Superada la tensión que había generado la lucha por el control de Endesa y la proliferación de inversiones de las grandes constructoras en el sector energético, en el mercado eléctrico español vuelven a saltar chispas, ahora a cuenta de Iberdrola. El detonante ha sido la compra de un 5% de las acciones de la segunda eléctrica española por parte de Albert Frére, vicepresidente y primer accionista del grupo franco-belga Suez.

Iberdrola ya había sido fuente de especulaciones cuando la constructora de Florentino Pérez, ACS, tomó una participación a pesar de que ya controlaba Unión Fenosa. Se llegó a plantear la posibilidad de una fusión entre ambas, pero el máximo responsable de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, emprendió un camino bastante diferente y decidió comprar la británica Scottish Power y buscar nuevos negocios fuera de España.

Ahora, la entrada en el capital de la compañía del multimillonario belga pagando 2.210 millones de euros plantea la posibilidad de nuevas operaciones corporativas en el sector. Una, la añorada fusión de Florentino, que controla el 40,5% de Fenosa y el 11,8% de Iberdrola. Otra, una jugada más amplia que implicaría la creación de un gran grupo energético español y que podría implicar a Gas Natural, donde Suez es socio de la Caixa con el 8,8% de las acciones, y Repsol YPF, también controlado por la primera caja española.

Y no olvidemos que, mientras, sigue en marcha la OPA de Acciona y Enel sobre Endesa, y que E.ON despechada tras tener que renunciar a la primera eléctrica española, tiene mucho dinero para salir de compras por Europa.