Una vez al año

1503231_1480231118854991_332783285_nUna vez al año, un fin de semana al año, mi santo y yo nos vamos sin niños. Siempre en marzo, el mes de nuestro aniversario.

Comenzamos a hacerlo el primer año
, cuando nos quedaban bastantes años para ser padres y coincidiendo con los atentados del 11-M. Aún nos recuerdo viendo la televisión en el parador de Tordesilla, queriendo estar en Madrid pese a todo.

Cuando Jaime y Julia eran lactantes interrumpimos esas escapadas anuales. Las retomamos cuando Julia tenía dos años. Aún tomaba el pecho, pero ya podía pasar sin él una noche. Aquel año no nos fuimos lejos, a Toledo. A dedicarnos unas horas y recuperar esa pequeña tradición que quisimos instaurar.

Desde entonces nos hemos ido cada año. El pasado fue el primero que nos atrevimos a pasar fuera dos noches. Este pasado fin de semana nos hemos ido de nuevo, en esta ocasión a Burgos.
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Digo que nos atrevimos a pasar fuera dos noches porque en nuestro caso es especialmente complicado: dado que el autismo de Jaime hace que suela levantarse a las seis de la mañana, querer explorar ventanas abiertas o colgarse de las lámparas, no podemos dejarle con cualquiera ni demasiado tiempo con una única pesona. Para esa escapada tenemos que abusar de abuelos (mis padres y mi suegra) y tíos, para que se repartan el cuidado de Jaime y Julia. Tenemos mucha suerte de poder contar con todos ellos. No todas las familias en las que hay un niño con discapacidad tienen una buena relación y ayuda de la familia. O, en su defecto, dinero para pagar a un cuidador o alguna actividad tipo granja escuela. En muchos casos para disponer de una escapada de fin de semana hay parejas que tienen que esperar años.

En Burgos hemos visitado Aranda de Duero, Lerma (muy recomendable la visita con guía), Covarrubias, Santo Domingo de Silos, el propio Burgos y el museo y los yacimientos de Atapuerca, muy recomendables para niños algo más mayores que los míos. No hemos parado apenas, hemos dormido lo justo, pero hemos regresado descansados. Aunque echándoles mucho de menos y planeando cuándo y cómo volver con ellos.

Qué bien nos viene escaparnos, una vez al año.

¿Vosotros tenéis estas escapadas?

Para terminar os dejo con una pequeña colección de vírgenes lactantes que hemos visto en la catedral de Burgos. Los niños no son precisamente recién nacidos.
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10 comentarios

  1. Dice ser Stewart Cops

    Aunque no soy creyente, como minimo una vez al año voy a Montserrat a ver a la Virgen (La Moreneta), es una tradicion desde muy pequeño y que he intentado continuar acompañado de mi mujer e hija (tiene Sindrome de Tourette, pero bajo control medico).

    http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Tourette

    25 marzo 2014 | 08:20

  2. Dice ser Stewart Cops

    Aunque no soy creyente, como minimo una vez al año voy a Montserrat a ver a la Virgen (La Moreneta), es una tradicion desde muy pequeño y que he intentado continuar acompañado de mi mujer e hija (tiene Sindrome de Tourette, pero bajo control medico)..

    http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Tourette

    25 marzo 2014 | 08:32

  3. Dice ser Paz

    Las bodas son una excusa perfecta para improvisar una escapada…jejeje
    Lo máximo que hemos estado fuera sin niños han sido tres noches.
    Una vez al año no hace daño!

    25 marzo 2014 | 08:53

  4. Dice ser angelote

    por favor podias ampliar el comentario de la exposicion de virgenes lactantes de la catedral de Burgos tengo prevista una visita en el mes de mayo y me gustaria verla mil gracias chao

    25 marzo 2014 | 09:41

  5. Dice ser marian

    Pues yo soy de Burgos y no había reparado en Vírgenes lactantes, voy a tener que hacer visita cultural por mi ciudad, es que no falla, se conoce más cualquier otro lugar que el propio; siempre se visitan los lugares emblemáticos cuando viene alguien de fuera sino, te vas a Soria a ver San Saturio cuando hace años que no visitas las Huelgas de Burgos.

    En cuanto a «escapadas parejiles» totalmente recomendadas, el próximo finde me voy a Sigüenza.

    25 marzo 2014 | 10:27

  6. Dice ser Umm

    Pues nosotros antes aún nos íbamos alguna vez a cenar (aniversarios) o a comer por ahí. Pero ahora nada, a mi Julia le gusta mucho salir a comer o pasar un fin de semana fuera, así que me parece una pequeña traición dejarla, además de que la echamos muchísimo en falta. En Semana Santa nos vamos a Burgos, ella está emocionada con ver Atapuerca, veremos que tal, supongo que bien, desde que tenía 18 meses viene con nosotros a todas partes, ahora ya ha cumplido los 5 y es una mujercita (muy movida, eso sí).

    25 marzo 2014 | 10:37

  7. Dice ser Susana

    Nosotros tenemos dos (de 2 y 4 años) y solo podemos dejárselos a mis padres, Asi que hacemos escapadas de una noche a cenar y poco más, pero si que intentamos hacerlas una cuatro o cinco al año.
    Nos casamos cuando el mayor cumplió un año y nos fuimos de viaje de novios sin él Toooooda una semana. Lo echamos tanto de menos que no hemos vuelto a hacer escapadas tan largas.
    Lo que si que creo es que son necesarias. Los niños nos absorben tanto que, a veces, se necesita un poco de tiempo para nosotros.

    25 marzo 2014 | 11:54

  8. Dice ser Marta

    Yo la única escapada que tengo es en agosto que nos vamos al pueblo. Eso si, es el pueblo más bonito del mundo http://xurl.es/sz9zg

    25 marzo 2014 | 12:33

  9. Dice ser BuggyMama

    Tengo unas ganas de poder hacer una escapadita, pero mi niña todavía es muy pequeña (aunque con 18 meses todos me dicen que ya tiene edad…).

    Ya me queda menos…

    25 marzo 2014 | 12:34

  10. Dice ser Victoria

    No. Por separado si, alguna escapada de corta duracion, entre una noche y una semana, aunque siempre o casi siempre por motivos de trabajo. Tampoco siento que necesite hacer ninguna escapada. Cuando tengo que viajar yo empiezo a echarlos de menos la noche antes de marcharme!

    26 marzo 2014 | 21:46

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