El castillo en el que los niños con autismo hablan

Ayer estuvimos dibujando para participar en un concurso llamado El castillo de la imaginación cuyo premio es un viaje al parque de Disney en París y que construyan parte del castillo elegido. Sin esperanza de ganar la verdad, pero esa es otra historia.

La cosa es que, como decía,  dibujamos dos castillos. Julia lo hizo solita, sin ayuda, con el verde y el amarillo que son ahora sus colores favoritos. Escogió un cartón amarillo y le puso pegotitos morados. Jaime lo hizo con ayuda, le estuve ofreciendo los lápices de colores y los rotuladores y animándole a hacerlo, él trazó las líneas vigorosas que acostumbra a toda velocidad. El resultado es francamente poco edificable, no me quiero imaginar al arquitecto que le tocase adaptarlo a la realidad, aunque a mí me encanta.

Aquí están ambos en plena tarea (la cuña de Coca Cola es involuntaria y ellos no la beben, que quede claro):

Bg7uDrMIEAA_6zU

A continuación fotografié los castillos y entramos en la web del concurso, allí descubrí que teníamos que poner nombre a los castillos y contar su historia mágica.

– ¿Qué nombre quieres ponerle a tu castillo?-
Bg748tqIIAARnPV
Julia piensa por un instante… – ¡El castillo de perros!-

– Vale, y ahora tenemos que imaginar la historia mágica del castillo –

– ¿Cómo?-

– Pues lo que pasa en ese castillo, quiénes viven ahí o para qué sirve-

– ¡Ya sé! Es el castillo al que van los perros perdidos para que sus dueños puedan encontrarlos

– Perfecto. Y ahora ayúdame a poner nombre e inventar la historia del castillo de Jaime, que él no puede decírnoslo –

– Yo creo que es el castillo de los niños como Jaime con autismo. Y en ese castillo, los niños que no hablan como él entran y ya pueden hablar. Y también jugar

Todos los padres tenemos momentos en los que nuestros hijos pequeños nos sorprenden, nos deslumbran, nos los comeríamos de amor. Os aseguro que cuando la veo sentir y discurrir así esa sensación alcanza su cenit.

Os aseguro también que mi mayor deseo sería que semejante castillo existiera.Y además que voy a intentar que entre las dos creemos un pequeño cuento con la historia del castillo en el que todos los niños pueden hablar, correr, ver y escuchar. Se lo he propuesto y está dispuesta a dibujarlo y a imaginar la historia, yo me limitaré a plasmarlo en letra escrita.

Bg75RqFIAAAKjXL.jpg-large

10 comentarios

  1. Dice ser Brisha

    La enorme puerta de madera, compuesta por dos hojas, se abrió con estruendo.
    Ante él se encontraba la gran sala blanca, un infinito salón que se extendía más allá de lo alcanzaba su vista.

    En el techo abovedado, un fresco reproducía perfectamente un cielo azul lleno de nubes, tan vivo que a veces parecía que las nubes se movían de verdad. Este era sujetado por cientos de finísimas columnas de marfil que se alineaban hasta el fondo de la sala, aportando más altura al gran salón

    El suelo era una única pieza de mármol blanco con pequeñas trazas de un azul claro que le daban el aspecto de estar perpetuamente mojado.

    Al fondo, como perdido entre una neblina invisible, se hallaba el gran trono; y en él, la Emperatriz Fantasía aguardaba. El silencio se rompió cuando esta pronuncio su nombre:

    -Jaime, bienvenido.

    Solo pronuncio un gracias, y se quedó callado. Pero le sorprendió gratamente haberlo hecho de manera tan natural. La emperatriz sonrió.

    21 febrero 2014 | 09:41

  2. Dice ser esme

    Y sin duda Julia sería la princesa de ese castillo.

    Va a hacer ahora un año, cuando nuestro peque tenía 2 años y medio, que los especialistas barajaron la posibilidad de que tuviera autismo, aunque el diagnóstico llegó algunos meses después. El mazazo inicial es tremendo: la rabia, la impotencia, los por qués, el pensar en el futuro…supongo que todos los que tenéis niños con necesidades especiales me entendéis.
    Afortunadamente, llega un momento en que tu mente hace «click». Hay que darse un tiempo para asimilarlo, y después te das cuenta de que tienes que ser fuerte, que hay vida más allá del diagnóstico, y que fundamentalmente tu hijo te necesita. Como leí en algún sitio, es muy importante pensar que a partir de ahora, con trabajo, todo irá a mejor. En la medida de sus posibilidades, pero a mejor.
    Tal vez suene raro, pero estos últimos meses ha sido cuando más he disfrutado de mi hijo. Cada vez aparecen más vocalizaciones, atención conjunta…No sé si algún día tendrá lenguaje funcional, pero lo que nos importa es el hoy, ayudarle, y fundamentalmente, hacerle feliz.

    Ojalá algún día mi tesoro tenga un hermano como Julia que imagine por él los más lindos cuentos.

    21 febrero 2014 | 10:14

  3. Dice ser eliana

    Y nosotros que tuvimos la oportunidad de tener una sola hijita nos hubiesemos sentido honrados de que nuestra pequeña Violeta aunque sea autista nos hubiese dibujado algun castillo…. Dios se la llevó de 8 meses de gestación ya hace 2 años…. pero miro las niñas que tendrian su edad y a sus padres jugando con ellas que da un gusto… El autismo no es una barrerse cuando puedes mirar los ojos de tus pequeños y entenderlos…

    21 febrero 2014 | 12:40

  4. Dice ser SONIA

    Me ha encantado la historia que Julia quiere que le escribais a su hermano, se me han saltado las lagrimas,mandala para el concurso por que desde luego es digna de ganar.
    La niña tiene un corazón grandisimo, se nota que quiere a su hermano con locura.

    21 febrero 2014 | 13:00

  5. Dice ser SONIA

    Y vamos tienes que escribir el libro sin duda,yo sere una de las que lo compre sin dudarlo.
    Lo que ha escrito Brisha es precioso, me encanta

    21 febrero 2014 | 13:03

  6. Dice ser Almudena

    Y en ese castilo me gustaría que estuvier Olivia, que dejaría en la puerta su silla de ruedas y entraría corriendo a conocer a Jaime y a jugar con él.

    Olivia es una niña de ocho años con una sonrisa preciosa y parálisis cerebral. Es la mejor amiga de mi hija. Todos los años cuando mi niña sopla las velas por su cumpleaños y pide un deseo siempre es el mismo, que Oli pueda andar. Aunque en el fondo yo creo que tampoco le importa mucho, porque que no pueda andar y no pueda hablar bien no les impide jugar, entenderse y reirse como dos locas, en una palabra, ser las mejores amigas.

    Igual que el autismo no les impide a Julia y Jaime ser los mejores hermanos.

    21 febrero 2014 | 15:09

  7. Dice ser Sony Sato

    Les dejo un microcuento sobre un coleccionista de arte y cómo cambio su percepción del arte a partir del dibujo de su pequeña sobrina. Pinchen mi nombre si les apetece leer.

    21 febrero 2014 | 21:55

  8. Dice ser olegaria ojeda

    mi hijo esta feliz con la anecdota. gracias no escribe tiene autismo y entiende…..gracias

    23 febrero 2014 | 23:09

  9. Dice ser olegaria ojeda

    mientras nuestros hijos esten sanos no importa que etiqueta tengan .tenemos que aceptarlos como son.ser autista es una de las denominaciones que tiene mi hijo juanfra, hay que estar contentos por tantas cosas positivas que nos brinda…

    23 febrero 2014 | 23:20

  10. Dice ser sara

    Mamá,
    ¿Qué, Teresa?
    ¿Cuándo Javier sea como papá, ya sabrá mucha comunicación?
    No lo se, cariño. Tenemos que seguir enseñándole, ¿te parece?
    Sí.

    (Javier, 7 años y Teresa, 4 años)

    24 febrero 2014 | 23:20

Los comentarios están cerrados.