De la cosificación del otro. De no tenerle en cuenta, de desvalorizarle y ningunearle, de disfrutar con su sufrimiento. De no empatizar, de dominar, de no escuchar, ni oír ni ver, de creernos por encima de la persona.
Si pensamos que estamos libres de recibir un maltrato por parte de nuestra pareja, porque eso solo les pasa a los confiados o a los que tienen una situación económica mala, estamos muy equivocados. Desgraciadamente, ocurre en todos los niveles sociales y económicos, en todos los países y culturas, y en todas las épocas.
Solo podremos combatirlo si somos conscientes de la incoherencia existente entre los discursos que oímos desde diversas instituciones, incluso desde ministerios creados ad hoc, y determinados comportamientos en la realidad social y cultural de nuestro país.
Por ejemplo, yo me pregunto la razón por la que hay medios que nos inundan de mensajes sobre la importancia de valorar a la mujer, a la vez que la mayoría de las presentadoras son perfectas; el porqué nos presentan en determinados realities a profesionales del sexo como prototipos de belleza, a pesar de no reconocerles ni su propia madre después de decenas de operaciones estéticas; el porqué de la proliferación de páginas absolutamente sexuales como only fans con acceso libre (como en general toda la pornografía en internet), donde los fans pagan por ver cuerpos de “pseudo famosos” en poses eróticas.
El porqué de las cada vez más abundantes aplicaciones de citas que se autoproclaman “serias”, en las que, en el primer chat, el caballero en cuestión te manda una foto de su miembro, o por qué en programas de citas, pensados supuestamente para encontrar el amor, a la primera de cambio personas que se acaban de conocer se están morreando como si no hubiera un mañana.
Si no actuamos frente a todo esto, si no nos rebelamos contra esta malentendida modernidad y optamos por limitarnos a hacer demagogia, seguiremos cosificando y maltratando a la mujer. La mejor forma de que nos respeten es respetándonos a nosotros mismos (hombres y mujeres).
Totalmente de acuerdo. En la época que nos ha tocado vivir, muchas mujeres quieren respeto y sin embargo se prestan a enseñarlo todo en internet. Creo que la mayoría de las mujeres no nos sentimos identificadas con las que salen en las redes sociales. Desde el gobierno mucho criticar a los hombres por echar un piropo a una mujer, ya que según ellos se la trata como un objeto, y ante este tipo de cosas se callan, cuando la forma en la que salen las mujeres en estas redes las denigra todavía más.
23 noviembre 2021 | 4:42 pm