Cuando me voy a trabajar por las mañanas pueden suceder dos cosas. Una es que Julia, que aún no va al cole como su hermano ni a la guarde, esté durmiendo como una marmotilla. La otra posibilidad es que se despierte mientras estoy arreglándome o a punto de irme.
Si se despierta, invariablemente, empieza a llamarme a gritos “¡maaaamaaaaá! ¡maaaaamaaaá!”. Y a mí me gusta ir a sacarla en brazos de la cama, darle algunos besos y los buenos días, aunque vaya con el tiempo justo.
No me gusta escabullirme. Algunas veces lo he hecho. La he dejado en otros brazos y he cerrado la puerta tras de mí oyendo su llamada. A veces no queda más remedio. Las dichosas prisas…
Ahora suele dejarme ir feliz y en paz después del achuchón y esa breve despedida.
Pero ha tenido tiempo atrás una etapa en la que no era así. No quería dejarme ir. “¡Mamá no va a trabafar! ¡noooo!”. Se quedaba llorando, aunque por poco tiempo. Por eso parecía que escabullirse era la mejor opción. Mejor no verme desde el principio que verme dos minutos y dejarla entre lágrimas.
El problema es que no me gusta desvancerme así. Prefiero decir adiós. Que me vea aunque sea tan sólo dos minutos y despedirme de ella como es debido, como lo haría con cualquier otro miembro de mi familia. Si me voy de casa y dejo allí a mi santo, a mi madre, a Flor o a mi cuñada, no se me ocurre desaparecer a la chita callando. Sería de locos. Lo lógico es avisar.
Decidí que no, que mejor normalizarlo, mejor despedirme y esperar que comprendiera que me vería de vuelta pronto.
Parece que ha funcionado.
Menos mal.
Eso mismo leí en un libro dedicado a compatibilizar trabajo e hijos. El libro hablaba que al dejar al hijo en la guarde, las madres no debemos montar dramas ni hacer las despedidas largas queriendo dar un último beso a nuestras criaturas.
Y de escabullirse nada. Es mejor despedirse y que se quede un poco llorando, aunque luego asumirá que te has ido pero volverás, que desaparecer y que la criatura no sepa más de ti hasta que vuelvas a por él.
Yo siempre lo he aplicado y, por suerte o lo que sea, mi hijo se queda muy contento en la guarde.
El libro es algo antiguo, de los años 80. Se titula «La madre que trabaja» y el autor es Sirgay Sanger. Hay muchas cosas desfasadas a las que no he hecho demasiado caso, pero otras me han parecido útiles.
28 marzo 2011 | 14:09
Me parece perfecto. De sentido comun. No creo que merezca un post… Pero me llama la atencion la insistencia en comparar como nos comportamos con los ninyos con como lo hacemos con los adultos para defender desde cosas basicas como estas hasta modelos de crianza. No ha lugar. A mi hija le doy la comida, a mi mujer no. Debo dejar de darle la comida a mi hija? NO. Debo entender que mi hija tiene dos anyos y mi mujer no. Pues asi con todo.
28 marzo 2011 | 14:27
Pues yo tambien creo que hay que despedirse pero con naturalidad y sin fomentar el drama y si se queda llorando vivirlo como una etapa mas que tambien pasara
28 marzo 2011 | 14:57
estoy contigo. Marcharse sin decir nada es como aquello de » ojos que no ven…», pq ellos sufren igual o más cuando se despiertan y no estás. Así que escabullirse solo evita el mal rato de la madre, no el del niño. El mío, tb de dos años, ha aprendido que mamá viene luego y a abrazarme cuando me voy a trabajar, sin dramas. bss
28 marzo 2011 | 16:28
http://cynsalvador.blogspot.com/
28 marzo 2011 | 17:11
Yo siempre me quejo de que a groso modo (sobre todo en la educación de los niños) de que lo que es más corto o fácil , es perjudicial en el tiempo, ej:
dar comida molida (ya madduritos), sacarlos de nuestro cuarto (hay que levantarse varias veces), dejarles el biberón (se taman 250 de leche en 1 minuto) que coman solitos (tardan más y esparrúan todo), irnos a escondidas……………..Siempre me quejo de ésto, pero lo tengo comprobado, todo ésto pasa factura, y perjudicamos a nuestros hijo……..
28 marzo 2011 | 18:14
….si nos despedimos al irno, les daremos equilibri y seguridad, y así sabrán que estamos hasta que nos despedimos y que además volvemos.
28 marzo 2011 | 18:15
Efectivamente, es mejor despedirse. Si no hay despedida es más fácil que no comprendan que pasa. Si te despides, les dices adiós, que les quieres y que luego vuelves, es probable que lloren, pero a la larga dejaran de hacerlo. Y también es posible que aunque lloren un poco, a los 5 minutos estén tan tranquilos jugando.
Todo con normalidad y sobre todo, si lloran, nada de alargar la despedida.
28 marzo 2011 | 20:29
Totalmente de acuerdo, mejor despedirse, desdeluego.
28 marzo 2011 | 22:15
Yo aún no tengo hijos propios pero, como es natural, me he implicado bastante en la educación y crianza de la hija de dos años de mi novio. Tanto él como la madre tienen la sana costumbre, desde el principio, de despedirse cabalmente de ella antes de irse. Lo hacen así por desde el principio nos pareció lo más razonable. Demasiado difícil es ya para una niña de dos años comprender que algunos días ‘no toca’ o ‘sí toca’ ver a papá, como para encima crearle la inseguridad añadida de que su padre, su madre, yo o sus abuelos ‘desaparezcamos’ de golpe y porrazo.
Creo que es mejor que lloren (aunque no en todos los casos pasa, mi hijastra ha sido muy comprensiva siempre) durante un tiempo pero poco a poco, con la madurez, vayan comprendiendo lo que queremos decir cuando decimos que nos vamos ‘a trabajar’ o ‘volvemos en un rato’ o ‘nos vemos el martes’.
28 marzo 2011 | 23:05
A mí al principio me instaban a irme a escondidas, pero había leído a Carlos González hablar sobre esto y compartí su opinión al leerlo, así que, no sin antes tener que convencer a mi marido de hacerlo de este modo, también nos depedimos antes. Ahora le ha dado por pedirme mil abrazos antes de irme: «un abrasito», «un besito», «otro besito», «otro abrasito, mamiiiii», y ya cuando veo que se alarga demasiado corto, pero ella sabe que es un juego para retenerme pero que finalmente me tengo que ir al trabajo, al deporte, o a donde vaya. Nos ha funcionado con la nena.
29 marzo 2011 | 01:35
yo si oigo que se ha despertado me voy como un gato de casa porque si me oye y me reclama (él aún no habla) la que se va con el corazón encogido soy yo, pero el día que hable y me llame, supongo que lo mejor será normalizar el tema y que él vea que me voy por un tiempo y que después me verá….
http://madredeunbebote.blogspot.com/
29 marzo 2011 | 11:13
Yo lo hago por mi tambien! Me gusta despedirme de mi hijo y darle un beso antes de irme!
29 marzo 2011 | 13:01
Me importa un culo tu vida familiar, hija! ¿por que piensas que esto puede interesarle a alguien? ¿eres tonta o que?
29 marzo 2011 | 13:17
Los niños no son tontos, y si te escabulles… igual no se dan cuenta en un rato, pero luego sí. Y no se, se deben sentir abandonados y tal no? Lo mismo da que te vean o que no, la cosa es que no estás. Yo creo que es mejor despedirte, decirles que vienes luego…. y luego venir claro está jaja. Al principio llorarán, unos más, otros menos…. depende del carácter de cada uno, epro al final a todos se les pasa.
Todavía me acuerdo lo mal que me sentí el día que mi madre me dejó en clase… y no me dijo adiós por la ventana y se fue sin decir nada, porque iba hablando con otra mujer y no se dio cuenta.
29 marzo 2011 | 22:11
Yo creo que es mejor, si está despierta, despedirse de ella. Yo siempre lo hago si me oye andar por casa antes de irme a trabajar. Lo otro me parece un poco de engaño.
Es como lo de irse cuando la dejas con los abuelos y aprovechar a que esté distraida, yo creo que eso genera desconfianza y luego va a estar siempre pendiente de cuándo te vas sin avisar. Y vale más que protesten un poco pero sepan que siempre vuelves. Yo al menos siempre lo hago así. Siempre me despido, aunque a veces me da penita.
31 marzo 2011 | 13:26
Hola,
siempre es bueno despedirse para que ellos adquieran esas actitudes, pero alguna vez, si está en pleno alboroto, la verdad lo hemos hecho, pero contadas ocasiones.
Besos!
Anabel
15 noviembre 2017 | 08:14