Y la Bella Durmiente y Blancanieves fueron madres

Todos conocéis los cuentos de la Bella durmiente y de Blancanieves. Al menos hasta el punto en el que se casan con sus respectivos príncipes, un par de morenazos altos y recios, y se dedican a comer perdices a cuatro manos.

Pero qué os parecería si os dijera que los príncipes eran hermanos (no deja de ser lógico, a fin de cuentas tampoco es que abunden los reinos), que Blancanieves con su piel inmaculada y su cuerpo de reloj de arena (sí, esta Blancanieves era del tipo voluptuoso) y la Bella durmiente (que más que dormida pasó parte de su juventud medio en babia), después de hartarse a perdices decidieron ser madres.

Blancanieves tuvo una hermosa princesa (la llamaremos Ariel) con una enfermedad crónica: diabetes tipo I.

La Bella durmiente tuvo un príncipe precioso de cabellos de oro (le llamaremos Simba) y con un trastorno que le afectaría toda la vida: autismo.

Tal vez sabiendo eso os sorprenda averiguar que aún así todos fueron capaces de ser felices y comieron todavía muchas más perdices, que además no tienen ni gota de carbohidratos y Ariel puede zampar tantas como desee.

Conejos no comieron nunca, que aunque a la Bella Durmiente le gustaban y defendían que era una carne muy saludable (¿alguien ha visto algún conejo gordo? por mucho que lo intentan no consiguen engordarlos) a Blancanieves le recordaban a Tambor.

Y aquí sigue nuestra historia.

Y así empieza un cuento que tengo escrito a medias. No os tengo que dar muchas pistas para que saquéis deducciones correctas sobre sus protagonistas. Hoy lo traigo aquí porque mi anterior post me ha generado la necesidad de escribir sobre mi cuñada.

Nunca he sido de tener muchos grandes amigos, pero sí me alegra pensar que los pocos y buenos que he tenido los conservo. Aunque claro, con los años sucede que a determinada gente apenas la ves por la falta de tiempo o la distancia. Aún así sigo conservando el aprecio y la confianza por aquellos a los que me he abierto en el pasado, aunque hayan pasado años y apenas sepamos de los pormenores de nuestra vida.

La relación con mi cuñada se remonta muchos años atrás. Viéndolo desde mi perspectiva actual me doy cuenta de que ambas éramos poco más que niñas cuando nos conocimos. Y desde siempre nos entendimos bien.

Imagino que las dos tenemos un carácter que no casa bien con todo el mundo y además muy distinto. Y además no nos parecemos demasiado en nuestros gustos y aficiones. Así que podría parecer algo raro.

Pero con el tiempo he podido comprobar que sí nos parecemos en lo más importante, en la manera de afrontar y tomarnos la vida. En ese empeño por ver la botella medio llena, por valorar la bondad en las motivaciones ajenas, por disfrutar de las cosas sencillas, por saber reirnos de nosotras mismas…

Y en los últimos tiempos, compartiendo maternidad reciente y además un tipo de maternidad con dificultades añadidas, esa relación se ha afianzado.

Ya he escrito a lo largo de los años en el pasado en este mismo blog de mi amor y agradecimiento a mis padres, a mis abuelos y a mi santo. Y no quería dejar pasar la oportunidad de decírselo a ella.

A veces el ir tan deprisa por la vida, el dar tantas cosas por supuesto, el pudor… hacen que no hagamos estas demostraciones de afecto por las personas importantes en nuestra vida. Pero creo sinceramente que no sobran. Así que, desde aquí, gracias por formar parte de mi vida.

Y perdón a los demás por haberme salido un tanto de la temática del blog.

7 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Y yo me pregunto ¿Que tiene que ver la blancanieves y el principe azul con su cuñada? Además la Blancanieves no es la misma bella durmiente? ¡¡Vaya lio que nos has metido hoy.

    Clicad sobre mi nombre y perdonadme si en algo no he estado fino

    27 febrero 2012 | 10:21

  2. Dice ser lucas

    Te alegra la manana leer cosas asi…

    27 febrero 2012 | 11:10

  3. Dice ser marga

    precioso¡¡¡

    27 febrero 2012 | 11:26

  4. Dice ser isabel

    en nuestro caso hemos «destrozado cuentos «…

    mi hijo se marea en los viajes en coche y si vamos hablando , contando , cantando, jugando , sumando…. parece que se distrae. y se marea menos…

    Pues en multiples horas de viajes…hemos cambiado el cuento de caperucita donde en lobo era un ecologista buenos y la caperucita una gamberra que ensuciaba el bosque, o Blancanieves donde se enfadaba con los enanitos porque no hacian nada en casa , se hartaba y se largaba, o la bella durmiente que al despertar se iba a estudiar medicina a la univeridad…ya no explico los tres cerditos ….o Hansel y Gretel…

    Alguna vez me dijo que no era igual que el del cole…pero…

    Imaginacion, siempre imaginacion

    mi hijo me pedia que le explicara los cuentos anuestra manera que eran mas divertidos

    YLOS CUENTOS, CUENTOS SON….

    27 febrero 2012 | 14:03

  5. Dice ser David

    A mi me parece bien. Total, de todos los cuentos que nos cuentan, uno más, uno menos…

    27 febrero 2012 | 16:12

  6. Dice ser marta_yo

    Qué bonito…. espero que nos continúes la historia en otra ocasión.

    No me parece que te hayas salido del tema. Aunque suene cursi, ser madre es amor, familia y una pizca de la magia que hoy nos has repartido para que no se nos olvide. Gracias

    27 febrero 2012 | 22:24

  7. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    me ha gustado el relato, los cuentos en la vida real cambian, pero tienen un buen final! ;D

    Anabel

    13 octubre 2017 | 11:58

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