Estuve el otro día en el colegio. Me llamó el tutor de mi hijo pequeño para contarme algunas cosas sobre su comportamiento.
-Está muy rebelde, no deja de hablar en clase, se ríe de todo y de todos, cuando le llamamos la atención hace como si no hubiese oído y luego dice que él no estaba haciendo nada… Tampoco trae firmadas las notas que le damos para los padres… iba diciendo él mientras yo sentía que mi cara empezaba a enrojecerse.
-¿Qué notas? No he recibido ninguna.
Este niño se va a enterar, pensé mientras el profesor seguía hablando, y mi cara debía estar para entonces más amoratada que roja.
-Pues llevamos algo más de dos meses, casi desde que empezó el curso, intentando tener una reunión con vosotros. Y si él sigue con esta actitud, no vamos a tener más remedio que expulsarle unos días del colegio.
A partir de ese momento me quedé lívida.
Resultado: está castigado sin salir hasta que vuelva a comportarse como debe, en casa, en clase, en la calle… A ratos lo entiende y razona casi como un adulto pero, de repente, vuelve a mostrar su rebeldía contra todo lo que le rodea y se convierte en un ser huraño, que solo se hace entender con monosílabos y gruñidos. Ay, ¡qué días me esperan con él en casa y con este humor de perros!
¡¡Y sigo paseandome por aquí!!Pues creo que has actuado bien con tu hijo, ahora lo que te falta es tener el número del tutor o turora a mano, y llamarlo una vez a la semana para ver como anda su hijo (eso, si no puedes ir a verle a su hora de visitas) su comportamiento, las notas (que seguro que preferirás ir viendolas antes que llevarte el susto a final de trimestre)Si llevas un seguimiento exhaustivo de tu hijo a través de sus profesores, sentirán que tienen apoyo en casa para cambiarlo, porque cuando no hay apoyo en casa… es casi imposible cambiarlos y lo dan por perdido.
30 noviembre -0001 | 0:00
Yo cuando leo cosas así me acuerdo de una canción que espero que no se me olvide en la vida:Qué lástima, no dejarénadie a quien transmitir mi sabia;consideré insensato procrear.Y diréis de mí que soyun viejo verde y cascarrabias,y diréis muy bien,y cuando digo bien es bien.
06 diciembre 2007 | 9:58
Bueno, bien, pero esto no es el cuento de PEdro y el Lobo eh? No te olvides de escucharle…PABLITO
06 diciembre 2007 | 19:20
Con el mio pasaba lo mismo una temporada y con determinados profesores, notas (por correo) expulsiones (que le venían al niño de puta madre, como unas vacaciones, vamos, eso no sirve de nada)… aunque siempre ha sacado muy buenas notas.De todas formas hay profesores que se pasan y que deben tener poco sentido del humor, aunque si que es verdad que los chavales se ponen pesaditos.Termino cuarto el curso pasado con muy buenas notas ya digo y no quiso seguir estudiando. Ahora está de año sabático.
07 diciembre 2007 | 2:13
Pues… yo soy madre de ¡¡tres!! adolescentes… y acabo de descubrir este blog, al que me apunto desde ya… a ver si mis queridos hijos me dejan tiempo de leerlo de vez en cuando..Y así, podré compartir con vosotros mis «pesares», y escuchar estupendas soluciones que a mi no se me ocurran.Un saludo
07 diciembre 2007 | 21:12