. Fue un bebé de alta demanda. Uno de esos bebés que nos hacen cerrar las ventanas de la casa tras llevar una hora en casa paseando con el berrido en la oreja, exhausta, impotente y angustiada por sí algo le dolerá, para evitar siquiera pensar en la posibilidad de inaugurar la disciplina olímpica del lanzamiento de recién nacido. Uno de esos bebés que arrojamos a los brazos del primer adulto que nos encontramos para descansar un poco. Que nos hacen gritarles: ¡¿Por qué lloras?!

Y no hay que sentirse mal por ello.

Julia también fue muy demandante, aunque en menor medida. No hubo lloros semejantes. Fue más sencillo, pero también pedía siempre brazos y pecho. Jamás fue de esos bebés que se duermen solos, que aguantan en carros y cunas, que apenas se hacen sentir permitiendo a sus padres salir de noche a un restaurante como quien lleva dos bolsos.

‘El gran olvidado’ llamaba una amiga al tercero de sus hijos, que era exactamente así: lo dejabas en la cuna y ahí se quedaban gorjeando, durmiéndose solito, despertando para mirar satisfecho como un pequeño Buda los peluches sobre su cabeza.

Ciencia ficción con cualquiera de mis hijos.

Tal vez por ser la segunda y por la experiencia previa con Jaime decidí disfrutar de sus exigencias. Usé más la mochila que el carro, le di todos los brazos y el pecho que quiso y me metalicé de que durante unos meses mi trabajo a tiempo completo, las 24 horas, era ser madre de mis hijos.

Jaime a moco tendido.

Jaime a moco tendido.

Además, el diagnóstico de autismo de Jaime y las primeras terapias llegaron justo cuando ella tenía un mes.

Al lado de digerir el hecho de tener un hijo con una discapacidad que le haría dependiente toda la vida, unos meses de bebé que llora y te exige atención constante es como un paseo por El Retiro.

Ayer estuve con una madre que está justo en plena etapa de supervivencia en nuo de esos aquelarres contemporáneos que se forman en los cumpleaños de parques de bolas.

– «Me dan ganas de matarlo» le dije a la pediatra. «Mientras no llegues a hacerlo es completamente normal», me contestó ella –

Y éramos varias las madres que nos solidarizamos con ella, que tuvimos bebés así, que recordamos que es cuestión de paciencia, que en pocos meses todo pasa.

Como siempre en estos casos, es más fácil decirlo que hacerlo. Ya lo sé.

Y que quede claro, que un bebé sea de alta demanda no tiene nada que ver con el carácter que tendrán más adelante. Luego pueden ser niños tranquilos, movidos, pacientes, irascibles… J&J son tranquilos, dulces, cariñosos y poco dados a las rabietas en los terribles dos.

Tampoco tiene nada que ver con que el niño que duerman bien o mal. En mi caso ambos dormían bien por las noches, teniendo en cuenta que dormir bien era hacerlo a mi lado y dándoles el pecho entre las brumas del sueño varias veces durante la noche. Sé que el biberón y la cuna hubieran hecho de mis noches un infierno. Bueno, las mías y las de mi santo, que ahí hubiéramos compartido la tarea.

Tener paciencia, poner al mal tiempo buena cara, entender que es más sencillo que nosotros los adultos seamos flexibles con las exigencias de un bebé que lo contrario, buscar y aceptar toda la ayuda que tengamos a nuestro alcance, son las únicas opciones sensatas.

¡Ánimo!

 

14 comentarios

  1. Dice ser albitaguapa2

    piden aquello a lo que se les acostumbre, siempre los hay mas llorones pero si se les atiende siempre en cuanto lloran mas y mas van a llorar

    26 septiembre 2014 | 09:46

  2. Dice ser cincuenta

    Yo ya voy a ser abuela, me queda un poquito lejos el criar bebitos, pero recuerdo que mis hijos no me dieron ni una mala noche, sobre todo el seguno que se crio hasta el año sin llorar, solo se quejaba comia y dormia…..eso si a partir del año, se desato el terremoto, jejeje, la nena tranquila algún llantito que otro, pero nada que no se calmara con un poquito de pecho….me quedaron ganas de tener mas la verdad. Y los cogi cuanto quise y mime, los niños nacen con su propia personalidad.
    Soy partidaria del colecho, mis hijos cuando quisieron se fueron a sus camitas. Y ningún problema ; )

    26 septiembre 2014 | 11:01

  3. Dice ser irene

    madre mia albitaguapa2 que barbaridad estas diciendo?????, los niños estan para atenderlos , no van a llorar mas por que les atiendas al contrario , que pena me da que haya gente que deje llorar a sus hijos sin atenderlos….tu cuando lloras te gusta que te dejen llorar? o te gusta que tu marido o tus amigas te atiendan?? tu te acostumbras a que te atiendan tu marido o tus amigas?? cuando simplemente estas triste? y tu marido te dice no te atiendo mari, que te acostumbras…………….

    26 septiembre 2014 | 11:05

  4. Dice ser Victor

    Nuestra primera hija dormía noches enteras desde los 15 días de vida.

    Así que estabamos muy valientes cuando fuimos a por el segundo.
    No hemos dormido una noche del tirón en dos años y medio. Todo eran siestas nocturnas de 1-2 horas seguidas por ratos de llantos. Al final nos turnábamos los días para poder dormir.

    Tengo un compañero de trabajo que tuvo que pedir cambio a turno de tarde porque estaba aún peor.

    Y se pasa. Tardará más o menos, pero se pasa.
    Mucho ánimo a los padres en esa situación.

    PD:
    Como truco, cuando el niño fue bastante grande para ir, las clases en la piscina lo agotaban. Y claro, agotado despertaba menos por las noches. Y de paso no se constipaba en invierno.

    26 septiembre 2014 | 11:18

  5. Dice ser yoyomismoyyo

    Irene, lo que dice albitaguapa no es ninguna barbaridad, los bebes no lloran por pena o porque necesiten consuelo, lloran para llamar la atencion y pedir cosas que necesitan, como agua dormir o comida. Los niños es bien conocido que son egoistas y van a demandar tanto como les quieras dar y un poco mad.Hay muchas teorias que dicen que si que es bueno dejarles llorar y no correr en el primer llanto. Yo creo que cada padre debe encontrar el punto medio.

    26 septiembre 2014 | 11:28

  6. Dice ser vivian

    Ya me gustaría saber si hay algún bebe que sea hijo primero que no sea de alta demanda. Casualidad, los que no lo son, son hijos terceros, etc.

    Todos los bebes lo son. Otra cosa somos las madres primerizas y nuestra inexperiencia, que nos pilla todo de sopresa y es una situación insoportable.

    Yo no se si el mío era de alta demanda o no, pero recuerdo que algunos días ni desayuné ni comí deseperada de la vida porque no se callaba y yo moría de preocupación. Recuerdo llorar desesperadamente con él mientras lloraba dicíendole: «Por favor, cállate. No puedo más.» Y oír por teléfono el amable consejo: «Deja de llorar que se te va a cortar la leche». Recurdo estar horas y horas en la calle porque allí estaba tranquilo y a veces hasta se dormía, mientras a mi se me amontonaba la ropa sucia y no tenía ni un plato al que acudir para comer cualquier cosa recalentada.

    Para mi lo peor no fue si demandaba o no. Lo peor fue la soledad. Me encontré sola con la vida de un pequeño ser a mi cargo, yo que no había cuidado nunca de ningún pez. Sola.

    Madres primerizas recién paridas: haced lo que queráis pero pedid ayuda, aunque sea que vengan a charlar contigo a pesar de las miles de interrupciones que habrá.

    26 septiembre 2014 | 12:27

  7. Dice ser Susana

    Mi mayor fue muy bueno, en seguida durmió del tirón, comia de todo y excepto una tarde en un centro comercial que montó un número espectacular de llanto (tanto que salió el gerente a preguntar si necesitabamos algo) por que seguramente le dolería algo, no lloraba mucho ni montó nunca pataletas. Pero luego llegó ella. No paró de llorar de forma descontrolada durante el primer año, ni dormía, ni comía, ni nos dejaba vivir. Sin descanso ni de día, ni noche. Ahora ya se me ha olvidado.

    Yo a mis hijos les he atendido siempre que me lo han requerido. No creo eso de que los niños son egoistas. Creo que nos reclaman porque nos necesitan. Eso se traduce en que hemos dormido juntos hasta hace bien poco, los sigo llevando en brazos de vez en cuando, y les lleno de abrazos y besos a cada minuto. No quiero decir con esto que sea mejor madre, ni que quiera a mis hijos más que las que no lo hacen, solo es mi manera de entender la maternidad.

    26 septiembre 2014 | 12:29

  8. Dice ser Tia de SobrinoS

    Hay teorias que dicen que a los niños hay que dejarlos llorar, tambien hay teorias que dicen que los extraterrestres ya se encuentran entre nosotros…..

    Yo si fuera un bebe a punto de nacer me aterraria hacerlo en una familia donde se que si me siento solo, tengo miedo, el culo sucio, hambre, me duelen los dientes, me duele la barriga y lloro desesperado para que alguien me ayude, me van a dejar tumbado, solo y desvalido lllorando y ademas insultandome llamandome egoista y pensando que lo hago para llamar la atencion…un momento claro que lo hago para llamar la atencion….tengo miedo, estoy aqui solo, hace frio, uf no ahora hace calor, parece que me da hambre, ay otra vez cacas, voy a llorar a ver si mi mama me ayuda….yo debo tener unos papas no?AYUDA!AYUDA!… … …

    26 septiembre 2014 | 12:55

  9. Dice ser Upir

    hola, una pregunta tonta, alguna de las madres que decis que «es porque los padres vamos corriendo», alguna teneis un hijo asi? lo pregunto para saber si llevo diez años confundiendome… mi hijo fue es y sera de alta demanda.. Es superdotado e hiperactivo (o asperger, todavia no lo tenemos muy claro), y eramos incapaces de dejarle, nos han llegado a chistar desde otras casas. es facil opinar sin haberlo vivido y sin conocerlo ni de cerca. Animo a todas las que estais en esa situacion, que lo vais a necesitar, pero que sepais que no estais solas. saludos

    26 septiembre 2014 | 14:35

  10. Dice ser Yo

    Yo tuve mucha suerte, mi hija dormía, lloraba cada 4 horas por hambre o poco mas por pañal sucio, solo alguna noche que otra nos dio guerra. Recuerdo que con 11 meses se enfermó con un pequeño resfriado y solo mocos y no dormimos en toda la noche y el pediatra me dijo que teníamos mucha suerte, una hija sana, saludable y feliz. Y con 4 años que tiene sigue igual, ahora llora por caprichos.

    Pero entiendo y he visto a esas madres desesperadas que no saber que hacer…

    A los niños hay que cogerlos mimarlos, quererlos, los bebes no son para vivir en el carrito o la cuna. Ellos viven con nosotros y si son de alta demanda, darles lo que necesitan, yo tuve suerte, y también ayude a amigas con niños de alta demanda y se lo que es. No se les puede dejar llorar y llorar, necesitan consuelo.

    26 septiembre 2014 | 15:12

  11. Dice ser Carmen

    De mis gemelos la niña era supertranquila y el niño era tremendo. No paraba de llorar casi nunca, dormía poco, comía menos. Yo opté por colgármelo en una mochila y hacía todo con él a cuestas porque así se serenaba un poco. Siempre ha sido un niño muy activo, también de más mayorcito. Mi tercera hija era tan tranquila que me la iba dejando con el carrito por las esquinas, jajaja. Yo creo que cada niño es diferente. Unos lloran y piden brazos más que otros. Yo nunca les he negado los brazos porque no creo que lloren porque sí. Y llega un momento en que te gustaría poderlos seguir cogiendo en brazos, así que…

    26 septiembre 2014 | 22:53

  12. Dice ser Inés

    En mi caso, el segundo fue más llorón (no sé si llamarlo de alta demanda, la verdad) que el primero.
    Y a día de hoy sigue siendo más apegado, reclamando más atención,…
    No creo que sea inexperiencia de primerizos o el hacerles caso si lloran (si no piensas hacerles caso, mejor no tengas hijos),… Es simplemente que cada bebé es diferente.

    26 septiembre 2014 | 23:41

  13. Dice ser Maria

    mi hija fue exactamente asi, pero por suerte me recomendaron a tiempo la web colico lactante talavera . es y mi vida cambió. Pedro es un gran experto y da muy buenos consejos a los papas primerizos

    02 octubre 2014 | 22:21

  14. Dice ser cositas chulas

    Uff, no me quiero ni imaginar lo que puede ser un bebé de alta demanda, a dios gracias las mías eran muy buenas, lloraban cuando les pasaba algo, pero ni por asomo lo que habéis escrito, suerte

    20 enero 2018 | 12:23

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