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El triunfo de la autenticidad en un tiempo de ‘fakes’ y sucedáneos: ‘El Leviatán’, de Joseph Roth

Por María J. Mateomariajesus_mateo
Hay libros que llegan a nuestras manos y parecen haber sido escritos para hablarnos solo a nosotros. Son esos que aparecen del modo más inesperado para poner por escrito pensamientos difusos que rumiamos sin darles forma.

CUA0060Leo estos días El Leviatán, la mítica novela de Joseph Roth (1894-1939) que acaba de reeditar Acantilado, y tengo precisamente esta sensación. Que la obra viene a hablarme de una nostalgia que me atrapa por momentos y de una traición que la vida se encarga de no perdonar: la que cometemos cuando traicionamos nuestro sueño.
No es posible mezclar lo falso con lo verdadero y salir indemne, es lo que nos viene a decir la historia de de Nissen Piczenik, un comerciante de corales que habita en una pequeña ciudad llamada Progrody. Y no es posible dedicarse a jugar al engaño y a esquivar la imagen que de nosotros ofrece el espejo y resultar victorioso —cuando el triunfo es el de la conciencia tranquila, ese territorio de paz que solo conquista quien se atreve a escuchar su voz interior—.

La historia de Piczenick es la de un comerciante respetado, enamorado de los corales y nostálgico de un océano que nunca ha visto, al que la vida sitúa en una disyuntiva en un momento concreto. Una historia que, escrita con la sencillez de una parábola, todos deberíamos leer (o releer) en algún momento. Y un canto a la autenticidad, esa cualidad que aguarda oculta entre la neblina de la posmodernidad, en un tiempo de ‘fakes’ y simulacros, de objetivos difusos, ‘enemigos fantasma’ y relaciones cibernéticas.

Como Piczenick, hay días en que siento la nostalgia del mar. De un océano particular en que la vida no fuera este escaparate plastificado que es a veces, y en el que parecemos obligados a posar si queremos seguir existiendo.
Porque, como Piczenick, echo de menos ese universo de agua, repleto de criaturas marinas… y quiero prender el falso celuloide y verlo reducido al fin a un montaña de cenizas de un color gris negruzco.