El Deseo

Hace pocos meses que conozco a María Fernanda Ampuero, y pronto pude comprobar lo bien que escribía. Era algo que ya me habían adelantado.

Mantiene algún que otro blog e incluso ha ganado algún que otro premio literario. Es periodista, así que es su trabajo. Pero además es su pasión. Es de esas personas a las que escribir le da aliento para avanzar. Un poco como me pasa a mí, o como pasa a alguna que otra buena amiga, aunque me da la impresión de que en ella se produce en mayor medida.

Hace pocos días compartió conmigo vía Facebook una pieza titulada Fantasías sexuales.

Sólo está en Facebook. Ahora ella me ha dado permiso para que también perdure digitalmente en este blog.

Espero que lo disfrutéis.

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire (…) No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj”. Julio Cortázar, Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj.

Y llega un día, señoras y señores, en el que la vida de una ya no es más de una: es del Deseo.

El Deseo, voraz y cavernícola, te controla, te conduce, te domina, te impulsa. No existe más que él.

Saben a lo que me refiero: esa incapacidad de ser racional, ese cambio de conducta, esas ansias, ese no hablar de otra cosa. Sí, sé que saben a qué me refiero.

Muchas lo han vivido o lo están viviendo ahora. Hablo por nosotras, mujeres de más de 30 años, presas, como yo, del Deseo más inquietante, más ajeno y propio al mismo tiempo, del más total.

Estoy hablando, claro, del Deseo que genera el aparato más perfecto y más temible jamás inventado, del eficientísimo servidor de la naturaleza, del incansable, inagotable, infatigable, tenaz, persistente, obstinado, laborioso, diligente, voluntarioso, activo, trabajador… ¡Reloj Biológico! (música de película de miedo, sonido gutural, grito).
Oigan, de verdad, no se rían. Resulta toda una experiencia para una mujer el despertar del aparatito (por llamarlo de alguna forma, ya que hace más ruido que la campana de 13 toneladas del Big Ben de Londres).

“¿Cómo pasó esto?”, me pregunto todos los días. “¿Cuándo pasó esto?” Quién sabe, tal vez la cosa estaba como el celular en modo ‘silencio’ hasta que un día, en algún lado, alguien le cambió el tono a ‘muy alto’ y desde ahí no hay quién lo pare: ¡tictac, tictac, tictac, tictaaaaaaaaaaaaaaaaaaac! Sin parar, día y noche, como el conejito de Energizer (que sigue y sigue y sigue).

Les juro por Dios que lo oigo. Me estoy quedando dormida y tictac, tictac, tictac. Me miro al espejo y tictac, tictac, tictac. Mastico mi tostada y tictac, tictac, tictac.

Pero resulta que cuando voy asumiendo la cantaleta y le dejo de hacer caso, se descarga otro politono y empieza dong, dong, dong o clan, clan, clan o ding, ding, ding o crash, crash, crash.

La idea es yo que lo escuche. Fuerte y claro, en estéreo. La idea es que le haga caso. Qué eficiencia tiene, de verdad.

Y cuando veo a un bebé… Uy, jesucito de mi vida, empieza a darle y darle con toda la fuerza de su ancestral maquinaria pum, rast, plas, bim, bam, bum hasta que el corazón se me pone como si tuviera a Guns & Roses en concierto por dentro. ¡Qué locura: llevo 34 años con este mismo cuerpo y ahora resulta que tenía un alien dentro de él!

Porque, verán, yo nunca fui maternal.

Cuando mis amiguitas se despelucaban y se arrastraban como Alfaro por el Policentro por el Chicho Belo, la Picolina, el Nenuco, el Agugú, el RN, yo pedía la Barbie ejecutiva, la vaquera, la Reina de Corazones, la Princesa Leia.

Una vez, me acuerdo, me regalaron un bebé y, por mi tendencia a decapitar muñecos (“Freud, ¿tú qué dices?”), la cabeza no le duró mucho en su sitio.

Tampoco tuve el clásico Cabagge que acunaban todititas mis conocidas, ninguna muñeca mía se hacía pipí, ni había que darle papilla o pasearla en coche: ellas tenían una profesión, un carro fucsia, un romance con Ken y más de 20 años.

Y crecí como suelen hacer las niñas y la cosa seguía igual: poquito novio en el horizonte, nulas expectativas de cantar “qué diversión, la Familia Corazón” y por supuesto cero deseos de reproducción.

¿Bebés? Nanay del Paraguay. Yo quería conocer mundo, triunfar con mis libros, ser todo lo que podía ser y más…

Hasta ahora, que nada más escribo la palabra bebé y ya me asoma una lagrimita, que parezco una gelatina tarada cada vez que se me acerca un niño y que, como si fuera de esos depravados adictos al porno en internet, tengo que ocultar de mi jefe las omnipresentes fotos de los preciosísimos hijos de mis amigas del Facebook.

¡A mí es que tendrían que poner el babero!

Resumiendo, estoy, como dice Benedetti, “jodida y radiante” con este tema. Y hay más, porque el Reloj, no contento con tenerme el día entero a merced del estremecimiento, llena mis noches de bebitos.

Bebitos en la playa, bebitos llorando, bebitos que son míos, bebitos que no son míos pero que robo y huyo, bebitos chiquitititos como Pulgarcito, bebitos que me sonríen desde los brazos de mi marido. No es un caso aislado: mis sueños están literalmente poblados de bebés.

Así están las cosas: ni dormida ni despierta dejo de verlos. Tan grave es que en la cama de mis ensoñaciones, donde antes estaba George Clooney, ahora hay un bebé dormido.

Así que si cuando vieron el título de este artículo pensaron en que revelaría cosas del tipo de Atracción Fatal, lamento decepcionarlos: las únicas fantasías sexuales que me quedan son si va a ser niño o niña.

24 comentarios

  1. que bueno es quitarse el reloj en vacaciones y olvidarse de todo, pero si tienes bebes da igual quitarselo porque el mejor reloj es el propio bebe.

    24 agosto 2010 | 21:17

  2. Dice ser M.A.

    Sinceramente, no creo que este texto esté bien escrito, simplemente, como habla de maternidad, te gusta, pero está plagado de errores y no tiene estilo alguno. Respeto el deseo maternal de la autora, ha querido metaforearlo pero, a mí, no me gusta. Que sea periodista no quiere decir que por ello tenga que escribir bien, realmente, hay pocos que tengan una linda pluma. Cuentan cosas y las relatan, a su manera y, a cualquier texto que logran completar dicen que «han escrito», pero «escribir» son palabras mayores, hay un abismo. Para mí, una cosa es un escritor y otra un periodista, de hecho, muchos de los grandes autores nada tienen que ver con el periodismo.Una cosa es tener el título y otra muy diferente serlo.

    24 agosto 2010 | 22:47

  3. Me ha gustado mucho.
    M.A. quizas no tenga estilo alguno y no sabe escribir, pero yo no hubiera podido epresarme como ella lo ha hecho, y creo que en eso se basa la escritura, en saber expresar lo que quieres decir. Quizas las expresiones no son las correctas porque no es española, y entre paises cambia.

    http://www.elsecretodeafrodita.es

    Deja que Afrodita entre en tu casa y descubre su secreto, y los mejores precios.

    25 agosto 2010 | 01:07

  4. Dice ser antonio larrosa

    Pues a mi me ha parecido que se explica muy bien, que por lo visto ya no podrá tener un bebe´nunca y esta muy apenada.

    Clica sobre mi nombre

    25 agosto 2010 | 03:11

  5. Dice ser badass

    Coincido totalmente con M.A, la autora prueba cinco marchas cuando no sabe usar ninguna.

    Por otro lado que se prepare para lo peor tu amiga. Cualquiera que publique un escrito sobre el natural instinto maternal de las mujeres se expone a ser acusado de «machista» o «facha» por parte de las feminazis (no van a tardar en caer, os lo aseguro).

    25 agosto 2010 | 04:52

  6. cuando lees algo de manera rápida y sin perderte, es que está bien escrito. Asi que para mí, lo está.

    25 agosto 2010 | 09:01

  7. Dice ser juanfran

    debería practicar la ley del osoy dejar de obsesonarse
    si quieres algo Obtenlo, si no lo puedes obtener Sustituyelo, si no lo puedes sustituir Olvidate

    25 agosto 2010 | 09:24

  8. Dice ser saju

    Sincero y bien contado.

    25 agosto 2010 | 09:37

  9. Dice ser NoSinMi...

    Las ventajas de tener un amante…

    http://www.elfarodecantabria.com/article.php3?id_article=66535

    25 agosto 2010 | 09:39

  10. Dice ser Martola

    Al margen de la calidad literaria (que no me voy a meter ahí), el texto explica «gráficamente» el funcionamiento del «reloj biológico».
    Pues que quereis que os diga, nunca creí en él y siempre me pareció una patochada inventada por cuarentonas.
    Yo nunca quise tener hijos, siempre fui la única de mis amigas que no se acercaba sonriendo a «carantoñar» a los primitos y hermanitos de conocidos.
    Pero un día PLAS, así de un día para otro, sin avisar, a los 3 años de vivir con mi pareja sucedió. No paraba de pensar en bebés y soñar con ellos… hasta que me quedé embarazada. Y ahora cada vez que veo un bebé me derrito (sobretodo si es el mío), me he vuelto «asquerosamente» sensible y aprensiva, me da miedo todo y lo único que deseo es poder ver crecer a mi niña… Si esto no es el reloj biológico, que me lo expliquen.
    Saludos

    P.D: Por cierto, no soporto el término «feminazi» qué pasa que cuando la mujer es feminista es más rastrera que el hombre machista? Por qué nadie usa el término «machinazi»? Ahhh cómo los machistas los ha habido siempre ya estamos más acostumbrados? O es que el machista es menos radical y no merece el sufijo «-nazi»?

    25 agosto 2010 | 11:01

  11. Dice ser Susana

    Yo coincido punto por punto con Martola… hasta el PLAS 🙂

    39 años recién cumplidos y ni rastro del reloj biológico, oigan. Me gustan los bebés, me emociono cuando los veo y disfruto con los hijos de mis amigas, pero tengo muy claro que no quiero tener uno.

    No sé, igual un día de estos va y se me dispara el mecanismo. Pero vaya, que como no lo haga ya mismo lo tengo chungo…

    25 agosto 2010 | 11:27

  12. Dice ser eva

    Conoce los cuidados que mejoran nuestra autoestima
    cuidarnos cada dia un poquito mejora nuestra autoestima, podemos empezar por los consejos que nos recomienda http://www.tipsdonna.com

    25 agosto 2010 | 11:45

  13. Dice ser Andres

    Hermoso escrito, creo que la autora tiene muchísima más gracia para escribir que cualquiera de las que la critican.

    25 agosto 2010 | 11:58

  14. Dice ser Tia de Sobrino

    Yo estoy con Susana, aun no oigo ese tic tac y francamente no se si quiero oirlo. Es contradictorio, por un lado me da pena no oirlo por otro vivo muy tranquila asi y para que cambiar

    Asi que simplemente me dejo llevar si algun dia lo oigo (y estoy a tiempo) a por los bebes y si no pues a disfrutar de todos los bebes que me rodean ultimamente…

    El escrito si me ha gustado bastante por cierto, es gracioso

    25 agosto 2010 | 12:56

  15. Dice ser Marta

    Que importante es el sexo, y que poco le prestamos atención según va pasando el tiempo. El cariño, la amistad, … son imprescindibles en una pareja. Pero las estadísticas, frias y contundentes, nos dicen que aquellas parejas que relegan el sexo al baul de los recuerdos, terminan deteriorando su relación.

    Marta
    http://www.mivibrador.es

    25 agosto 2010 | 13:07

  16. Dice ser Carla

    Una pena identifcar biunívocamente las relaciones sexuales a la reproducción. Son dos placeres que pueden llevar caminos muy distintos. El deseo irrefrenable de tener un niño, puedes alcanzarlo incluso sin sexo. La adopción es una opción cada vez más utilizada. Y desde luego es una de las etapas más intensas de nuestra vida. Pero no por ello debes renunciar al otro deseo, al sexual. Si lo hacemos no completaremos nuestra vida, nuestras relaciones de pareja se pueden resquebrajar, y dejaremos pasar el tiempo sin disfrutar plenamente de nuestra corta existencia.

    Apuesto por una maternidad plena y sexuada.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    25 agosto 2010 | 13:15

  17. Dice ser Pere Llimonera

    PARA, «M.A». y «badass»

    Pero que estáis en 20Minutos. En un blog, si, pero de 20 Minutos.

    ?Que esperáis?

    No veis que Antonio Larrosa dice que le gusta el estilo…

    25 agosto 2010 | 14:51

  18. Dice ser Pancho

    Entre gustos y colores… para escribir y de estos temas tabú, más que un estilo, hay que tener valentía y vaya que ella lo tiene. Dios en su sabiduría nos hizo atractivos al otro género para la preservación de la especie y también puso este famoso relojillo en las mujeres (maternales, guerreras, guarras, ejecutivas, locas, etc.) para procurar las mejores madres posibles para procurar que los futuros habitantes de este loco planeta no lo quieran hacer volar en mil pedazos. Yo soy padre de una hermosa niña, no se si mis hormonas femeninas (que todo hombre tiene) me hagan tener «instinto maternal» pero lo cierto es que criarla, educarla y amarla ha sido el mejor trabajo de mi vida… y también sueño con darle un hermano o hermana

    25 agosto 2010 | 19:11

  19. Dice ser Martola

    Una cosa… creo que el reloj biológico, más que con la edad (a algunas mujeres les entra el pánico de última hora), está más relacionado con la pareja adecuada que tienes al lado. Unos activan esa bomba de relojería y otros no. Eso es lo que yo creo.

    25 agosto 2010 | 20:28

  20. Dice ser Zaragozana

    A mi me ocurrió algo parecido. Nunca había querido tener hijos/as y estuve años haciendo oídos sordos al tic-tac…hasta que me rendí.

    En cuanto al artículo, creo que escribe bastante bien, me gusta,eso es todo, aunque no sea ninguna entendida en la materia.

    Nota: Badass, haznos un favor y multiplícate por cero. No sé como no te cansas de escribir estupideces. Y qué facil es usar según que términos con el anonimato de por medio…
    Como mínimo te has equivocado de blog, por no decir de siglo.

    25 agosto 2010 | 21:11

  21. Dice ser Susana

    Martola, como teoría es interesante pero ¿qué pasa entonces con las mujeres a las que se les «dispara el mecanismo» (por así decirlo) sin tener pareja? ¿O las que llevan años con la misma pareja y un buen buen día les sucede?

    No sé, yo creo que más bien podría estar relacionado con un deseo subconsciente de ser madres que sale a la superficie cuando ya queda poco tiempo para tomar la decisión. Si es así, o bien yo no tengo ese deseo latente o me va a saltar en breve a toda potencia, jeje…

    26 agosto 2010 | 10:11

  22. Dice ser Chio

    yo creo que esta periodista no escribió estas palabras para ganar ningún premio o publicar algún libro, tan sólo quiso expresar como se siente, cosa que hizo a la perfección , muchas mujeres se pueden sentir identificadas con ella nada más comenzar a leer el escrito.

    26 agosto 2010 | 12:27

  23. Dice ser LaCestitadelBebe

    Buenas,

    buen relato, está muy bien! yo conozco a más de una que lleva sin pilas el reloj….jjaja

    Besos!

    Anabel

    07 diciembre 2017 | 08:21

Los comentarios están cerrados.