Siempre que comenzamos a leer un cuento en casa procuro decir el nombre de los autores y la editorial antes de empezar. No lo hacía hasta que Julia me sorprendió pidiéndolo. En la biblioteca del cole (todas las semanas cogen un libro y lo devuelven unos días más tarde) lo hacen y me pareció una idea fantástica para poner en valor a esos artistas.
Uno de los últimos cuentos que trajo de la biblioteca es La vaca gordita, y me pareció un cuento que merecía la pena tener en casa y regalar. Es uno de esos cuentos con valores que me apetece ver en todos los colegios como os contaba hace pocos días respecto a Las ciudades de colores.
Es un cuento que tiene ya siete años, obra de David Paloma (historia) y Francesc Rovira (ilustraciones) para la editorial Combel. Una firma que me apetece explorar más a fondo desde que visité rápidamente su web.
En La vaca gordita se narra como una vaca, que solo era un pelín más gordita que las demás, comienza a verse las patas gordas, la barriga gorda y deja de comer hasta convertirse en algo que ya no parece una vaca. Por suerte se da cuenta y vuelve a comer para volver a convertirse en una vaca feliz y saludable. Os lo he resumido mucho y quitado la magia de los textos cuidados pensando en los niños y las ilustraciones.
En este mundo en el que es ametrallante la obsesión por la imagen que tenemos, asociada constantemente a la delgadez, es muy importante transmitir a nuestros hijos que se quieran bien, que se gusten, que cuando se miren al espejo aprendan a amar lo que ven. Lograrlo sería un gran triunfo como padres.
Y La vaca gordita puede poner un granito de arena. Y granito a granito…
Desgraciadamente la tendencia suele ser compararse con los demas, para destacar lo positivo o acentuar lo negativo que tenemos.
Nuestro sistema educativo (en la enseñanza como en nuestro entorno social), se deberia centrar en valorar más «nuestro interior» y no lo superficial.
Buen ejemplo el de «la Vaca Gordita».
Un saludo
20 marzo 2014 | 08:53
el sistema educativo en el interior? a ver un 10 para el que sabe y un 0 para el que no, cuanta soplapoyez
20 marzo 2014 | 09:37
Lo Hemos Visto regularmente, la sociedad nos empuja a ser los mas delgados, la vaca más bonita del cercado, olvidando que la hermosura real no se refleja en un espejo.
Hacen falta montones de granitos de arena como esta «Vaca Gordita»… a ver si van llegando, y las próximas generaciones olvidan un poco el espejo…
Hemos Visto
http://hemosvisto.blogspot.com
20 marzo 2014 | 09:39
Por desgracia, conozco muchos casos, sobretodo de mujeres, traumatizadas con el tema de estar gorditas. De pequeñitas eran muy gorditas y les ha quedado el trauma para siempre con el cambio en la pubertad. Habría que cuidar mucho este tema al educar a nuestros hijos http://xurl.es/urogv
20 marzo 2014 | 10:40
Vuelven los trols, con lo tranquilos que estábamos.
Lo cierto es que en los llamados paises desarrollados tenemos un problema importante, por un lado unas tasas altas de sobrepeso y por otro la anorexia y otros transtornos de la alimentación. Lo ideal es enseñar unos correctos hábitos de alimentación y como dice Madre Reciente transmitirles que se gusten como son.
Lo que pasa es que tenemos muchas cosas en contra. Mi hija está empezando a estar gordita, yo siempre fui gordita. No tiene sobrepeso, está en algo que según las tablas se llama riesgo de sobrepeso. Intento que coma bien, come mucho, pero es que tiene 8 años, está creciendo mucho y hace mucho deporte. Ya en el colegio empieza algun comentario sobre que está gorda. Yo intento no decirle nada, pero a veces si que se me escapa la preocupación porque engorde mas. Y los abuelos estan todo el dia dando la lata con el tema.
Y que decir de la ropa de niña. Yo tengo dos niños de la misma edad y por ello soy muy consciente. Las niñas mas o menos entre los 8 y los 12 años son en promedio mas grandes que los niños, pero los fabricantes de ropa infantil no se han enterado. La última camisa que le he comprado a mi hija en la sección de niñas ha tenido que ser una talla 13/14, porque la 11/12 le quedaba algo estrecha. También le he comprado una en la sección de niños, misma tienda, misma marca, talla 9/10, que le está mas bien amplia…Con 6 años, que estaba mas delgada que ahora, (y ya digo que no tiene sobrepeso) fui a comprarle un vestido, y la dependienta me dijo que le cogiera la talla 8, que la niña estaba fuertecita. Estuve a punto de decirle a la niña que le diera un puñetazo a la dependienta para que viera lo fuertecita que estaba …..
Ahora no le importa mucho pero ¿que pasa cuando una niña preadolescente o adolescente va a comprarse ropa y ve que necesita 3 tallas mas de su edad? ¿o la xxl? Por mucho que les digamos los padres, es muy difícil.
20 marzo 2014 | 10:55
En el colegio y creo que ya en algunos lo están haciendo, lo que tienen que incorporar como una asignatura más, es la inteligencia emocional, con ella aprenden a valorarse, a saber cómo sienten y por qué; de esta forma se les otorga las herramientas idóneas para tener su propia autoestima y quererse a sí mismos frente a los demás, sin tener esa dependencia casi exclusiva de las opiniones ajenas.
No podemos evitar lo que piensen o digan los demás porque no depende de nosotros, pero sí cambiar la forma en que nos afecta.
20 marzo 2014 | 11:32
No dejéis todo en manos de los colegios. Es tarea principal de los padres enseñar a los hijos valores, educación y ética. Y, sobre todo, enseñarles a comer correcta y saludablemente, ya no por el físico, sino por la salud. No se come bien en la mayoría de la casas. No debería entrar ni un solo producto precocinado, congelado o de esos cómodos y fáciles de hacer, lo mismo que la bollería industrial, el abuso del pan de molde, los zumos y batidos de brick… y los niños de hoy no es que tomen de eso (que es totalmente insano) sino que es toda su alimentación. Me pongo de mal humor cuando oigo que comen sopa de paquete y salchichas, cenan barritas de merluza congelada y lo aderezan con kétchup, meriendan cuatro galletas y un zumo Don Simón y así día tras día. Los fines de semana, que parece que están hechos para guarrear las tripas, como queremos abarcar a todo, pues le dan a la pizza y la hamburguesa, porque «por un día….», como si el resto de la semana hubiesen comido bien. ¿Dónde están esas meriendas de bocadillo de jamón o de queso (pero queso, no esas porquerías de cajita), esas cenas con sus purés de verduras o verduras enteras?. No quiero ya meterme con los comistrajos de los colegios pero es capítulo aparte.
20 marzo 2014 | 12:13
«Albitaguapa2», me refiero a nuestro interior dando más importancia o reforzar valores como el RESPETO, el aprendizaje, la solidaridad, la comunicacion, las formas…y podriamos hacer una lista larga, pero es que no se trata simplemente de ser más inteligente o no, ¡oh! bueno perdona, que lo que digo es una ¿soplapoyez?…
A ver ponemos explicaciones más coherentes, porque la vida no es simplemente blanco y negro, pero por mi no te molestes que no tengo ganas de discutirlo más.
Diiooossshhn
20 marzo 2014 | 13:15
Qué razón tienes Marta.
Mi hijo come en el comedor del colegio (no queda otra), pero sus cenas son a base de verduras, sopas, pasta y de segundos filetes de ternera, pollo o pescado (lo que comemos nosotros a la hora de comer), las meriendas como toda la vida: bocatas y fruta; pero tengo un dilema con la merienda y el almuerzo y es que para beber en lugar de agua, le suelo poner actimel, no porque crea que es bueno para las defensas, sino por su tamaño y menor cantidad de azucar, me encantaría que el envase del actimel tuviera leche tal cual, sin edulcorar y sin cacaos, sería estupendo, pero que yo sepa, no existe o no debe interesar que exista.
Si alguien me da ideas al respecto.
20 marzo 2014 | 13:34
Para Marian: sí que hay minibriks de leche que solo es leche, sin azúcar ni saborizantes ni colorantes. Mercadona vende packs de 6 unidades de leche semidesnatada y Pascual tiene packs de 3 unidades de leche entera. Y también hay zumos industriales sin azúcar y sin aditivos.
20 marzo 2014 | 14:02
Pues a mi este libro y otros de ese estilo me parecen una mierda, porque para decirte que lo que importa es que seas tu mismo escriben antes 20000 palabras haciendo referencia al aspecto fisico y a lo acomplejada que se ve en este caso una vaca, por estar «rellenita». Aunque la moraleja sea que la belleza esta en el interior, lo que se lee entre lineas es ams bien esto : «aunque tengas esa verruga llena de pelos en la cara se que puedes ser feliz». Vamos que las personas poco agraciadas fisicamente dan lastima y merecen ser felices mas por compasion que por otra cosa. Si de verdad quieren transmitir la importancia de valores como la inteligencia, solidaridad, etc. deberian escribir sobre ellos, sin rodeos.
20 marzo 2014 | 17:51
Marian y ¿por que no para beber le pones simplemente agua, es decir, le dices que si tiene sed vaya al grifo y beba agua? Es otra cosa que esta pasando nos empeñamos en darle a los niños cosas para beber pensando que son sanas, porque es zumo y porque es yogur, pero en realidad contribuyen mucho a la mala alimentación. Y encima les obligamos a bebérselas cuando ni siquiera tienen sed. La leche y los zumos en los niños estan sobrevalorados.
Pero desde luego estoy de acuerdo en enseñar a los niños a quererse a si mismos por lo que son, sin compararse con nadie mas. A enseñarles que no son mejores pero por supuesto tampoco peores que nadie. A enseñarles que la importancia de la imagen pasa por estar limpio y aseado y mantener un peso saludable no estetico.
20 marzo 2014 | 21:04
Gracias por la información Cristina, tal vez los haya visto y quizá me parecían demasiado grandes, volveré a mirar, es que el tamaño del Actimel me parece el ideal para que no se llenen de líquido.
En cuanto a beber agua, ciertamente sería lo mejor, lo de darle algo distinto es porque presupongo alimenta más y mejor (seguro me equivoco), es mentalidad de madre y abuela que seguramente haya que cambiar aunque mi hijo sea muy delgado.
Ciertamente a todas las edades nos vendría bien trabajar nuestra inteligencia emocional.
21 marzo 2014 | 11:00
Una lectura, sin duda muy recomendable para todos los padres, gracias por compartir la información, saludos
20 enero 2018 | 12:42