José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

El género dentro por el calor

Gran día de fastos. Libros, he leído que había, hasta en los campos de fútbol. En la calle, en los parques, en los bares, el los pasillos políticos, en las esquinas, colgados de los árboles, en los cajeros de los aparcamientos. Día de fiesta para el libro.

Pero, como siempre, hay que escarbar con Jaime Gil de Biedma, y recordar con él que tal vez tengan razón los días laborables y que son los días de cada día los que dan la razón cercana de las cosas.

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Del viaje a Lisboa me traje una cita rescatada del escaparate de una librería:

Asistimos al terremoto y a la guerra civil; a nueve reyes, a un regicidio, a dieciséis presidente, a cuarenta y ocho primeros ministros, a tres repúblicas, a seis golpes de estado, a dos guerras mundiales, a la caída del muro de Berlín, a la ampliación de Europa, de euros, a la entrada del euro; y también tenemos libros sobre esos asuntos.

Bertrand, 1732

Eso es resistencia. Al menos, como la de sus clientes.

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Cada vez me gustan menos las librerías de novedades de almacen. Hay una extraña sensación de obligación, de examen, que termina por cortarme la respiración. No descubro más que lo que me colocan delante. Y no puedo dar abasto. Ya no entro ni para regalos de urgencia.

De las otras, de las de librero, hay dos o tres que me acogen y que me dan siempre lo que necesito. Pero cada vez me gustan más las librerías de segunda mano. Y ni siquiera las importantes; al contrario, hablo de las que aparecen por sorpresa en una espera, en medio de una calle, entre una tienda de muebles y una de electrodomésticos, por ejemplo. Un hombre fumando en el umbral que ni me mira cuando paso, un semáforo cerca que ralentiza el tráfico, que acolcha un poco el ruido.

Estanterías repletas, abandonadas a un desorden absurdo (como mis lecturas, me temo) que el hombre parece controlar. Ha dejado de fumar y con vistazos cortos a las portadas deposita los libros junto a otros que parece que ya les conocían.

Hay que invertir tiempo en cada capa, sin prisa, sin saber exactamente qué buscas hasta encontrar algo que resuene en la memoria, que me mira de frente, que me estaba esperando. Y en los libros además, entre las páginas, aparece un recorte, una nota urgente y perdida, un rastro de arena, alguna dedicatoria: Para A. por si nos reencontramos. Pues eso.

Tal vez hoy esas librerías no se pongan muy de fiesta, ni acojan nombres, firmas o apellidos, pero son perfectas para mis días laborables.





4 comentarios

  1. Dice ser irene

    no hay nada mejor que el aroma a libro viejo o a libro nuevo, es como el olor a primavera o a fallas, mi sentido mas desarrollado es el olfato, en plan canino, y mis recuerdos van asociados a aromas.ese primer dia de clase con los libros nuevos y el estuche apestando a goma de nata milan.y las librerias estan en declive, entre los que no leen y los que quieren cobrarnos por hacerlo por segunda vez vamos apañaos.ahora estoy leyendo Q de Luther Blissett…en dos palabras: im prezionantejejejsaludos

    23 abril 2007 | 10:58

  2. Dice ser MM

    También me gusta el olor del libro viejo, usado..antiguo. Como el olor concentrado a hojas de alguna biblioteca..Yo ahora, estoy perdida en la sabana africana, a punto de coger malaria…y morir a causa de una cobra egipcia. Ebano se llama.Saludos Jaes.

    23 abril 2007 | 17:26

  3. Dice ser irene

    ese libro me lo he leido MM, es precioso.si no te has leido Sinue el egipcio te lo recomiendo tambien, es mas antiguo jejeje, pero esta muy chuloo el viejo que leia novelas de amor…me vienen a la mente con Ebano…saludosyo ahora mismo ando de la mano de Lutero y del Magister con el libro de Qsaludos

    23 abril 2007 | 18:08

  4. Dice ser david calle

    Lo de los libros viejos, antiguos, me parece muy bien, pero tambien podiamos paranos a recoger autores algo lejanos y que actualmente los a recuperado con traducciones extraordinarias…os recomiendo «el quinto en discordia» y despues «Manticora» ambos del genial Robertson Davis antiguo autor con libro antiguo pero en una estupenda edicion de Asteroide, fantastica y nueva editorial

    23 abril 2007 | 20:24

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