Imagino que no hay padre reciente que no se haya encontrado en una situación semejante en algún momento.
A nosotros nos pasó hace un par de días. Estábamos sentados los cuatro a la mesa cenando cuando mi santo se quemó y se le escapó un «¡coño!».
Inmediatamente Julia, que está en plena fase de lorito de repetición, le hizo el eco: «¡oño!».
Y nos sonrió toda contenta.
Automáticamente ambos nos miramos y no hizo falta decir nada. Nos trasmitimos telepáticamente que había que ser extremadamente cuidadosos con los tacos.
No solemos decirlos. Pero habrá que ser aún más precavidos. Estamos muy mal acostumbrados por su hermano mayor a no tener cuidado con ciertas cosas.
Ya hace unos meses las terapeutas de Jaime nos avanzaron que también él, antes o después, soltaría su primer taco. Y nos dijero que fuéramos mentalizándonos para contar hasta diez antes de reaccionar de ninguna manera.
Por que precisamente la estrategia para que los peques de la casa, neurotípicos o no, no se queden adheridos a una o varias palabrotas es no obtener ningún tipo de reacción por parte de los adultos.
Aunque aquí os digo, que con lo que le está costando empezar a hablar, el día que él diga «¡oño!» mi instinto sería montarle una fiesta.
Os dejo con las recomendaciones de Rosa Jové en La crianza feliz, que son puro sentido común, para evitar las palabrotas.
1- Dar ejemplo. Si no quieres que tu hijo diga palabrotas, no las digas tú. Además, lo que se ha oído no puede reproducirse ni imitarse.
2- Evitar reír o sonreír ante cualquier palabrota. Por más graciosa que pueda resultar una expresión o alguna palabrota, reírse de ella es un error porque incita al niño a repetirla.
3- Explicar de forma sencilla y clara que estas palabras ofenden, molestan, que no son respetuosas y que sí se las dijeran a él, tampoco le gustaría que le trataran así.
4- Mantener la calma y no darle demasiada importancia ya que una actitud en exceso afectada por parte del adulto puede producir el efecto contrario. Que el niño sienta que los tacos no son la mejor forma de llamar la atención de sus padres. Lo mejor es reconducir esta etapa con naturalidad para que las palabrotas «pierdan su poder» y su efecto para el niño.
5- Ofrecer alternativas. Aportar otras palabras a un sentimiento o situación en la que se encuentra el niño. Cada familia puede adoptar las palabras de su entorno cultural y social que sean más oportunas. Enseñar a los niños, por ejemplo, que es mejor decir a su hermano que está disgustado porque le has roto el cochecito, que llamarle de «imbécil» o de «burro». Los padres pueden inventar alguna palabra nueva y divertida para sustituir a una de las ofensivas.
6- Ofrecer lecturas para incrementar el vocabulario del niño y hacerle descubrir nuevas palabras, expresiones, exclamaciones, más divertidas.
Pues me temo que cuando el peke suelte su primera palabrota no voy a poder eresistir la risa. Siempre me han parecido muy graciosos los pekes cuando comienzan a decir sus primeras palabrotas, que la mayoría de las veces cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, jajaja
13 mayo 2010 | 13:12
Madre reciente,Aunque tu en casa no las digas, ellos las aprenderán por otros medios. En mi caso ha sido a través de los compañeros del cole. Si, niños que seguramente lo habrán aprendido de sus padres, abuelos y conocidos, reproduciendo en clase todo lo que aprenden en la calle.Desde «puta», hasta «te mato» son las lindezas con las que debemos torear a diario. Sabemos quienes son los que lo dicen pero sus madres siempre están a la defensiva «¿Mi hijo? mi niño no dice esas cosas, será que el tuyo las aprende de otro sitio» pero cuando al «santico» se le ocurre decirlas en la fila… ¡ay! que caras más rojas…Nosotros en casa cuidamos mucho el vocabulario y además, ahora que casi tiene 5 años, intentamos razonar con él para que vea que eso está mal y que así no recibirá la atención que él quiere. Pero nuestro trabajo siempre se ve truncado en el cole, gracias a los «santos inocentes» creados por sus mamás.Un saludo.
13 mayo 2010 | 13:48
Siempre se ha oido que lo que no hay que hacer es reirse cuando un niño dice una palabrota ¿eso es cierto?http://www.menecesitas.comSaludos
13 mayo 2010 | 13:58
Hola, decirte que el libro con el que ilustras hoy tu blog se lo compre yo a mi hija la mayor y le vino muy bien. No es que ella dijera palabrotas, pero esta muy bien ilustrado y si se lo lees poniendo la voz y el tono del hermano pequeño se Luisa, se parten al oirlo («Luiza ha dicho una padabota»). Y en cuanto a los consejos, lo que se dice habitualmente: procura contenerte tu y sobre todo ni te rias ni le des importancia si ellos lo dicen alguna vez. ¡Ah! y una cosa que hago yo es, si alguna vez se me escapa alguno delante de ellos, me riño yo a mi misma para que se den cuenta de que esta mal hecho (aunque mi mayor ya me pega la mirada y un ¡mama!, jejeje)…
13 mayo 2010 | 14:07
Siempre puedes tener la excusa de que has estado en Logroño ese fin de semana 😉
13 mayo 2010 | 14:11
Lo siento, creo que voy a decir algo políticamente incorrecto. Estoy en desacuerdo con Rosa Jove:» 1- Dar ejemplo. Si no quieres que tu hijo diga palabrotas, no las digas tú. «En un mundo ideal no diríamos tacos, pero en la realidad se usan muy a menudo. Hay que enseñar a los niños que a veces los mayores dicen tacos, pero que ellos no lo pueden decir. Por esa regla de tres, no podemos beber una cerveza, ni salir solos de casa… porque estamos haciendo cosas que nuestros hijos no pueden hacer.Me saca de quicio esta esclavitud de los mayores hacia los niños. Salir con mis amigos treintañeros es una pesadilla. A veces en una conversación se me escapa un taco y los mocosos vienen en plan repelente «eso no se diceeee!», y sus padres, ni cortos ni perezosos les dicen: tienes razón fulanito, no se dicen tacos. y te encuentras balbucenado frente a un mocoso de 4 años: si perdona fulanito ¿perdona qué??? ¿como podemos dar el poder a los niños de que corrijan a sus padres y mayores? realmente está gente se ha parado a reflexionar lo que lleva esto implícito?Por lo demás, de acuerdo con el resto del blog y los consejos para que no los digan los niños (no reirse al oirlos, etc…)Resumiendo: basta de vasallaje a los niños. A los niños se les educa con cariño y disciplina. Ya está bien de rasgarnos las vestiduras. Espero no ofender a nadie con estas consideraciones.
13 mayo 2010 | 14:51
Ya te lo ha dicho Penny. Al final las aprenderá por otro lado.Nuestra hija tiene dos años y medio y un día vino diciendo «mama, no se dicen palabrotas» Nos quedamos a cuadros, porque nosotros no las decimos y nunca hemos tenido que decirle eso. Pregunté en la guardería y me dijeron que había dos niñas que decían «cohones» y «oño».Así que cuando suelte alguna habrá que explicarle que no se dice y porqué no se dice.
13 mayo 2010 | 14:59
Pues creo que los tacos forman parte del aprendizaje de un niño, es normal, todos los dijimos en temprana edad, tampoco se puede estar todo el santo dia soltando tacos delante de ellos pero tampoco me voy a restringir a soltarlos por que este el delante.Otra cosa es que te toquen dos padres totalmente gilipollas los cuales prefieran tragar mierda a decirlo delante del niño.
13 mayo 2010 | 15:32
No te molestes, basta con que tu chiquilla se quede mirando cualquier serie española (Física-Química, Aquí no hay quién viva, Aída etc) para que diga el «oño» con todas sus letras. Y cosas mucho peores.
13 mayo 2010 | 15:44
… oño… todavía es poco… los niños están de un giliesducado que lo flipas!.
13 mayo 2010 | 15:45
¡Cuidado con los tacos! Que empiezan por un simple ¡Oño! y terminan con el botellón y amigotes de escasa credibilidad.¡Vigila mujer, vigila!Clica sobre mi nombre
13 mayo 2010 | 16:19
Estoy en total acuerdo con YOP, el hecho de que eduquemos a nuestros hijos de la mejor forma posible, no conlleva que seamos sus esclavos.Hay que marcar limites muy bien definidos a la hora de decirles lo que esta bien o no; enseñar a un niño que decir palabrotas esta mal queda muy lejos de decirles que no pueden decirlas, aunque escuchen a 100 personas adultas decirlas.He leido el libro de Rosa Jove «Dormir sin lagrimas» el cual nos ha servido con nuestro hijos de 2 años y medio, pero tambien es cierto que hay veces que da a los niños mayor poder del que debería tener sobre los adultos.
13 mayo 2010 | 16:24
Joder, pues decir tacos es lo más normal del mundo, hostia!Te desquitas, realizan una función fática en la comunicación y dan a entender tu estado de ánimo. Además ya han perdido su significado original de tanto usarse.Tócate los cojones!
13 mayo 2010 | 16:30
Fácil, di que dijisteis Otoño o Logroño.NO visites http://osadia-mullets.blogspot.com/ seguramente te diviertas e incluso ganes dinero sólo por navegar por Internet, así que mejor no cliques. Además hoy podrías ver como se camina por encima del agua, la vergüenza de los Manolos en Cuatro y la cancion de los teletubbies.http://osadia-mullets.blogspot.com/
13 mayo 2010 | 16:30
YOP, SE PUEDE DECIR MÁS ALTO PERO NO MÁS CLARO.TRATÁIS A LOS CRÍOS COMO SI FUERAN ANORMALES Y NO COMO LO QUE SON. NIÑOS.
13 mayo 2010 | 16:52
MANTENER LA CALMA???? AAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJJAJANI QUE FUERA A CONVERTIRSE EN GREMLIN POR DECIR UN TACO.
13 mayo 2010 | 16:54
lamarle de «imbécil»Al que ha escrito eso le llamo imbécil o lo trato de tal, pero no es un insulto, sino una descripción objetiva por escribir así.Por otro lado, los tacos deberíamos dejar de usarlos todos una temporada, no sólo los niños, para ver si recobran su valor primigenio. Es una pena que nos hayamos privado de un recurso tan práctico y tradicional para transformarlo en palabras de uso común.De la misma manera que si todo el mundo tiene un ejemplar de un artículo de lujo considerado exclusivo, éste deja de serlo para ser algó común, si no vulgar, el lenguaje tabernario, al ser de uso universal, todo lo de especial que pudo tener, lo ha perdido. Asimismo, cuando la grosería o el insulto son aceptados socialmente, dejan de ser groseros o insultantes.
13 mayo 2010 | 16:54
yopLo del «eso no se diceee!» me lo cortaron de pequeño una vez con un rotundo «yo digo lo que me da la gana, cuando seas padre comerás huevos, mientras tanto tú no puedes decir palabrotas».Ahora a los 28 aún me arrepiento si se me escapa alguno delante de mis familiares.
13 mayo 2010 | 17:11
La infancia es para decir tacos, para jugar en el cubo de arena, para llenarse de mierda y para pegarse con el vecino.Estos padres asépticos de ahora que convierten a sus hijos en niños burbuja, no están haciendo sino un flaco favor al desarrollo normal de sus hijos.Cuánto tonto hay por el mundo.
13 mayo 2010 | 17:15
sois unos malos padres, no deberiandejar tener hijos a todo el mundo
13 mayo 2010 | 17:16
Un estadounidense y una japonesa de comer hot dog, perro caliente para hacer los japoneses dicen que nuestro país está totalmente automatizado, aquí un cerdo en, salió perros calientes. Los estadounidenses dicen NO.NO.NO. partido de tu máquina que tenemos, lo hacemos ahora, aquí un cerdo en los perros calientes hacia fuera allí, y los administradores de más de una mirada, poner un perro caliente por el fallo de la máquina, el allí un interruptor de un cerdo salió.http://www.uggcardy.org/handbags-on-sale-balenciaga-handbags-c-12…http://www.shape-ups.org/christian-louboutin-christian-louboutin-…saludo
13 mayo 2010 | 17:24
Da igual como hables tú. En mi casa nunca, o casi nunca se ha oido una palabrota y yo salí mal hablada. Cunado nacieron mis hijos mimarido y yo dejamos de hablar mal y mi hijo mayor de 14 años tiene una lengua que no veas así que , en mi caso , el dar ejemplo no ha funcionado para nada.
13 mayo 2010 | 17:26
Mi hijo ya hace meses que viene repitiendo lo de «¡coño!», y sinceramente, nos meamos de la risa mi mujer y yo, qué quereis que os diga, XD
13 mayo 2010 | 17:28
Nosotros no solemos decir tacos, ni en casa ni fuera, digo solemos porque alguno alguna vez se nos escapa. A mi menos, porque ya me tome por costumbre no decir tacos durante mi adolescencia delante d emis hermanas que eran 11 años menores. Se me fue quedando la costumbre y al final no las digo ni entre amigos.Cuando se nos escapa alguna en casa, si estamos solos lo repito, que tenemos que tener cuidado.Supongo que ahora que mi hijo se ha lanzado a hablar el dia menos pensando vendra del cole con algun bonito «joder» «ostia» y similares. Creo que no le haremos ni caso y como no la repetiremos espero que caiga en el saco de los olvidos.
13 mayo 2010 | 17:31
Es muy raro que los peques no suelten alguna que otra lideza, sobre todo en la típica edad «papagayo», porque por mucho que se cuide el vocabulario en casa, que lo oigan en el cole es inevitable.
13 mayo 2010 | 17:49
Creo que es normal decir tacos, los niños deben aprenderlos y saber usarlos correctamente y cuando…por ejemplo, en qué situación sí se pueden usar y en qué casos no se pueden usar. No hace falta ocultarles una realidad.
13 mayo 2010 | 18:43
Mi primer taco fue cuando era una tierna criaturita de 27 añitos y dice !cáspita!. Los niños somos asi.Tranquilos, que a lo largo de estos ultimos 70 años me he corregido y ya no suelto tacos tan fuertes como este. Solo digo pu** mier** y me ca** en Dios.Clica sobre mi nombre
13 mayo 2010 | 19:53
Dicen los que saben de estas cosas que después de los dos o tres primeros años de relación, la vida sexual cambia para la gran mayoría de las parejas, para algunas más que para otras.http://www.bagsmkt.com/mbt-womens-kisumu-sandal-c-1571.htmlhttp://www.uggcardy.org/christian-louboutin-ruched-ankle-boots-sa…saludo
14 mayo 2010 | 09:33
Mi hijo de casi tres años dice joder constantemente, «joder qué bueno», «joder cómo pesa», «joder qué susto». Yo he optado por ignorarle pero veo que sigue diciéndolo, y la verdad es que bueno… preferiría que no lo dijera pero tampoco me quita el sueño este tema… Además hay veces que lo dice de una manera tan graciosa que es inevitable reirte, supongo que cuando lo suelte con seis ya no me hará tanta gracia, pero con esta edad podré razonar con él y decirle que esas palabras no las dicen los niños. Ahora cuando le digo a mi peque que no se dice joder lo dice más… Así que bueno, supongo que se le irá pasando.Saludos!
14 mayo 2010 | 10:13
El abogado y su esposa un día caminando por la calle, caminando por el rostro de una muchacha vestida muy encantadora y abogados con frecuencia para descarga, sino también cumplir con el tiempo y los abogados todavía cordial saludo.»¿La conoces?» Su esposa le preguntó.»Oh, sólo trabajar.»http://www.uggcardy.org/handbags-on-sale-balenciaga-handbags-c-12……http://www.bagsmkt.com/mbt-womens-kisumu-sandal-c-1571.html«Su trabajo o su trabajo?»
14 mayo 2010 | 10:28
Ha muerto Alice Miller, sicoanalista defensora de la salud mental de los niños, y crítica con puntos de vista convencionales de los sicoanalistas.“Nadie nace malvado. Formamos a las personas destructivas durante su infancia” (Alice Miller).http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/04/27/A…
14 mayo 2010 | 10:40
Pues yo no sé si los padres deben decir o no decir tacos, o beber alcohol o fumar tabaco, o saltarse las normas, delante de sus hijos.Lo que sí sé es que cuando decide ser padre, te debes plantear qué costumbres tuyas debes cambiar por el bien de tus hijos, pues lo que está claro es que eres imperfecto, y que si hasta ahora no te ha dado la gana de cuestionarte a ti mismo, la paternidad es el mejor momento.Esto no es ser “esclavo” de los hijos, es ser consecuente. En el momento en el que nos hacemos padres, tomamos en nuestras manos una responsabilidad infinita: la salud, la felicidad presente y futura de unas personas que nosotros hemos fabricado porque nos ha dado la real gana, depende casi al 100% de nosotros.
14 mayo 2010 | 10:47
Hola Madre,yo también he vivido la situación y creo que se exagera un poco con esto. Los tacos tienen el valor que se les quiera dar y hoy en día han perdido mucha maldad. Antes en la tele no se oía ninguno, y ahora en cambio los sueltan continuamente, ¿somos peores? Creo que no, simplemente evoluciona el lenguaje y determinadas palabras pierden maldad.Cierto que hay que tener un poco de cuidadín, pero sin pasarse.Saludos,
14 mayo 2010 | 11:33
Gracias a los que han comprendido mis palabras (he releido mi post y tal vez sea algo brusco).Mi padre siempre ha dicho muchísimos tacos y a mi jamás se me ocurrió decirlos delante suya. Un dia con 6 añitos se me ocurrió decir «hostia» porque se lo oí a mi prima mayor y mi madre me dijo: no vuelvas a decir algo asi (con esa cara de «esto no va en broma» que te hacía temblar el culo). Ni se me pasó por la cabeza decir: «es que papá también lo dice», porque yo ya sabía que mi padre podía hacer muchas cosas que yo no (acostarse a las 12 de la noche, conducir un coche, abrir la nevera y comer lo que el quisiera sin que nadie le dijese que no…) ¿y que quereis que os diga? no tengo ningún trauma con ello, ni me pareció una incoherencia porque no daban ejemplo ¿acaso se tendría que acostar mi padre a las 8, después de ver «casimiro» para darme ejemplo??. Mi generación (del 77) creo que siempre hemos tenido muy claro que la vida familiar no era una democracia, que los padres mandaba y se obedecía lo que decían.El problema está en que los padres ahora piensan que pueden educar a sus hijos democráticamente, y cuando acostumbras desde los 2 añitos a que «todo se puede dialogar» y «todo es negociable», enseguida te das cuenta de que te metes en unos berenjenales que pa’qué, ya que cuando el niño quiera acostarse tarde porque tú tb lo haces, a ver qué le dices. Estás mandando mensajes contradictorios. Lo mejor es dejar claro cuanto antes quien manda (no por ello el niño se va a traumatizar!). Está en nuestos genes, en la naturaleza. Todos los animales obedecen y siguen a sus padres, y si se salen de loe stablecido, reciben «un mordisco». Querer ver en esto abuso de autoridad, traumatizar a los niños… creo que sinceramente, no está comprendiendo la naturaleza humana.Bueno, no sé si me he explicado. En fin, que creo que lo que digo no se contradice con la coherencia y el cariño hacia los niños.Saludos y encantada de debatir con vosotros.
14 mayo 2010 | 14:29
Yop,Pues totalmente de acuerdo.Que conste que yo soy la primera que ahora que tengo un bebé he dejado de decir palabras malsonantes. Pero, no los podemos educar en una burbuja y esas palabras nos rodean por todas partes… Así que habrá que aprender a reaccionar sin reirles las gracias y siendo consecuentes.
14 mayo 2010 | 22:21
La fase de los tacos es una más dentro de la de los descubrimientos. El criterio para darle importancia o no debe ajustarse al sentido común, y es que se nota perfectamente la ocasión en la que lo dicen para hacer reir y cuando lo utilizan como coletilla por haberlo escuchado en clase.Un saludoMainadahttp://www.miexperienciaenmainada.com
14 mayo 2010 | 23:12
Qué ñoñería, que memez y qué manera de «sacar de dónde no hay», analizáis los comportamientos y reacciones de los niños como si fuera monos de laboratorio. La niña del post no sabe ni lo que ha dicho, a todos se nos escapa un taco alguna vez, pero por mucho que cuidemos el lenguaje en casa los van a escuchar por todas partes, como no podemos llevarles con tapones en los oídos, ni meterlos en una burbuja ni «cocinar» el niño perfecto (qué horror de crío sería), pues lo mejor es que cuando digan un taco se les reprenda y se les diga que eso no se dice, lo entenderán perfectamente y se les irá la costumbre, ellos los seguirán escuchando pero sabrán que eso no se dice, igual que verán hacer cosas que habrá que decirles que no se hacen, pero de ahí a transformarnos cuando somos padres, a estar cohibidos, a hacer vida de niños, a no tener vida propia, a que todos los planes se reduzcan a ellos y hasta a hablar como ellos, me parece ridículo y nada beneficioso ni para ellos ni para nosotros. Eso termina con problemas de pareja. Todos necesitamos nuestro espacio y no por eso se es peor padre. De mamis plomitos (como tantas hay), derivan maridos aburridos y desesperados que están locos por que den las siete de la mañana e irse a trabajar para poder comportarse como adultos, hablar de manera normal, tener conversaciones, soltar un taco y ver más mundo que cuentos, cachibaches, parques con columpios. Me alucina que por tener un niño haya que dar vuelta a la vida del revés. Tener un hijo es lo más importante que te puede pasar en la vida y lo más gratificante, pero no hay que anularse como persona. Vamos, digo yo.Tampoco hay que observarlos como a bichos raros y estar todo el día «uy, ha repetido un taco», «andá, si hoy ha comido macarrón y medio más», «ayer miró la tele y echó dos carcajadas más que hoy», creo que hay que vivir la maternidad con más naturalidad.
16 mayo 2010 | 19:24
Yop, tienes toda la razón y te has explicado de maravilla. La bobada esa de «diálogo y negocio» termina en niños déspotas, mal educados y tiranos con sus padres. No hay que confundir autoridad y respeto con temor o miedo, ni mucho menos. Educar con respeto y dejando claro que no se puede hacer lo que a uno le dé la gana no significa que no haya amor, cariño, caprichos, comprensión, hay mucha equivocación. Además hay que pensar que vivimos en sociedad y lo que nuestros hijos hagan en casa nos puede parecer estupendo y gracioso, pero cuando uno sale de casa ha de saber comportarse y debe estar educado, es tremendo ir a casa de algún amigo o familiar y que los niños te dejen en ridículo porque los tienes a su libre albedrío y tener que empezar a «dialogar» o «negociar» con un niño maleducado que lo único que pretende es hacer lo que le dé la gana porque así de mal se le ha enseñado.
17 mayo 2010 | 10:15
Dí que sí, Yop, totalmente de acuerdo.
19 mayo 2010 | 22:39
Pues me parecen una descarga de energía mala y frustración necesaria a veces, mejor que pegar. Si es posible no dirigidas a nadie, a veces un «oño» duele menos que llamar a alguien tonto y dejarle la autoestima por los pies. Mis hijos dicen miércoles, carbón, gruta, moño etc No me preocupa, de toda la vida se ha dicho corcho y que te den dos duros etc para sustituir otras expresiones y eran aceptables.
20 mayo 2010 | 11:26
Puede ser muy divertido que digan un taco cuando son pequeñitos pero cuando la cosa va a mayores no es nada recomendable.
El otro día vi a una pequeña por la calle, a penas sabía andar e iba detrás de un perrito intentando que le hiciera caso. Soltó un: «te he dicho que te pares, me c en tu p m». Y todo eso en su media lengua, claro.
En casa ya hemos advertido a abuelos y demás que nada de tacos delante de mi niña. La mala energía y la frustración se descargan en otro sitio o con otras formas.
21 mayo 2010 | 09:23
Los míos son mayores, y los usan en ocasiones contadas. Recalqué en mi respuesta que me refería a tacos que no personalizan, yo en casa no les consiento tacos dirigidos, y hasta ahora ninguna madre se me ha quejado de «tu hijo ha llamado ########## al mío», así que sospecho que en el cole tampoco los usan. Sólo se me escapan de estilo insulto ante terceros que ponen en peligro nuestra integridad, generalmente el tráfico, o hacia protagonistas de episodios de delincuencia, y no me importa que mis hijos nos imiten en estos aspectos. Los otros de desahogo, no de insulto, los suelto fundamentalmente si me hago daño (si me quemo friendo etc). Claro, que ya están en una edad en la que son conscientes del contexto y han captado que no se dicen a la ligera.
En ese caso que cuentas eran dedicados al el perro, y por una mínima frustración. No es problema de soltar un taco, es que es una niña soez, probablemente vive entre gente grosera, eso es ya otro nivel, otro problema.
¿Y los adolescentes que se saludan con un «¿qué pasa hp?» «¿dónde vas carbón?».
Pues anda que no nos queda que aguantar y de lo que no nos enteraremos.
21 mayo 2010 | 12:12
Las palabrotas, los niños, el cole, los compañeros y la mamá que les regaña es el pan nuestro de cada día.
20 enero 2018 | 18:18