«¡Mira, ese señor va en una sillita como si fuera un bebé!»

sillarierJulia es parlanchina, curiosa y atenta. Justo como se debe ser a sus cuatro años recién cumplidos. Como son casi todos los niños pequeños, cada uno en su estilo más o menos deshinibido. Y como cualquier niño pequeño, las convenciones sociales no están aún asumidas. Todo es llamativo y todo es preguntable.  Está además en la etapa de los «porqués», algo que adoro.

Así que en los últimos seis meses ya nos hemos encontrado con situaciones como la siguiente: vamos por la calle, mochila infantil al hombro y niña de la mano. Nos cruzamos con un hombre en silla de ruedas y Julia pega tres buenos tirones de muñeca y comienza a decir medio riéndose: «¡Mira, ese señor va en una sillita como si fuera un bebé! ¿Por qué?».

Lo ha hecho más veces: «¡Mira mamá, esa señora es muy pequeñita, es como yo!» o «Papá, ese otro papá está lleno de pelo como un oso«. Eso último pasó en la piscina hace bien poco. Y mi hija habla muuuy alto. Podría ser una gran actriz de teatro.

Seguro que muchos de vosotros os habéis visto en situaciones parecidas con vuestros peques.

He visto a padres y abuelos en circunstancias semejantes regañar a los niños, hacerles callar apurados, enfadados o muy avergonzados. A veces las tres cosas al tiempo. Sinceramente, creo que esa reacción no es la apropiada.

Lo más lógico me parece, con un tono normal, explicarles lo que pasa de la manera más normalizada posible, sin transmitir lástima hacia la persona con una discapacidad ni compartir las risas por las personas que «visten como un payaso» (eso lo dijo una niña de una conocida diseñadora delante de ella) o están llenas de pelo.

Normalizar, que gran palabra.

Y si la persona de la que ha hablado el niño sigue ahí y procede, pues pedir disculpas. Normalmente no hará falta, ellos también entienden la naturalidad y falta de maldad infantil.

Recuerdo cuando, tras recibir el diagnóstico de autismo de Jaime, leí en un foro a padres de chavales con autismo capaces de hablar comentar con humor los momentos en los que sus hijos habían creado uno de esos momentos de «tierra trágame» con tipos completamente tatuados en la playa, con discapacitados físicos, con gente vestida de forma un tanto estrafalaria… Muchas veces se trata de chicos ya mayores, por lo que la gente se lo toma con menos sentido del humor.  Por eso hay que tener mucho cuidado con los juicios de valor rápidos. Las discapacidades no siempre son visibles. A veces es una ventaja, otras no.

La foto es del libro Imparable, un relato en primera persona en el que el piloto de Rallies Isidre Esteve narra los cambios que sufrió su vida tras sufrir un aparatoso accidente mientras participaba en el Rally de Almería que le supuso una lesión de médula espinal.

Isidre ama la vida por encima de todas las cosas y, por ello es capaz de ver el lado bueno de cualquier situación, incluso de las más difíciles sin rendirse nunca.  Gracias a esa actitud, y seis años después del terrible accidente que cambió su vida, en 2011 nació la Fundación Isidre Esteve cuyo principal objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por una lesión medular. En este libro, cercano y emotivo comparte con nosotros su historia, sus barreras, sus sueños y sus metas, y nos anima a superar los contratiempos y a que permanezcamos imparables.

Seguro que a Isidre no le habría molestado el comentario de mi hija…

17 comentarios

  1. Dice ser Tia de una

    Hola, Me encanta este blog te sigo desde hace años, y aunque yo no soy madre, tu blog me parece muy interesante. Es la primera vez que escribo, pero es que este post me resulta muy familiar, jajaja. Con mi sobrina el otro día íbamos caminando y nos encontramos con un hombre de color, y empezó a gritar, ¡¡Mami mira es negroooo como baltasar!!!!! en ese momento no sabes que hacer ni decir, el chico empezó a reirse y se lo tomó con humor, pero nosotros pasamos una vergüenza, jajajaj.

    Y a mi madre le paso algo parecido hace tiempo, ella tiene un tic en un ojo, y un día estando a la cola de un supermercado, un niño que estaba delante, le dijo a su madre que la señora de detrás quería ligar con el, porque le estaba guiñando el ojo, jajajajaja. La mujer cuando vió a mi madre no sabia donde meterse.

    Estos locos bajitos nos ponen en unos aprietos a veces.

    13 marzo 2013 | 18:24

  2. Hola, tomo nota porque me da a mí que me empezarán a pasar ese tipo de cosas en breve…

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    http://www.playamatalascanas.com
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    13 marzo 2013 | 18:51

  3. Dice ser Cake

    A esas edades es normal. El problema es cuando llegan a la adolescencia y dicen esas mismas cosas… sabiendo la respuesta… sabiendo que hacen daño…

    13 marzo 2013 | 19:44

  4. Dice ser C

    Mi padre está en una silla de ruedas desde que tenía 32años, por un acccidente laboral.
    He vivido muchas veces ese comentario por parte de niños que dicen mira un señor en carro…. Siempre nos ha hecho mucha gracia, por que es un comentario inocente sin ninguna malicia.
    Los que hacen daño con sus comentarios no son precisamente los niños….

    13 marzo 2013 | 21:18

  5. Dice ser anonimo

    Pues a ver si aprendes a educar a tu hija guapa….

    14 marzo 2013 | 08:24

  6. Dice ser Turlock

    Como se nota que el anónimo no tiene hijos (ni sobrinos, ni nada que se les parezca).
    De hecho, mejor que no los tenga nunca.

    14 marzo 2013 | 08:51

  7. Dice ser albitaguapa2

    hombre cuando sonpequeños no pasa nada se le explica y ya esté pero este mismo comentario en un niño de 8 ya no lo veo normal y si ya es adolescente es a mala leche seguro

    14 marzo 2013 | 09:20

  8. El otro día por la calle, una señora pidiendo, junto a ella una pierna ortopédica. Pasa una niña de unos 4 años con su madre y suelta «Mamá mira, a esa señora se le ha roto una pata»

    14 marzo 2013 | 10:25

  9. Dice ser A.Perea

    Pues igual hay que sacar a los niños con la charla de la normalización echada en casa, ya que si son tan inteligentes, observadaores, listos, espabilados, curiosos y atentos, se les explica con anterioridad y evitamos situaciones incómodas, porque por mucho que sean niños, la situación que pueden crear no es la ideal. Y, desde luego, a partir de cinco o seis años los comentarios ya no tienen lugar, en adolescentes ya ni comento.

    14 marzo 2013 | 10:42

  10. Dice ser mari mar

    Ofú, qué poquita sensibilidad denotan algunos comentarios…..

    14 marzo 2013 | 11:36

  11. Dice ser Sugeriendo

    Para A.Perea.

    A ti desde luego la charla de la normalizacion no te la han dado todavia…

    14 marzo 2013 | 12:02

  12. Dice ser vivian

    Yo tb creo que hay que desdramatizar las cosas.

    Si un niño de 4 años como mi hijo o la tuya, dice algo así y la otra persona se molesta, peor para la otra persona. Tal vez le has pillado en un mal día o tal vez está amargado/a, pero eso no te incumbe.

    Yo he pasado alguno pero no lo recuerdo. Señal de que no ha sido muy traumático para ninguno de los dos. Le intento explicar las cosas de manera sencilla pero verdadera. Nada de cigueñas que vienen volando con bebés, por ejemplo.

    Creo recordar que alguna vez me ha preguntado por un minusválido, y le he dicho que como no puede andar, va en sillita como la suya. A lo que él cierra diciendo: «claro, es que está cansado».

    14 marzo 2013 | 12:59

  13. Dice ser Susana

    Mi hijo, 3 años, me ha regalado ya dos de estas situaciones, la primera fue cuando nos cruzamos con un obeso y me dijo» ¡mira mami! ¡es el gigante fuerte de mickey!» y la verdad es que el parecido era fantástico, vestían hasta del mismo color. Esa vez el aludido no se enteró.
    Y la segunda fue cuando vio a un señor con una barriga algo hinchada y me dijo, ¿Está esperando un bebé? Aquí nos reimos los tres (Gracias a Dios).
    Los niños lo reguntan todo y esa curiosidad es la que les lleva a aprender cuando hacen daño y cuando no. Mas que cualquier charla previa, en abstracto, que no les dice nada. Esta es mi oppinión.

    14 marzo 2013 | 13:44

  14. Dice ser Martola

    Uy mi hija está en esa etapa!
    Entiendo que le llamen la atencion ciertas cosas, pero yo intento enseñarle que no se quede mirando a la gente y no señale… Es que mi hija (4 años recien cumplidos) es muy de pararse y quedarse mirando con la boca abierta y ojos como platos todo lo que le llame la atención.
    Yo tengo la suerte (o no) de que mi hija me habla en español y vivimos en Alemania. Eso diesimula un poco, o al menos no se entiende lo que hablamos.

    Yo intento evitar que haga comentarios «in situ». Que no se habla de la gente cuando está presente, ni se le queda uno mirando, que se puede poner triste, y que si quiere ver que lo haga con un poco de disimulo y lo que me tenga que preguntar lo haga cuando estemos solas…
    Pero es más fuerte que ella y casi siempre se olvida. Estamos en ello.

    14 marzo 2013 | 16:55

  15. Dice ser Tia de SobrinoS

    Pues si es una etapa por la que todos pasan pero en realidad aprenden rápido de nuestras reacciones y nuestras explicaciones y en seguida aprenden a decirlo bajito o incluso mirar cómplices. No creo que pueda molestar a nadie porque se ve cuando esa clase de comentarios estan hechos desde la absoluta sorpresa y curiosidad y no desde la maldad.

    14 marzo 2013 | 20:31

  16. Dice ser mama de 7

    Respecto a las personas con dificultades o diferentes un lema que llevo al pie de la letra COMPRENSION SIN COMPASION.

    15 marzo 2013 | 19:56

  17. Dice ser Cake

    @vivian
    «Si un niño de 4 años como mi hijo o la tuya, dice algo así y la otra persona se molesta, peor para la otra persona. Tal vez le has pillado en un mal día o tal vez está amargado/a, pero eso no te incumbe.»

    Hala, claro, y al prójimo que le den por saco, mi niño manda.
    Un poco exagerado ¿no?

    15 marzo 2013 | 23:59

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