Sí, es posible educar a los niños para que detecten cuando están sufriendo abusos. Por eso, la Asociación para la Sanación y Prevención del abuso Sexual Infantil (Aspasi) recomienda empezar a enseñar a los niños, desde los tres años, «desde que hablan», a reconocer lo que les gusta y lo que les molesta, que partes del cuerpo son suyas «con cosas sencillas, como cosquillas, y juegos» explica la psicóloga Margarita García Marqués.
Según la experta «la negación del problema y la creencia de que es algo que le puede suceder a otros niños, pero nunca a los nuestros, conduce entre otras cosas a bajar la guardia y descuidar uno de los pilares de la lucha contra el abuso sexual: la prevención familiar».
Esos son solo dos párrafos de una noticia publicada hoy en 20minutos.es con motivo del Día Mundial contra la Prevención del Abuso contra los Niños. En esa noticia se facilitan diez consejos para prevenir o atajar estas situaciones desde el ámbito familiar, consejos elaborados por los profesionales de la Asociación para la Sanación y Prevención del abuso Sexual Infantil (Aspasi).
Os recomiendo su lectura, también la de los artículos que están enlazados en esa misma pieza. Casi todo es sentido común, pero no está de más darle un repaso.
Yo conozco tres adultos a los que, siendo niños (no niños pequeños, es cierto, pero sí niños aún), vivieron intentos de abusos sexuales. Y como suelen decir los expertos, eran familiares o personas cercanas, gente de la que los padres de esos niños jamás hubieran sospechado.
Saber de esos tres casos me hace sospechar distintas cosas: que es algo demasiado frecuente, que no es casualidad que los tres que hablan hayan sufrido sólo intentos truncados, que he conocido mucha gente que también los ha sufrido pero no es algo que confiese…
Sin volverse un paranoico por supuesto, hay que procurar dar a nuestros pequeños los instrumentos necesarios para defenderse: saber que no deben consentir caricias o contactos no deseados con los adultos, que deben desconfiar especialmente si esos adultos les amenazan o les hacen jurar que será un secreto entre ambos, que pueden contarnos cualquier cosa que un adulto haga y les violente…
Yo con Julia comenzaré pronto. Ya tomé nota hace tiempo, y os lo conté aquí, de que no conviene obligar a los niños a dar besos o abrazos a los adultos. Con ello les estamos enseñando a supeditar sus apetencias de contacto físico a los deseos de los mayores.
Y con Jaime, al que por desgracia no puedo dar esos instrumentos y que además difícilmente podrá contarme si algo sucede, tendremos que ser como halcones. No queda otra. Los niños con alguna discapacidad tienen una indefensión mucho mayor y hay monstruos a dos patas por el mundo que lo saben perfectamente.
Tendemos a pensar que algo así no puede pasarle a nuestros niños, que es algo que le pasa a los demás, que sucede en familias desestructuradas o poco vigilantes. No es cierto.
En nuestras manos de padres recientes está intentar prevenir esos abusos. Entre muchas otros roles, también somos los guardianes de nuestros niños.
Es algo que siempre me ha preocupado, y no porque tenga ninguna experiencia cercana, sino por simple empatía. Pienso que si me hubiera ocurrido a mí me hubieran robado gran parte de mi inociencia infantil, y casos como pequeños timos, farsas o apropiamiento de alguna pertenencia mía que sí viví, como a cualquier niño le puede pasar, me angustiaron bastante.y me hicieron sentir muy mal, así que no quiero ni pensar cómo será que el se propasen con un niño sobre su propio cuerpo.
Yo a mi hija (casi 3 años) tampoco la he obligado nunca a dar besos, aunque sí digo: «dale un besito a mi amiga fulanita». Lo cierto es que me ha salido bastante besucona y casi nunca objeta. De hecho a algunos vecinos ya va ella a besarlos al verlos en el portal, sin decírselo.
Pero ahora con casi tres años yo me la como a besos y, a cosquillas… y si ella me dice que no yo le digo que soy mamá y que mamá, papá y su doctora pueden besarla y tocarla cuanto quieran, pero nadie más. Espero que aprenda bien la lección.
En ese sentido también siempre hemos sido muy respetuosos con su voluntad, y siguiendo a Carlos González, salvo casos que atenten contra otros individuos, contra sí misma, o contra la Constitución, hemos acatado sus decisiones. Esto no es dejarla hacer «lo que quiera». Esto es intentar convencerla de lo más conveniente, pero si se empeña en salir de casa con las botas de agua 100% plástico en verano a 40 grados… pues que salga y que cuando sienta el chorrillo del sudor piense que hubiera sido mejor ponerse las sandalias. Así pretendemos que distinga lo que ella quiere, de lo que se le impone, con el objetivo de que no admita imposiciones que no sean de sus padres o del colegio.
Aun es pequeña y habla sin parar y sin hilo conductor. Expresa ideas sueltas que se le vienen a la cabeza. Experiencias de hace 5 minutos, o 5 meses. Yo me intereso por todas y cada una de ellas, e intento hacerle preguntas para que sepa que sus cosas me interesan y quiero que me las cuente, con el objetivo de que realmente me lo cuente todo, al menos mientras sea vulnerable. Lo que haga con 15 ó 16 años con su novio supongo que ya no me lo contará 🙁
20 noviembre 2011 | 00:52
Tal comoesta elmundo de depravado hoy dia hay que vigilar constantemente a los niños ymuchas veces tambien a sus familiaers.
Clica sobre mi nombre
20 noviembre 2011 | 11:47
En efecto, no os podéis ni imaginar lo que es para un niño pasar por eso. Pero no acaba ahí la cosa, lo peor es de adulto, y con diferencia.
Como no me gusta hablar del tema, solamente diré, que para prevenir los abusos a menores, hay que tener muy claro, que el monstruo está donde menos te lo esperas. Y digo donde menos te lo esperas, refiriéndome a que tenéis que pensar, que es donde último os imaginaríais que está escondido.
Solamente tenéis que echar un ojo a las redadas que hacen las fuerzas y cuerpos de seguridad, y ver que cual es la profesión que mas abunda entre los detenidos, os puedo garantizar que os sorprenderíais todos. Y eso, a los que pillan , que los hay a patadas (desgraciadamente). Tambien desde aquí le pido a la asociación que inste al gobierno a poner penas ejemplares para estos criminales
Saludos a todos
20 noviembre 2011 | 13:10
He escuchado madres con este discurso varias veces, paranoicas al punto de la apropiación del hijo, y eso también deja secuelas. Más les valdría abrirse al mundo y dejar de sostenerse sólo en la maternidad, que eso también es abuso, y después no saben por qué los hijos tienen trastornos psíquicos.
20 noviembre 2011 | 15:27
pro igual hablas asi porque tu eres un abusador de menores y no te conviene que los niños esten preparados para defenerse, otra explciaicon no encuentro a tu poco afortunado comentario
20 noviembre 2011 | 18:51
abb
Tu igual hablas así porque eres una madre castrante y no te conviene que los nenes tengan vida a parte de ti, muchos crecimos sin ser castrados por maders como tú y no nos pasó nada, lo que hay es que tener cuidado con los hijos y estar atento a ellos que no son juguetes.
Pero también las madres Norman Bates tienen que tener en cuente que el nene tampoco es una posesión suya como parece ser que es tu caso, otra explicación no encuentro a tu poco afortunado comentario (ya ves hija, hay que gente que piensa diferente de ti y no por ello son pederastas ni violadores en potencia, sí es cierto hay mundo más allá de tu paranoia personal, aunque tú no lo creas, de verás.)
20 noviembre 2011 | 19:05
a los 9 años un vigilante de seguridad de una obra me metió la mano hasta en el carnet de identidad. durante muchos años me evadí de aquello, y lo contaba como un sueño para descargarme. no se si me hizo daño, la verdad que siempre he tenido poco control con mi cuerpo. lo que si se es que me hizo mas daño ver a mis padres gritándose durante toda mi vida, eso si me ha hecho daño porque ni yo ni mi hermano tenemos pareja y rondamos uno arriba, la otra abajo, los 40. Está bien cuidar a los niños de los pederastas, pero, ¿quién los cuida de unos padres que se odian entre ellos?
20 noviembre 2011 | 21:30
lo mejor creo que es que los niños tengan complicidad con los padres, mi hijo me esplica asta lo que hace mal o lo que hacen mal los demas o lo que yo hago mal y lo hablamos creo que eso es comlicidad y que si algun dia le pasa algo que no le guste me lo contara,pero de eso a ser una obsesion que es lo que parece en algunos comentarios incluso en el post ni hablar son muchos los peligros de la vida por eso hay que hablar de todo en su medida segun edades
20 noviembre 2011 | 22:11
Al tal Esteban se lo follaron de niño.
Como a Maynard de Tool.
21 noviembre 2011 | 01:25
Los abusos sexuales a los niños es el peor acto que puede hacerse a un ser humano. Son seres indefensos que en la mayoría de los casos, debido a su corta edad, no son conscientes de lo que está sucediendo y no pueden defenderse. Si a uno de mis hijos les sucediera algo se me caería el mundo encima.
21 noviembre 2011 | 08:53
A todos los cuidadores, maestros, monitores..etc………de mis hijos, siempre me he encargado de explicarles que mis hijos se comunican con nosotros y que dedicamos gran parte de nuestro tiempo en escucharlos y retroalimentarnos.
Siempre me he encargado, asertivamente , de que lo sepan.
22 noviembre 2011 | 10:13
Ereee, sea o no cierto lo de Esteban, a ti te parece de una persona íntegra el comentario que acabas de hacer sobre un tema tan sumamente serio? Tu moral o sentido del humor dan asco…sobras en este mundo…espero que los editores de esta pagina quiten tu comentario…y no…a mi no me ha follado nadie que yo no haya querido por suerte o sea que ahorrate el comentario conmigo
22 noviembre 2011 | 15:10
mari mar
pues nunca lo había pensado así, pero tiene su sentido también… lo pondré en práctica.
Hoy he leído una noticia sobre un monitor de karate, creo que presidente de la federación de karate de su provincia, que abusó de más de 60 niños en Canarias y me he quedado tristemente alucinada de cómo se lo montó sin que lo pillaran, y he pensado mucho en que seguramente les ha jodido la vida a esas personas para siempre.
22 noviembre 2011 | 23:28