LOS APUNTES DE ECONOMÍA PRÁCTICA Y FAMILIAR de Joan F. Domene

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Ya hay chistes sobre el plan E

El Gobierno ha lanzado esta semana en Internet el aparentemente ambicioso «Plan Español para el Estimulo de la Economía y el Empleo» -bajo la marca comercial Plan E– quizá saliendo al paso de algunas críticas sobre su falta de habilidad para presentar con la debida coherencia la multitud de medidas que ha puesto en marcha para intentar luchar contra la crisis.

Dos días después de tan solemne lanzamiento, ya corren por ahí algunos chistes alusivos a la iniciativa que, con cierta dosis de humor, pretenden restarle la trascendencia que algunos le han querido dar:

¿Saben por qué sale ahora el Gobierno con el Plan E? Pues porque le han fallado el Plan A, el B, el C y el D…

No me negarán que tiene una cierta gracia.

Para los interesados, el Plan E según Zapatero en el siguiente video:

La verdad es que no se puede negar cierta habilidad a la hora de empaquetar y ponerle el lazo a esa retahíla de medidas económicas lanzadas por el Ejecutivo, aunque -y siento ser tan pesado- si la liquidez que el Gobierno inyecta a los bancos no llega a las pequeñas y medianas empresas en forma de créditos, será mucho más difícil superar la maldita crisis.


2009: Feliz crisis y próspera recesión

Si el 2008 que nos deja ha sido el año de la dichosa crisis, el 2009 que estrenamos será, sin duda, el de la recesión. Es la única cosa en que coinciden todos los expertos, organismos internacionales y servicios de estudios: este año tendremos un crecimiento negativo. ¿Hasta cuándo? ¡Quién sabe! Aunque prácticamente nadie comparte el optimismo utópico de Zapatero, que prevé la salida de la crisis a finales de 2009. ¡Ojalá!

Lo único cierto es que el panorama está tan negro como ha descrito con extraordinaria precisión el gobernador del Banco de España: «Los consumidores no consumen, los empresarios no contratan (y despiden, añado yo), los inversores no invierten y los bancos no prestan». Es decir, nadie está haciendo el papel que le toca en este montaje de la economía global que tantos dolores de cabeza nos está dando.

A pesar de todo, las fechas en que estamos invitan a agarrarse a cualquier indicio medianamente positivo como la bajada de los tipos de interés y el abaratamiento de las hipotecas, la caída del precio del petróleo y la moderación de los precios. Se trata de factores determinantes que pueden evitar que salgamos del fuego de la crisis para caer en las brasas de la recesión.

Eso sí, los que hayan hecho los deberes en 2008 (con reducciones de costes, mejoras en sus estructuras y maximización de la eficiencia) lo tendrán más fácil para aprobar la difícil asignatura de 2009.

Para reirse de la crisis

Las malas noticias económicas se acumulan día tras día mientras los líderes mundiales se reúnen para ver cómo nos sacan de la crisis.

Pero hoy, aplicando la máxima de «al mal tiempo, buena cara» he querido rescatar un video del programa de humor The Last Laugh, convertido ya en un clásico en Internet. John Fortune y John Bird, dos célebres cómicos británicos, dan la mejor explicación que he visto y oido sobre la crisis financiera que nos ha llevado a la recesión económica.

‘The Two Johns’, como se les conoce, escenifican una entrevista a un avispado inversor en un tono hilarante que crece a medida que avanza el video. Hacen referencia a algunos ejemplos concretos, todos ellos ciertos. Una buena manera de sobrellevar tan amargo panorama. Dura unos ocho minutos y, aunque es en inglés, tienen subtítulos en español. Vale la pena. ¡Que lo disfrutéis!


El G-20+2 tiene poco que rascar

No nos engañemos. No debemos albergar demasiadas esperanzas sobre el resultado de la reunión de jefes de estado del G20+2 (uno de los dos es Zapatero y el otro el primer ministro holandés, ambos invitados gracias a la mediación de Sarkozy) que este viernes arranca en Washington con una suculenta cena.

La cumbre mundial que se convocó en su día con la rimbombante intención de «refundar el capitalismo» se podrá considerar un éxito si deja de un lado baldíos debates ideológicos y acuerda pongamos que tres medidas concretas (las que sean) para salir del lío en el que estamos metidos.

El perfil del encuentro no invita al optimismo. Ni la complicada situación económica: la recesión ya está aquí y España no escapa a ella. Ni la diversidad de los invitados: potencias económicas en declive junto a países emergentes y a otros simplemente pobres. Ni la falta de un liderazgo económico mundial claro: EEUU, que asumía esa función, está en horas bajísimas.

Las cinco horas de reunión previstas para el sábado tampoco parecen plazo suficiente como para enmendar el tremendo desaguisado en qué se han convertido las finanzas mundiales en general y las de algunos países y determinados bancos en particular. Sólo con que cada uno de los mandatarios dé un discurso de 10 minutos nos comemos casi dos horas. Habrá que ver lo que dan de si las tres restantes.

De lo poco que sabemos hasta ahora, parece claro que lo mas productivo sería que centraran el tiro en los problemas económicos acuciantes a que se enfrentan las empresas y las familias de todo el mundo, en lugar de dedicar la mayor parte de la sesión a hablar de sus planes para rescatar bancos en peligro.

Si ya tienen claro que van a dedicar 4 billones (con b) de dólares a tan magna causa, para qué perder el tiempo discutiendo sobre ello o intentando crear una coartada institucional a lo que ya está más que decidido.

Un experto muy autorizado cuenta, con poca confianza en los resultados, que ya sería mucho si hubiera acuerdo en cambiar la regulación de:

a) los instrumentos financieros internacionales, para evitar el contagio internacional de comportamientos irregulares como los de la hipotecas basura en EEUU

b) las normas contables, para evitar sobrevaloraciones de activos que distorsionan el mercado

c) los movimientos de capitales, para que haya un cierto orden y concierto en un mundo totalmente globalizado

La mayoría de los analistas esperan que se decidan crear comisiones específicas para resolver temas concretos. Pero tal y como está el panorama, no parece que el tiempo que llevaría ponerlas en marcha, reunirlas, debatir y llegar a conclusiones sea la mejor cura para superar esta profunda crisis lo antes posible.

De hecho, estamos hablando de políticos, y saben perfectamente que la mejor manera de retrasar cualquier decisión es crear una comisión.

Obama le irá mejor a las Bolsas

Las Bolsas están de enhorabuena. La clara victoria de Barack Obama era la mejor noticia que podían esperar de estas trascendentales elecciones en Estados Unidos. Y no sólo porque esperan que el presidente electo apruebe un plan de estímulo económico que saque a la economía norteamericana de la crisis que ha arrastrado al resto del mundo, sino porque históricamente a los mercados bursátiles siempre les ha ido mejor con los demócratas en la Casa Blanca.

Un concienzudo estudio publicado en 2004 por la Universidad de California-Los Angeles (UCLA) demostraba rotundamente que las victorias republicanas se le atragantan a las Bolsas, a la americana en especial y, por contagio, a las del resto del mundo en general.

Entre 1927 y 1999, el periodo analizado, el beneficio medio de una inversión en letras del Tesoro era cinco veces superior cuando mandaban los demócratas (11%) que cuando lo hacían los republicanos (2%). Algo parecido pasaba con las carteras bursátiles: con aumentos superiores de entre el 9% y el 16% cuando los antecesores de Obama ocupaban el despacho oval.

Por último, el estudio también concluyó que la presidencia demócrata también ha sido la mejor cura contra esa volatilidad que ha llevado los mercados bursátiles a mínimos históricos en las últimas semanas.

Y eso a pesar de que el partido del derrotado John McCain tiene mucha mejor prensa en Wall Street que el del flamante presidente. Allí muchos ven aún a Obama como un ‘socialista’ peligroso y consideran al Partido Demócrata una amenaza intervencionista.

También es verdad que en estos días el intervencionismo y los planes de rescate están más de moda que nunca, y ya puestos, si eso es lo que hace falta para evitar la catástrofe financiera, mejor que se encargue de ello alguien que sabe de qué va la cosa. ¿No?

Sr. Zapatero, se dice crisis: cri-sis

No entiendo el empecinamiento del presidente del Gobierno, el Sr. Zapatero, en no reconocer que estamos simple y llanamente en una crisis económica. Una crisis como tantas de las que ha habido en el pasado y como las que habrá (sí, lo siento) en el futuro. Ni más ni menos.

Me parece lamentable que nuestro máximo dirigente político se esfuerce en buscar mil y una expresiones más «políticamente correctas» -aunque económicamente incorrectas- para describir la situación actual.

Especialmente porque no le considero tan limitado como para no darse cuenta de las dificultades que estamos atravesando. Además, los datos económicos (inflación, paro, tipos de interés, hipotecas, ahorro, confianza de las familias,…) se encargan de recordárselo día tras día.

O sea, estamos ante una cuestión puramente semántica. Pero es que ni por esas. Si nos atenemos a una de las definiciones que nos ofrece la RAE de la palabra «crisis», la explicación no puede ser más adecuada al momento presente: «Situación dificultosa o complicada».

Señor Zapatero, sinceramente, ¿diría usted que estamos en una «situación dificultosa o complicada»? Sólo hay que leer los periódicos y ver y oír las noticias. Hoy, por ejemplo, en la prensa:

. La banca echa mano de las provisiones especiales por el parón

. El frenazo recorta 200.000 cotizantes de la Seguridad Social en un solo mes

. El paro sube en junio por primera vez desde 1993

. El petróleo alcanza un nuevo máximo en 144 dólares

. La banca refuerza sus equipos de riesgo con expertos en morosidad

¿Hay alguien que crea realmente que no estamos en una crisis? Sí, sí, cri-sis. Y lo peor de todo es que la negación de la realidad puede ser un freno para superar esta «situación dificultosa y complicada».

O sea, que la crisis nos viene bien

Pocas novedades en el paquete económico que ha expuesto en su discurso de investidura el aspirante a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y un mensaje de fondo que no deja de ser cuanto menos chocante: gracias a la crisis vamos a hacer los deberes que la economía española no ha sido capaz de acometer en épocas de bonanza.

Había que cambiar de un modelo basado en el ladrillazo y el consumo disparado (con inflación elevada y un déficit exterior creciente) a otro más virtuoso donde la clave fuera la competitividad de nuestras empresas. Y no lo hemos hecho. Ahora, dice el candidato a la reelección, ya no es «necesario», sino «más acuciante».

Pues mira qué bien. ¿Para que preocuparse de la alarmante falta de productividad de las empresas cuando todo va viento en popa a toda vela? Mejor esperamos a verle las orejas al lobo (o incluso la dentadura) para ponernos manos a la obra y arreglar el estropicio. O sea, como los buenos aristotélicos, convirtiendo la necesidad en virtud.

Zapatero ha anunciado que va a tirar de superávit para llevar a cabo su plan anticrisis, rozando la cuadratura del círculo cuando ha anunciado un aumento del gasto social no sólo sin aumento de impuestos, sino con un ligero recorte de los mismos.

Ha añadido que el primer consejo de ministros dará luz verde a:

. la deducción de 400 euros en el IRPF para pensionistas, asalariados y autónomos

. adelanto de la devolución del IVA a las empresas

. medidas para compensar la desaceleración de la construcción: impulso a la VPO, fomento del alquiler y reducción de la carga fiscal de la rehabilitación

. plan especial para recolocar los parados de la construcción y proteger a los desempleados en situación de mayor riesgo

. medidas para aumentar el plazo de la hipoteca sin coste para aquellas familias que estén más necesitadas

Además, ha planteado otras medidas -unas generales, otras más concretas- que se desarrollarán durante la legislatura:

. más inversión en I+D para la mejora de la productividad

. desarrollo del plan de infraestructuras

. fomentar la competencia en los servicios con más flexibilidad en campos como el transporte y las telecomunicaciones para reducir la inflación

. reducir un 30% las cargas administrativas sobre las empresas

. supresión del Impuesto de Patrimonio y actualización del de Sucesiones y Donaciones

. y un gran acuerdo económico y social (al estilo del AES de 1984) entre sindicatos y empresarios

. aumento del salario mínimo de 600 a 800 euros

. mejora de pensiones mínimas con cónyuges a cargo y de las de viudedad para mayores de 65 años

Y todo eso, ha comentado, pensando en que las dificultades económicas van a ser pasajeras. Ya veremos si la realidad no desmiente sus más que optimistas previsiones y si esas medidas tienen la eficacia que se pretende.

Diez retos económicos que son veinte

El nuevo Gobierno que volverá a presidir Zapatero tras los resultados electorales de este domingo tendrá la difícil papeleta de lidiar con la desaceleración que poco a poco se deja notar en nuestra economía. Pero ese será sólo uno de los muchos retos del equipo económico del líder socialista que hoy ha recogido el diario económico Cinco días con el título 10 retos económicos del nuevo Gobierno, aunque una lectura detallada de los mismos permite concluir que, de hecho, son bastantes más… al menos veinte. Ahí va la lista:

• 1. Un plan de choque para atajar la desaceleración tirando del superávit, que da margen de maniobra . para reducir desequilibrios.

• 2. Una política fiscal que espolee la actividad económica. Con una reforma tributaria que no perjudique a la recaudación.

• 3. Desarrollo de la Ley de Igualdad.

• 4. Desarrollo de la Ley de Dependencia.

• 5. Reforma de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo

• 6. Más suelo para viviendas protegidas. Con una nueva ley estatal y la reforma del plan cuatrienal.

• 7. Mejorar el empleo recortando la temporalidad.

• 8. Impulsar los salarios y aumentar el salario mínimo.

• 9. Incrementar la productividad.

• 10. Nueva hoja de ruta para el diálogo social.

• 11. Regular la inmigración y solventar el problema de la nueva bolsa de inmigrantes sin regularizar (entre 400.000 y un millón)

• 12. Reducir la gran dependencia del petróleo.

• 13. Cumplir los compromisos de Kioto.

• 14. Aumentar la fiscalidad medioambiental.

• 15. Plan de infraestructuras para compensar la caída de la construcción y mejorar la vertebración territorial.

• 16. Hacia un gasto del 2% del PIB en I+D.

• 17. Más participación privada en la financiación de los planes de innovación.

• 18. Mejorar los índices de educación que tan malos resultados dan en los informes internacionales como el célebre PISA.

• 19. Nueva reforma del modelo de financiación autonómica.

• 20. Internacionalización de nuestras empresas, con la vista puesta en dos mercados muy potentes que hasta ahora se resisten: China y Estados Unidos.

Y podemos seguir, pero no se trata de abrumar a los que a partir de ahora han de guiar nuestro destino económico. Eso sí, ya fuera de la campaña electoral, cabe esperar mayores dosis de realismo gubernamental, menos actitudes triunfalistas, y una voluntad firme y clara de afrontar los problemas de cara y de una forma decidida. Como mínimo. Zapatero ha advertido hoy mismo que la economía será una de sus prioridades. Veremos.

No hay euros a 90 céntimos

No hay euros a 90 céntimos. Ni duros a cuatro pesetas, como se decía antes. La verdad es que no deja de ser sorprendente que aún haya incautos que caigan en la trampa que desde organizaciones delictivas de todo tipo les tienden a través de internet o del correo electrónico.

España tiene el dudoso honor de ostentar la medalla de bronce en phising, que no es ningún deporte olímpico, sino un fraude que se consiste en el robo de datos bancarios por la Red, con el 7% de los ataques que se cometieron en 2007 en todo el mundo. Estados Unidos ocupa la posición más alta del podio por méritos propios, con el 62% del total, y el Reino Unido luce la plata con el 11%.

Hace unos días fueron detenidas 76 personas acusadas de este tipo de prácticas fraudulentas, entre otras, utilizando como medio internet. Lo que parece increible a estas alturas es que alguien pueda caer en la trampa cuando en la mayoría de ocasiones el engaño es más que evidente.

Si esto ya resulta muy sorprendente, no me puedo imaginar cómo alguien puede caer en otro tipo de timos cuyo objetivo también es recoger datos bancarios, pero de una forma mucho más imaginativa. Hay multitud de ejemplos y se basan normalmente en la necesidad de alguien de rescatar su fortuna de un país africano normalmente en guerra. Tal que así:

HAGAS UNA INVERSION CON MI

Buenos dias y disculpame por mi correo que vas a leer ,pero es porque la situacion ahora es peor por mi.Me presento primero a usted,estoy Sra DOMINICA FALCON

Esto es mi placer de ponerse en contacto con usted para una empresa de negocio , que tengo la intención de establecer en su país. Aunque yo no le haya encontrado antes pero creo, uno tiene que arriesgar de confiar tienen éxito a veces en la vida.

Hay una enorme cantidad de millónes de dólares americanos ( $ 3.500.000 dólares ) que mi tardío padre guardó para mi con una una compañía financiera en Abidjan antes de que él fuera muerte .

Ahora yo quiero invertir este dinero en su país o en todas partes la bastante caja fuerte fuera de África para la seguridad y motivos políticos.

quiero que usted me ayudas a reclamar este dinero y a tranferirle en vuestra cuenta en vuestro país por la inversión intenta sobre estas áreas:

1). Telecomunicación

2). la industria de transporte

3). Cinco hotel de estrella

Si podeis ayudarme estare contento de ofrecerle el 10 % del fondo total

Espero su respuesta lo más pronto posible.

Atentos saludos,

Sra DOMINICA FALCON

Es una práctica tan habitual que hasta tiene una denominación propia: la estafa nigeriana. Pero si después de leer ésto alguien decide enviar sus datos, casi diría que se merece que lo timen. Porque el engaño no puede ser más evidente.

Frenazo a la vista

Que vamos a un frenazo económico está, a estas alturas, casi fuera de toda discusión por mucho que algunos de nuestros gobernantes confundan sus deseos con la realidad y no dejen de repetir que aquí no hay ni habrá crisis.

El único debate entre los expertos es cómo de profunda será esa desaceleración en la que de hecho estamos inmersos desde el último trimestre de 2007. Además, prácticamente ninguno comparte ya el optimismo gubernamental que situaba nuestro crecimiento económico para 2008 alrededor del 3 %.

De hecho, hasta el propio vicepresidente económico Pedro Solbes, en una entrevista reciente, dejaba abierta la puerta a que su predicción quizá debería ser revisada a la baja.

«Tomamos en consideración lo que sucede en los mercados y en Estados Unidos y rebajamos la cifra de crecimiento al 3,1%. Y esa es la referencia sobre la que estamos trabajando. Eso no quiere decir que ese 3,1% sea inamovible porque hay algunos riesgos en el contexto internacional». (El Mundo, 3/2/2008).

Y hoy mismo ya dice, en una entrevista en el diario económico francés La Tribune, que nuestra economía puede crecer por debajo del 3% este año.

¿Por qué es importante crecer al 3%? Pues básicamente porque es el umbral en el que la economía española ha funcionado adecuadamente a lo largo de su historia. Creando un volumen importante de empleo, con unos niveles aceptables de consumo e inversión, sin generar demasiadas tensiones inflacionistas ni agravar la ya maltrecha situación de nuestro sector exterior. Crecer por debajo de esa cifra significaría empezar a tener problemas con éstas y otras variables económicas.

¿Por qué hay quién da más credibilidad a unas previsiones que a otras? Pues a un mes de las elecciones generales, y con la economía como uno de los temas estrellas de campaña, cada uno intenta arrimar el ascua a su sardina. Los próximos al PSOE y al Gobierno darán poca credibilidad a los pronósticos menos catastrofistas, los cuáles, sin duda, harán las delicias de los partidarios del PP.

Para los unos, pero especialmente para los otros, he aquí un resumen que este domingo publicaba el suplemento económico de El Mundo.

La verdad es que no resulta nada sorprendente el pesimismo evidente que destilan tanto el gráfico como la información que lo acompaña, si tenemos en cuenta el alineamiento ideológico del medio que lo publica. Aunque lo cierto es que organismos internacionales como la OCDE o el FMI avalan en cierta forma algunos de esos pronósticos.

En cualquier caso, sólo el tiempo nos permitirá certificar la magnitud del frenazo y si el pesimismo extremo de algunos estaba o no justificado. Y esperemos que Solbes no considere este modesto comentario una de las tonterías que se dicen últimamente en el mundo económico. Lo puedes oír si pinchas aquí: