LOS APUNTES DE ECONOMÍA PRÁCTICA Y FAMILIAR de Joan F. Domene

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La crisis va por barrios

Los datos económicos negativos se acumulan mientras los sectores más críticos exigen al Gobierno que acepte ya de una vez que estamos en crisis, que se deje de expresiones eufemísticas («desaceleración transitoria») y coja el toro por los cuernos y adopte las medidas que reclama una situación de este calibre.

El crecimiento económico ha sido el último de los indicadores en encender una nueva luz de alarma: el PIB aumentó un mínimo 0,3% en el primer trimestre del año y ha llevado la tasa interanual del 3,5% del último trimestre de 2007 hasta el 2,7%. Un severo batacazo, vaya.

Antes de conocer este dato, supimos que el paro está en niveles históricos, que la construcción sigue en caída libre, que cada día se hacen menos hipotecas, que ha caído la confianza de los consumidores y que además el IPC se ha frenado más por el bajón del consumo que por cualquier otra circunstancia.

Fuente: Expansión, 15-05-08

Pero, con la que está cayendo, nos llegan noticias como que las principales empresas cotizadas en la bolsa española, las que integran el Ibex-35, han ganado 14.214 millones de euros en los tres primeros meses de 2008. O sea, en el mismo periodo en que la economía ha reducido su crecimiento en un 0,8% (del 3,5% al 2,7%), las grandes compañías españolas han incrementado sus beneficios un 17,4%.

Y ese es el crecimiento medio de las 35. Porque analizadas una por una tenemos a Telefónica, Repsol, el Santander, Iberdrola y otras con incrementos de beneficios muy superiores a esa media del 17,4%. Por lo tanto, parece claro que por mucha crisis que haya no ha acabado de afectar a algunos peces gordos.

La economía crecerá un 2,4… o menos

El Gobierno rebajará hoy sus previsiones de crecimiento económico para 2008 y 2009. Solbes ha admitido finalmente en voz baja lo que hace meses le decían a gritos desde todos los rincones del espectro económico: sus pronósticos de un aumento del PIB del 3,1% para este año y del 3% para 2009 eran demasiado pesimistas con la que estaba cayendo.

Parece que el superministro económico de Zapatero no consideró oportuno utilizar las mismas dosis de realismo que aplica ahora durante la campaña electoral y su debate con Pizarro (por cierto, ¿dónde se ha metido el antiSolbes del PP?). Eso sí, una vez ganadas las elecciones y constituido el Ejecutivo, ya podemos ponernos serios, admitir lo obvio y empezar a trabajar.

El Banco de España, nada sospechoso de ser antigubernamental, ya ha dicho que creceremos un 2,4% en 2008 y un 2,1% en 2009. Lo mismo que apuntaron el Santander y la agencia de inversiones Intermoney. A Solbes le ha parecido una cifra razonable. Veremos cuánto se acercan los expertos de su ministerio tras esos complejos cálculos que han estado haciendo estos días. O si, por el contrario, rebajan aún más la expectativas para acercarse a los pronósticos pesimistas para 2008 del FMI (1,8%), BBVA (1,9%) o la fundación de las cajas de ahorro (2,0%).

Alguien se puede preguntar que a qué viene tanto interés por estos datos. En el plano «científico», un crecimiento de la economía española por debajo del 3% ha supuesto históricamente un aumento del paro y de los desequilibrios económicos. En el político, es un arma arrojadiza que a buen seguro la oposición utilizará contra el Gobierno recordando aquello de «ya lo decíamos nosotros».

La solución, hacia las 13.30. Permanezcan atentos a sus pantallas.

O sea, que la crisis nos viene bien

Pocas novedades en el paquete económico que ha expuesto en su discurso de investidura el aspirante a la presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y un mensaje de fondo que no deja de ser cuanto menos chocante: gracias a la crisis vamos a hacer los deberes que la economía española no ha sido capaz de acometer en épocas de bonanza.

Había que cambiar de un modelo basado en el ladrillazo y el consumo disparado (con inflación elevada y un déficit exterior creciente) a otro más virtuoso donde la clave fuera la competitividad de nuestras empresas. Y no lo hemos hecho. Ahora, dice el candidato a la reelección, ya no es «necesario», sino «más acuciante».

Pues mira qué bien. ¿Para que preocuparse de la alarmante falta de productividad de las empresas cuando todo va viento en popa a toda vela? Mejor esperamos a verle las orejas al lobo (o incluso la dentadura) para ponernos manos a la obra y arreglar el estropicio. O sea, como los buenos aristotélicos, convirtiendo la necesidad en virtud.

Zapatero ha anunciado que va a tirar de superávit para llevar a cabo su plan anticrisis, rozando la cuadratura del círculo cuando ha anunciado un aumento del gasto social no sólo sin aumento de impuestos, sino con un ligero recorte de los mismos.

Ha añadido que el primer consejo de ministros dará luz verde a:

. la deducción de 400 euros en el IRPF para pensionistas, asalariados y autónomos

. adelanto de la devolución del IVA a las empresas

. medidas para compensar la desaceleración de la construcción: impulso a la VPO, fomento del alquiler y reducción de la carga fiscal de la rehabilitación

. plan especial para recolocar los parados de la construcción y proteger a los desempleados en situación de mayor riesgo

. medidas para aumentar el plazo de la hipoteca sin coste para aquellas familias que estén más necesitadas

Además, ha planteado otras medidas -unas generales, otras más concretas- que se desarrollarán durante la legislatura:

. más inversión en I+D para la mejora de la productividad

. desarrollo del plan de infraestructuras

. fomentar la competencia en los servicios con más flexibilidad en campos como el transporte y las telecomunicaciones para reducir la inflación

. reducir un 30% las cargas administrativas sobre las empresas

. supresión del Impuesto de Patrimonio y actualización del de Sucesiones y Donaciones

. y un gran acuerdo económico y social (al estilo del AES de 1984) entre sindicatos y empresarios

. aumento del salario mínimo de 600 a 800 euros

. mejora de pensiones mínimas con cónyuges a cargo y de las de viudedad para mayores de 65 años

Y todo eso, ha comentado, pensando en que las dificultades económicas van a ser pasajeras. Ya veremos si la realidad no desmiente sus más que optimistas previsiones y si esas medidas tienen la eficacia que se pretende.

Hay ganas de recesión… en EE UU

Cada vez está más claro que entre los medios de comunicación hay unas ganas brutales de poder decir que Estados Unidos está a las puertas de una recesión económica. Lo hemos visto hoy con la intervención del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, ante el comité económico del Congreso.

Bernanke ha liquidado en tres líneas (de un amplio y detallado discurso de cuatro folios) las perspectivas de la economía de EE UU para la primera mitad de 2008: el PIB no crecerá mucho y, ha añadido, «incluso puede contraerse levemente«.

Deducir de esta frase entrecomillada que el guardián de la banca estadounidense anuncia una recesión -como he escuchado en algunos boletines de radio o he leído en algunas webs- me parece una exageración fuera de todo lugar que demuestra claramente esas ganas de hablar de recesión en aquel país.

Y se aprovecha todo: las intervenciones mesuradas de Bernanke o las más apocalípticas de su antecesor en el cargo, el venerable Alan Greenpsan. La cuestión es colocar los términos «recesión» y «Estados Unidos» en el mismo titular.

Ciertamente, la economía norteamericana está muy tocada, pero se necesitan dos trimestres de crecimiento negativo para poder hablar técnicamente de «recesión». Y eso puede pasar, como reconoció ayer mismo Bernanke a preguntas de un congresista, antes de puntualizar que no tiene ninguna certeza de que realmente vaya a suceder.

Pero por si alguien tiene alguna duda, una recesión en Estados Unidos no sería nada buena para nuestra economía, ya bastante maltrecha por la crisis del ladrillo y con precios disparados, el paro subiendo (pese al respiro de hoy) y el consumo estancándose.

La realidad es que el presidente de la Fed anunció en ese mismo discurso -y en la frase siguiente a la célebre frase entrecomillada (ver cursiva en la cita en inglés)- una mejora de la actividad económica para la segunda mitad del año que se mantendría a lo largo de 2009. Eso sí, reconociendo los riesgos que aún existen en el horizonte.

It now appears likely that real gross domestic product (GDP) will not grow much, if at all, over the first half of 2008 and could even contract slightly. We expect economic activity to strengthen in the second half of the year, in part as the result of stimulative monetary and fiscal policies; and growth is expected to proceed at or a little above its sustainable pace in 2009, bolstered by a stabilization of housing activity, albeit at low levels, and gradually improving financial conditions.

Además, ha hablado de que la inflación se moderará en los próximos meses y que los mercados financieros empiezan a mostrar algunas señales de la eficacia de las medidas extraordinarias que se han adoptado en las últimas semanas. Pero claro, todo esto ya no nos cuadra con el titular que estábamos buscando, ¿no?

Diez retos económicos que son veinte

El nuevo Gobierno que volverá a presidir Zapatero tras los resultados electorales de este domingo tendrá la difícil papeleta de lidiar con la desaceleración que poco a poco se deja notar en nuestra economía. Pero ese será sólo uno de los muchos retos del equipo económico del líder socialista que hoy ha recogido el diario económico Cinco días con el título 10 retos económicos del nuevo Gobierno, aunque una lectura detallada de los mismos permite concluir que, de hecho, son bastantes más… al menos veinte. Ahí va la lista:

• 1. Un plan de choque para atajar la desaceleración tirando del superávit, que da margen de maniobra . para reducir desequilibrios.

• 2. Una política fiscal que espolee la actividad económica. Con una reforma tributaria que no perjudique a la recaudación.

• 3. Desarrollo de la Ley de Igualdad.

• 4. Desarrollo de la Ley de Dependencia.

• 5. Reforma de las pensiones en el marco del Pacto de Toledo

• 6. Más suelo para viviendas protegidas. Con una nueva ley estatal y la reforma del plan cuatrienal.

• 7. Mejorar el empleo recortando la temporalidad.

• 8. Impulsar los salarios y aumentar el salario mínimo.

• 9. Incrementar la productividad.

• 10. Nueva hoja de ruta para el diálogo social.

• 11. Regular la inmigración y solventar el problema de la nueva bolsa de inmigrantes sin regularizar (entre 400.000 y un millón)

• 12. Reducir la gran dependencia del petróleo.

• 13. Cumplir los compromisos de Kioto.

• 14. Aumentar la fiscalidad medioambiental.

• 15. Plan de infraestructuras para compensar la caída de la construcción y mejorar la vertebración territorial.

• 16. Hacia un gasto del 2% del PIB en I+D.

• 17. Más participación privada en la financiación de los planes de innovación.

• 18. Mejorar los índices de educación que tan malos resultados dan en los informes internacionales como el célebre PISA.

• 19. Nueva reforma del modelo de financiación autonómica.

• 20. Internacionalización de nuestras empresas, con la vista puesta en dos mercados muy potentes que hasta ahora se resisten: China y Estados Unidos.

Y podemos seguir, pero no se trata de abrumar a los que a partir de ahora han de guiar nuestro destino económico. Eso sí, ya fuera de la campaña electoral, cabe esperar mayores dosis de realismo gubernamental, menos actitudes triunfalistas, y una voluntad firme y clara de afrontar los problemas de cara y de una forma decidida. Como mínimo. Zapatero ha advertido hoy mismo que la economía será una de sus prioridades. Veremos.

ZP bate a Rajoy en economía

Zapatero ha dejado a Rajoy en fuera de juego en la primera parte del debate, dedicada a la economía. El aspirante a la reelección le ha echado en cara que, contrariamente a lo que viene diciendo insistentemente el candidato del PP durante la campaña electoral, no le han interesado las dificultades económicas de los ciudadanos hasta hace unas semanas.

El líder del PSOE se ha presentado a esta segunda cita con la lección aprendida en el anterior cara a cara y con la firme voluntad de hablar del futuro, mientras su oponente seguía echándole en cara lo mal que lo había hecho el Gobierno en el terreno económico.

Tras el golpe de efecto del Libro Blanco, con sus compromisos electorales, ha lanzado la propuesta de alcanzar un gran pacto con sindicatos y empresarios para luchar contra «la desaceleración» (creo que es la primera vez que le oigo pronunciar esa palabreja). ¿Con qué medidas? Estas son:

. Adelanto del plan de infraestructuras

. Construcción de 150.000 viviendas de protección oficial (VPO) este año

. Planes de reciclaje para la recolocación de los parados de la construcción

. Devolución de 400 euros en el IRPF

. Extensión gratuita de los plazos para el pago de las hipotecas

. Acuerdo con las empresas de distribución para controlar el margen de beneficio en el precio de los alimentos

Además, ha planteado la creación de un observatorio dedicado a la comparativa de los precios para estimular la competencia, siguiendo el ejemplo francés. Aunque Rajoy, que ha vuelto a la carga con las subidas de precios, de la inflación, de las hipotecas y del paro, le ha recordado que ya existe uno en el ministerio de Industria (y tiene razón).

El líder del PP ha insistido en acusar a Zapatero y a su Gobierno de malgastar la herencia económica recibida del PP y sólo al final parece haber caído en la cuenta de que debía plantear algunas propuestas de futuro:

. Reducir el gasto público

. Introducir más competencia en los mercados (telecomunicaciones, transporte aéreo,…)

. Reformas económicas

. Control de los precios regulados (luz, gas,…)

Ahí, el dirigente socialista ha respondido con otra batería de promesas: dos millones de empleos (1,2 millones para mujeres) y subidas de pensiones de jubilación y de viudedad y del salario mínimo. «Creo en la creación de la riqueza y en la distribución de la riqueza. Y ustedes no» le ha espetado Zapatero a Rajoy, que ha intentado reforzar sus críticas -sin demasiado éxito, todo sea dicho- con unos espléndidos gráficos.

Las dificultades económicas eran un terreno propicio para el lucimiento de Rajoy, pero Zapatero se le ha escapado vivo.

¿Tienes claro quién fue el ganador? Vota aquí.

Solbes se impone a golpe de gráfico

La prueba más evidente de que la economía es uno de los temas estrellas de esta campaña electoral es que Pedro Solbes y Manuel Pizarro, los hombres fuertes del PSOE y el PP en esa área, se han convertido en teloneros de los debates entre sus jefes respectivos.

Este jueves se han visto las caras en Antena 3, antes de que lo hagan Zapatero y Rajoy con una desaceleración -que no recesión (por ahora)- echándonos el aliento en el cogote. Era el momento de comprobar si la experiencia reposada de Solbes podía superar el fulgurante magnetismo que muchos atribuyen a Pizarro.

El resultado ha sido que en el toma y daca de datos, gráficos y estadísticas, el vicepresidente económico ha estado más convincente que su oponente, que ha llegado a recurrir a la ilegalilzación de ANV al ser interrogado por Solbes sobre cómo pensaba pagar los 30.000 millones que puede costar la reforma fiscal del PP.

Además ha puesto en un aprieto al ex presidente de Endesa al recordarle los ataques de sus compañeros de partido a la solvencia de la banca española o cuando le ha recordado que cierto día defendió algo parecido a la privatización de las pensiones.

Solbes ha tenido que hacer frente a una retaila de reproches por la sucesión de malos datos económicos que se ha encontrado sobre la mesa el Gobierno (paro, inflación, afiliación a la seguridad social, confianza de los consumidores, endeudamiento familiar…). Pero ha apabullado a Pizarro, más nervioso que su contrincante, con datos que demuestran que nuestra economía está mejor ahora que cuando los populares dejaron el Gobierno.

Aunque el dato del crecimiento del PIB en 2007 conocido este miércoles podía haber sido un alivio, la revisión a la baja de la previsión para 2008 que hoy ha anunciado la Comisión Europea no le ha hecho ningún favor. Lo cierto es que ese 2,7% está en la línea de otros pronósticos más realistas que los del siempre optimista Solbes y Pizarro ha tirado de hemeroteca para recordarle otras predicciones parecidas.

Datos en campaña

Para compensar, horas antes del debate, se había dado el gusto de presentar su tercer superávit consecutivo en las cuentas públicas, que fue de 23.368 millones de euros (2,23% del PIB). No era un dato nuevo, puesto que ya lo anunció la vicepresidenta del Gobierno hace unas semanas, pero sin duda convenia recordarlo antes de enfrentarse a Pizarro.

Pero otros datos irán apareciendo a lo largo de la campaña electoral, que acabamos de estrenar. Sin ir más lejos, el próximo viernes, dia 29, el IPC adelantado de febrero. Y el 4 de marzo, al día siguiente del segundo debate ZP-Rajoy, la cifra de afiliados a la Seguridad Social de febrero.

Habrá que ver durante esta campaña electoral cuáles son esos resultados y qué habilidad tienen Pizarro y Solbes para convencer al electorado de que pueden gestionar la actual marejadilla económica mejor que su oponente. O que incluso están preparados para hacer frente a un temporal como el que algunos agoreros se empeñan en anunciarnos.

La crisis afecta más a los votantes del PP

Lo que decíamos para las perspectivas del crecimiento económico es perfectamente aplicable para la percepción de la situación de la economía. Lo demuestra una encuesta publicada hoy en Expansión que certifica que el 58% de los españoles sufre en su bolsillo la desaceleración económica.

No parece una cifra desproporcionada, dados los últimos datos que venimos conociendo sobre la economía española. Donde la encuesta patina claramente bajo mi punto de vista es cuando cruza la pregunta «¿En qué medida perjudica a su economía familiar la situación económica general que estamos viviendo?» con el partido al que vota el encuestado.

El resultado es que siete de cada diez votantes del PP notan «mucho» o «bastante» la crisis, mientras que la cifra no pasa del 50% en el caso de los electores socialistas. Es más, los que aseguran sufrir «mucho» las consecuencias de la desaceleración económica entre las filas populares (29%) son casi el doble que entre los partidarios del PSOE (16%).

Por contra, y como consecuencia lógica, los que notan «poco» o «nada» la crisis son el doble entre los seguidores de Rodríguez Zapatero (50%) que entre los de Mariano Rajoy (25%).

Al parecer, la encuesta se hizo entre los días 8 y 10 de febrero, tras un alud de indicadores económicos negativos, por vía telefónica a una muestra de 1.000 individuos. Vistos los resultados, podemos concluir un par de cosas: o bien la mayoría de los votantes del PP están al borde de la suspensión de pagos, o se informan de la actualidad económica por unos medios de comunicación muy diferentes a los que usan los del PSOE.

Frenazo a la vista

Que vamos a un frenazo económico está, a estas alturas, casi fuera de toda discusión por mucho que algunos de nuestros gobernantes confundan sus deseos con la realidad y no dejen de repetir que aquí no hay ni habrá crisis.

El único debate entre los expertos es cómo de profunda será esa desaceleración en la que de hecho estamos inmersos desde el último trimestre de 2007. Además, prácticamente ninguno comparte ya el optimismo gubernamental que situaba nuestro crecimiento económico para 2008 alrededor del 3 %.

De hecho, hasta el propio vicepresidente económico Pedro Solbes, en una entrevista reciente, dejaba abierta la puerta a que su predicción quizá debería ser revisada a la baja.

«Tomamos en consideración lo que sucede en los mercados y en Estados Unidos y rebajamos la cifra de crecimiento al 3,1%. Y esa es la referencia sobre la que estamos trabajando. Eso no quiere decir que ese 3,1% sea inamovible porque hay algunos riesgos en el contexto internacional». (El Mundo, 3/2/2008).

Y hoy mismo ya dice, en una entrevista en el diario económico francés La Tribune, que nuestra economía puede crecer por debajo del 3% este año.

¿Por qué es importante crecer al 3%? Pues básicamente porque es el umbral en el que la economía española ha funcionado adecuadamente a lo largo de su historia. Creando un volumen importante de empleo, con unos niveles aceptables de consumo e inversión, sin generar demasiadas tensiones inflacionistas ni agravar la ya maltrecha situación de nuestro sector exterior. Crecer por debajo de esa cifra significaría empezar a tener problemas con éstas y otras variables económicas.

¿Por qué hay quién da más credibilidad a unas previsiones que a otras? Pues a un mes de las elecciones generales, y con la economía como uno de los temas estrellas de campaña, cada uno intenta arrimar el ascua a su sardina. Los próximos al PSOE y al Gobierno darán poca credibilidad a los pronósticos menos catastrofistas, los cuáles, sin duda, harán las delicias de los partidarios del PP.

Para los unos, pero especialmente para los otros, he aquí un resumen que este domingo publicaba el suplemento económico de El Mundo.

La verdad es que no resulta nada sorprendente el pesimismo evidente que destilan tanto el gráfico como la información que lo acompaña, si tenemos en cuenta el alineamiento ideológico del medio que lo publica. Aunque lo cierto es que organismos internacionales como la OCDE o el FMI avalan en cierta forma algunos de esos pronósticos.

En cualquier caso, sólo el tiempo nos permitirá certificar la magnitud del frenazo y si el pesimismo extremo de algunos estaba o no justificado. Y esperemos que Solbes no considere este modesto comentario una de las tonterías que se dicen últimamente en el mundo económico. Lo puedes oír si pinchas aquí:

Clase de economía elemental

La economía se ha convertido en el tema estrella de la campaña electoral por obra y gracia de las noticias negativas sobre el paro, la inflación, las hipotecas, la bolsa,… Pero también por las promesas de rebajas de impuestos o de cheques variados que día tras día nos ofrecen algunos candidatos como si de una subasta se tratara.

Pero, ¿sabemos qué es la economía? ¿Tenemos suficiente información y formación para discernir cuál de esas propuestas es la más conveniente? O simplemente, para entender lo que está pasando. Sinceramente, creo que, en general, no.

Por eso me he permitido la libertad de recoger aquí un vídeo que muestra de forma didáctica y sencilla cómo tener una ligera idea de todo aquello que afecta a la economía. Sí, ya sé que tiene un aire que recuerda a las historietas de Walt Disney, pero es lo más potable que he encontrado buceando en YouTube.

La economía -pues- es consumo, inversión pública, seguros, comercio, industria, ahorro, empleo, beneficios («el ‘afán de lucro’ es uno de los elementos fundamentales de la economía»),… O sea, casi todo, aunque a veces tengamos tendencia a desentendernos de ella porque se nos presenta como algo muy complejo o como algo que no va con nosotros.